Desde que Berlin by Ten mostró los primeros diseños conceptuales y explicó en qué consistía su primer juego, Disembodied, ya quedó claro que tendría un fuerte componente gamberro y un protagonista con mucha personalidad. El estudio los ha ido solventando durante estos cinco meses las aristas que tenía el proyecto para llegar a soluciones que pueden resultar tradicionales pero han demostrado ser efectivas.
Disembodied es uno de los cuatro proyectos que están desarrollando los alumnos de los másteres de videojuegos del Centro Universitario Digital U-tad, Berlin by Ten -el estudio que agrupa a cinco alumnos del máster de Diseño, otros tantos de Arte y seis de programación- ha optado por modificar aquellos puntos que podían comprometer la agilidad del juego y la diversión, de forma que la primera demo del juego -a los cinco meses del desarrollo- muestra un juego de aventura en tercera persona con combate y puzles.
El derrocado señor del inframundo usa un esqueleto para recuperar su puesto
El juego cuenta la historia de Yorick Evergrim, el colérico y altanero señor del Inframundo, que es traicionado por sus huestes, por lo que su calavera se ve obligada a hacerse con el esqueleto de un soldado para poder desplazarse e intentar recuperar su reino.
El estudio cuida los detalles que sirven para mostrar la personalidad de su juego y en la demo Evergrim tiene incluso voz con unos diálogos que desvelan la tiránica manera en que se dirige al pobre soldado cuyo cuerpo controlas.
La demo empieza cuando Evergrim es arrojado a una cueva, y lo primero que debe hacer el jugador es llegar hasta la calavera y hacerse con un arma de las que hay diseminadas por todos los escenarios. Con el mando (es prácticamente imposible jugar con el teclado) los botones se utilizan para saltar, dar golpe fuerte o débil con el arma que lleva en las manos o usar alguna de las habilidades del protagonista como provocar el pánico en los enemigos que rodeen al personaje.
La cámara ha cambiado respecto a cómo estaba previsto inicialmente (iba a estar en la calavera de Evergrim, pero el estudio vio que no funcionaba bien desde el punto de vista de la jugabilidad), pero le sienta muy bien a Disembodied una en tercera persona.
Cada mano del personaje se controla por separado
En los gatillos está el control de las manos del esqueleto, por separado, y es importante que sea así, ya que el juego es una sucesión de puzles que se basan en buena medida en las manos del personaje; el jugador tiene que decidir casi constantemente si lleva la calavera de Evergrim en una mano y un arma en la otra o si la deposita en algún sitio y porta un arma en cada mano para atacar mejor. En el escenario hay bastantes armas diseminadas, de forma que cuando decidas utilizar una tengas a mano alguna a la que recurrir. Tras las zonas de combate hay unas vasijas que rellenan la vida del personaje cuando las rompes.
Los combates no son demasiado sencillos, aunque es cierto que la demo no iba demasiado fluida y quizás más adelante esto cambie, pero lo importante es que el estudio ha logrado convertir las situaciones de combatir en un puzle al tomar la decisión de cómo afrontar una situación: hay que colocar la cabeza de Evergrim en un altar para activarlo, pero la situación se complica y el jugador debe decidir si acabar con quienes atacan a la cabeza de Evergrim y después frenar los dos mecanismos y detener la inundación de brea de la zona o hacerlo a la inversa (o una solución intermedia).
Si opta por lo primero, la brea acaba destrozando la calavera porque no llega a tiempo el esqueleto de desactivar los dispositivos y, si elige lo segundo, los golpes que recibe la calavera desprotegida bajan la vida y acaban con ella antes de que el jugador pueda volver a salvarla. Es un desafío original y un elemento diferenciador para el juego.
El diseño de Evergrim contribuye al tono humorístico del juego
El estilo artístico de Disembodied es muy llamativo. Los escenarios son ligeros, el diseño de Evergrim tiene un toque divertido que encaja muy bien con el alma del juego, pero lo más destacado es el uso del color; emplea colores primarios intensos que se constituyen en un lenguaje propio. En el caso de la demo, Evergrim es blanco pero todo lo demás está en distintos tonos de rojo.
Berlin by Ten está empezando a plasmar unas ideas que tenía muy claras desde el principio. El cambio de cámara no le ha sentado nada mal, aunque tal vez se hayan limitado alguna de las mecánicas que tenía previstas el estudio, pero la demo tiene un aire de otra época que remite a una de las influencias claras del juego, Medievil, y no sólo porque el protagonista sea un esqueleto.
El juego destaca por la originalidad de los puzles y el uso de las manos del esqueleto para combatir o utilizar la calavera de Evergrim avanzando por unos escenarios, al menos de momento, lineales, y por un protagonista que es un verdadero cascarrabias grosero y exigente pero que en el fondo no deja de ser un pobre desgraciado. Ese espíritu clásico y la propuesta de una diversión sin complicaciones le supone un encanto adicional por lo poco habitual que es hoy día.