En una semana en las que las principales empresas de videojuegos están anunciando sus resultados fiscales, han surgido numerosos rumores sobre la compra por parte de Microsoft de varias compañías de la industria del ocio electrónico. Desde EA a PUBG Corporation, responsables de PlayerUnknown's Battlegrounds, también surgió el nombre de Valve, dueños de Steam y una de las compañías más grandes de la industria. Ahora, desde varios medios, apuntan a lo improbable de una adquisición así.
Una buena oportunidad para expandirse, pero improbable
Microsoft está teniendo una serie de ejercicios fiscales notables. La división de videojuegos no para de crecer, y Xbox ha mejorado sus resultados. En el conjunto global de la compañía, la empresa ha anunciado un incremento del 12% en sus ingresos hasta los 28.900 millones, con beneficios operativos de 8.700 millones de dólares, una mejora del 10% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Pero el máximo responsable de Microsoft, Satya Nadella, ha destacado que "Estamos movilizándonos para perseguir nuestros objetivos en el mercado de los videojuegos, un negocio con un gran potencial".
Nadella es claro: Redmond quiere expandirse en el sector del ocio digital, y Valve, responsables de la mayor plataforma de contenidos en forma de videojuegos del planeta, podría ser una opción.
Valve, que como compañía ha reafirmado recientemente su compromiso con el desarrollo de videojuegos, mantiene el 70% del mercado de ventas digitales de videojuegos en PC gracias a Steam es una parte importante del panorama imposible de ignorar, y dado que son responsables de sagas como Counter Strike, DOTA y Team Fortress, una compra de la empresa por parte de Microsoft podría ser un golpe en la distribución digital y en la adquisición de licencias interesantes de cara a la publicación exclusiva en consolas Xbox. Pero según fuentes internas, nada más lejos de la realidad.
Según diversos contactos, Gabe Newell habría destacado su disconformidad con este tipo de rumores, y dado sus desencuentros con Microsoft en el pasado, como cuando criticó Windows 8, no parece una opción fácil. Uno de los aspectos que más se han recalcado desde fuentes cercanas a Valve, son las referentes a la negativa de venderse a una editora externa, cambiando la filosofía de trabajo dentro de la empresa y el estilo que siempre ha caracterizado a Valve.