El juicio por la demanda de Zenimax contra Oculus sigue adelante. ZeniMax, que acusa de robo de propiedad intelectual a Oculus para la creación de sus gafas de realidad virtual Oculus Rift, reclama ahora una indemnización de 4.000 millones de dólares.
La presentación de argumentos finales ante el tribunal ha concluido y en su alegato los abogados de ZeniMax han mantenido la acusación contra John Carmack, actual responsable técnico de Oculus y antiguo miembro de ZeniMax (desde que compraron id Software). En el alegato final, los abogados han aumentado la compensación económica reclamada desde 2.000 millones hasta 4.000 millones de dólares.
Los argumentos de ZeniMax y de la defensa
En el alegato de la acusación se ha insistido también en la visión de ZeniMax, que alega que Palmer Luckey (fundador de Oculus y antiguo trabajador de ZeniMax) no tenía los conocimientos necesarios para crear Oculus Rift y que cuando Carmack abandonó la compañía para unirse a Oculus llevaba tiempo trabajando en la tecnología Rage VR para la realidad virtual, que habría sido empleada para desarrrollar el código informático de Oculus Rift.
Frente a ello, durante el juicio Oculus y sus abogados han llamado a testificar a representantes de su compañía matriz, Facebook, a expertos forenses en el ámbito informático y demás especialistas que han rechazado las hipótesis de ZeniMax y que consideran que no hay rastro alguno del código de Rage VR o de otro software de ZeniMax en Oculus.
Además, trabajadores de Oculus han declarado que no han visto ningún código fuente creado por Carmack y que habían creado el suyo propio de forma independiente.
La decisión del jurado se dará a conocer la próxima semana.