La casa del dragón, todo un éxito en audiencias en HBO Max en tiempos de tormenta e incertidumbre, nos trae a una época muy anterior a Juego de tronos. La precuela del show basado en Canción de hielo y fuego de George R.R. Martin, muy fiel a lo relatado en Fuego y sangre, trae consigo una historia sobre la dinastía Targaryen y sus luchas internas sobre la ambición de cara a sentarse en el Trono de Hierro. Renovada por una segunda temporada, la producción ha traído consigo un cambio en la violencia sexual de la serie, presentándonos la figura de la coordinadora de intimidad, Miriam Lucia. La propia Lucia, confiesa en Deadline, cómo ha sido su trabajo y qué secuencias han supuesto un gran desafío para ella.
Así ha cambiado La casa del dragón sus secuencias de sexo y de qué manera ha sido rodar la serie
Miriam Lucia, coordinadora de intimidad de la ficción fantástica de HBO, ha querido demostrar cómo de importante es su trabajo y de qué forma ha ayudado a los actores y actrices en sus discusiones sobre las escenas de sexo y hasta qué punto las lecturas de guion han ayudado a darle otro cariz a estas secuencias que, en su día, generaron mucha polémica en Juego de tronos. Sonado fue el caso de Emilia Clarke, que llegó a decir que se sentía muy incómoda con las escenas de desnudez y criticó cómo HBO no fue capaz de garantizar un entorno seguro para las actrices durante la producción de la adaptación. El asunto cobró especial relevancia que, incluso Emily Carey, actriz de Alicent Hightower, llegó a sentirse asustada en el momento que le confirmaron su rol en la serie.
Lucia colaboró de cerca con Emily Carey de 18 años y su marido en la ficción, Paddy Considine (que da vida a Viserys Targaryen), de 49 años, en una secuencia de sexo en sus dependencias de Desembarco del Rey. "Emily apenas tenía 18 años cuando rodó esa escena", ha contado Lucia: "También hablamos de eso con Paddy y nos aseguramos de que estaba bien. Tiene un hijo de la edad de Emily al fin y al cabo", puntualiza. "Emily me dijo que estaba asustada antes de la escena y que sin una coordinadora de intimidad no habría sabido cómo lidiar con eso", continúa Lucia.
"Fue bueno escucharlo después de las declaraciones de Sean Bean sobre que los coordinadores de intimidad arruinan la espontaneidad. Pero entiendo por qué dijo eso, porque él no lo ha experimentado igual y porque esta es una nueva profesión en el set", afirma la profesional, que cree que Sean Bean, actor de Juego de tronos y El Señor de los Anillos, no sabía cómo funcionaba su puesto de trabajo en las secuencias y hasta qué punto es importante en el nuevo Hollywood surgido tras el MeToo. En este aspecto, Miriam Lucia explica que Milly Alcock, la actriz que interpreta a la versión más joven de Rhaenyra Targaryen también se sintió cómoda cuando compartía escenas íntimas con Matt Smith (Daemon Targaryen), unos 17 años mayor que ella.
Según explica la coordinadora de intimidad, Milly Alcock estaba especialmente nerviosa con un episodio, el dirigido por Clare Kilner. "Hablamos mucho con la directora Clare Kilner sobre el episodio de La casa del dragón que ponía nerviosa a Emily. Hubo mucha preparación antes del día de rodaje. Hace unos años, un director habría dicho en el momento: 'Creo que es mejor si se quita la camiseta ahora' o 'A por ello, chicos, a ver qué pasa'. Ya no puedes hacer eso", matiza.
¿Cuáles fueron las secuencias de sexo más complicadas de rodar en La casa del dragón?
Para ella, una de las secuencias más difíciles de rodar fue la escena de sexo entre Emily y Paddy, que hemos comentado más arriba. "Básicamente por la edad de ella y lo que eso implicaba, y tal vez por cómo se vería y si la había trabajado lo suficiente. Pero también con la de Milly, en el mismo episodio. Cuando rodamos su escena de intimidad con Daemon, Matt Smith tenía casi 40 años y ella solo tenía 20-21. No es menor, vale, pero muchas de estas jóvenes actrices no han hecho escenas así antes", concluía.
Así pues, tras varias polémicas en el pasado, sabemos más de cómo la nueva serie de HBO Max ha optado por un enfoque distinto a la hora de mostrar el sexo y la violencia asociada a él con respecto a Juego de tronos de manera en la que los actores y actrices se encuentren más cómodos interpretando a sus respectivos papeles.