STAR-T Magazine Books, que en los últimos años ha publicado múltiples libros en torno al mundo de los videojuegos realizados por especialistas españoles, nos ofrece ahora Dragon Ball: Los videojuegos de una generación, en su primer volumen. Se trata de un recorrido por los videojuegos inspirados en la obra de Akira Toriyama que, en este primer volumen, llega hasta Dragon Ball GT: Final Bout (del que os hablamos recientemente).
David Jaumandreu recoge en este volumen los 32 primeros videojuegos que se publicaron, entre 1986 y 1997, basados en el universo de Son Goku y compañía, abordando todas las plataformas y rarezas que siguen siendo pequeñas grandes desconocidas en los mercados occidentales. De hecho, en el afán completista, en realidad va más allá y en el centro del libro se dedica una sección entera a las máquinas LCD (las maquinitas de toda la vida), que son grandes olvidadas en la mayoría de los repasos a la historia de los videojuegos, con pocas excepciones.
Plantear la división del libro varios volúmenes (no se ha anunciado por ahora la fecha de publicación del siguiente) ha permitido ofrecer un repaso a la primera época de juegos y coincide en el tiempo con un hito importante para la industria del videojuego y la del manga: con la obra original de Toriyama terminada y la serie de televisión Dragon Ball GT clausurada (su emisión original japonesa concluyó en noviembre de 1997), los desarrolladores ya no tenían nuevo material con el que trabajar y parecía que el fenómeno Dragon Ball se apagaba definitivamente en Europa y Japón, quedando solo para nostálgicos.
Hay un lapso de cinco años en los que los videojuegos se detienen, pero cuando la serie hace finalmente su entrada triunfal en EE.UU. y deja de ser una rareza alejada del mercado general, el público volvió a demandar videojuegos. El enorme potencial del mercado estadounidense consiguió reavivar la llama, como bien adelanta Jaumandreu en los compases finales del libro. Pero la historia a partir de 2002, con Dragon Ball Z: Budokai en PlayStation 2, será ya la del siguiente libro. No es casualidad que este verano, en la serie de reportajes sobre los juegos de Dragon Ball en Vandal se empezara con ese título en concreto.
En ese sentido, creemos que este primer volumen puede ser el más interesante para los jugadores que o no han vivido esos años o los vivieron con el escaso conocimiento que nos llegaba en los años 80 y 90 sobre lo que sucedía en Japón. Esos años en los que la importación era casi lanzarse a ciegas y suponía, además, un desembolso considerable. Añadamos a eso que muchos de los primeros juegos de Dragon Ball apostaban por la aventura y rol (en ocasiones, muy light, pero en otras no tanto) y el idioma se convertía en una gran barrera.
El libro incluye interesantes observaciones sobre la recepción de los juegos fuera de Japón, no solo en lo relativo a la importación, sino también con las primeras distribuciones oficiales en Europa (en particular, Francia y España), como con Dragon Ball Z: Super Butoden para Super Nintendo (1993) o Dragon Ball: Shenlong no Nazo para NES, que se publicó en Japón en 1986, curiosamente en EE.UU. en 1988, pero que no llegó a España hasta 1993. La inclusión de las notas de los juegos en las revistas Famitsu (Japón) y Hobby Consolas (España) nos permite, además, ver las diferentes percepciones y tendencias, aunque hubiera sido muy interesante incluir referencias (dada la época) a la prensa especializada francesa.
El exhaustivo repaso que se ofrece en el libro, que no deja de lado recreativas ni juegos pensados para la explotación de curiosos periféricos (como el lector de tarjetas Datach Joint Rom System para NES), consigue un recorrido completo por la progresión de la serie en los videojuegos y los resultados conseguidos a lo largo de esos años.
Aunque en algunas ocasiones hubiera sido interesante dedicar más espacio a la recepción de determinados juegos, resulta evidente que Jaumandreu ha optado por dar prioridad a los productos más desconocidos. Así, cuando se aborda el caso de Dragon Ball: Terebi Denwa (1991) de Banpresto está claro que el autor hace un excelente trabajo a la hora de explicar al lector qué es el Terebi Denwa (un curioso sistema de tarjetas coleccionables), cuáles son sus orígenes como tecnología y el devenir de este tipo de productos en el mercado nipón.
David Jaumandreu es un desarrollador de videojuegos, fundador del estudio Undercoders y formado como ingeniero. Es evidente que esta trayectoria le ha permitido contar con los conocimientos necesarios para abordar un libro como este, pero no es menos importante su experiencia como divulgador y docente. Esto se traduce en un libro ameno y agradable de leer que evita tecnicismos y perderse en digresiones. El tono es muy divulgativo y periodístico y a lo largo de sus páginas se combina la información sobre empresas, mercado y desarrollo con las explicaciones sobre los elementos característicos de la jugabilidad y del componente narrativo de los títulos abordados.
El libro se complementa con unos breves apéndices al final. Vale la pena destacar las portadas de los juegos recogidas en estas últimas páginas, que complementan la nada desdeñable cantidad de capturas de pantalla y fotografías que se emplean a lo largo de las páginas del libro para ilustrar los videojuegos. Es una pena que el apéndice de las portadas no se haya ofrecido en color y que estas, en la medida de lo posible, no se hayan reproducido a mayor tamaño. Si bien es cierto que esto hubiera supuesto un incremento en el precio final del libro, hubiera sido un gran detalle que los lectores sin duda habrían apreciado.
Los videojuegos llevan ya muchos años generando una extensa literatura ensayística y con Dragon Ball: Los videojuegos de una generación STAR-T Magazine Books realiza una nueva aportación a este campo con firma española. El libro aborda con éxito la fructífera relación entre la serie de Akira Toriyama y la industria del videojuego, cubriendo una primera época fundamental marcada por una confluencia de intereses empresariales y pasiones entre los aficionados que dio lugar a una extensa colección de productos.
El interés de este libro para nostálgicos y curiosos está fuera de toda duda al permitirnos recorrer los años más intensos de la pasión de los desarrolladores japoneses por Goku, convirtiéndose no solo en una lectura amena, sino en todo un libro de consulta para futura referencia.
Dragon Ball: Los videojuegos de una generación ya está a la venta en librerías en formato físico por un precio recomendado de 18 euros.