Mientras que desde Suecia y Washington trabajan en la regulación de las cajas de botín o loot boxes, en Hawái también han comenzado a trabajar para tomar medidas preventivas.
Un impacto en la ciudadanía
El político estadounidense y miembro demócrata de la Cámara de Representantes de Hawai, Chris Lee, realizó las siguientes declaraciones a News Now el pasado mes de noviembre:
"Hemos escuchado los testimonios de varias familias que se han unido para decir que se han visto afectadas por este sistema", explicaba Lee.
"Una familia de Kailua señaló que sus hijos les robaron las tarjetas de crédito para pagar contenido como este".
Desde hace un mes son dos los proyectos de ley que se presentaron a los legisladores con el fin de suavizar las consecuencias de las microtransacciones. Se trata de la House Bill 2686 y la Senate Bill 3024, que proponen que se exija a los editores de videojuegos que etiqueten debidamente qué juegos contienen micropagos, como hacen muchos títulos en el mercado móvil.
"He crecido jugando a videojuegos toda mi vida", indicaba Lee al Hawaii Tribune esta semana. "He visto de primera mano la evolución de la industria, desde su búsqueda por crear cosas nuevas hasta que ha empezado a explotar a las personas, especialmente a los niños, para maximizar sus ganancias".
Sean Quinlan, representante de Hawái en la cámara baja del congreso del país por los demócratas, también se ha sumado a esta iniciativa. "Sé que la compañía tiene una responsabilidad con los accionistas, pero creo que también tienen una responsabilidad con los clientes", ha dicho el político. "Así que la ESRB podría determinar que si un juego tiene cajas de recompensa, entonces es un juego para mayores de 21 años. No me gustaría que hubiera una ley federal".