X-Men Orígenes: Lobezno

Una aventura de acción protagonizada por Wolverine con un brutal sistema de combate

En 2009 se estrenó la película X-Men Orígenes: Lobezno protagonizada por Hugh Jackman, en la que se nos narraba los inicios del arma X y la forma en la que Wolverine se convirtió en mutante. Como era costumbre en la época, junto al film llegó la correspondiente adaptación a videojuego, una aventura de acción con un sistema de combate estilo hack and slash, inspirado en juegos como God of War o Devil May Cry, y que sigue tanto los acontecimientos de la película como coge elementos del cómic original de Marvel, contando en profundidad los orígenes de uno de los miembros más destacados de los X-Men.

El juego sigue de cerca la trama de la película, explorando el violento y turbulento pasado de Wolverine, su compleja relación con Victor Creed (Dientes de Sable) y el programa Arma X, que transformó a ambos en seres prácticamente indestructibles. A través de una serie de flashbacks y eventos en el presente, jugamos los momentos clave que han definido a Wolverine, desde su participación en guerras históricas hasta sus enfrentamientos con otros poderosos mutantes.

X-Men Origins: Wolverine es principalmente un juego de hack and slash con brutales, intensos e incluso gore combates cuerpo a cuerpo, controlando a Wolverine, quien tiene la capacidad de sanar automáticamente de sus heridas, como sabemos por las películas y los cómics, algo que se integra perfectamente en el gameplay, invitándonos a jugar de una manera muy agresiva. Según avanzamos en la aventura podemos ir desbloqueando nuevos movimientos y combos para el personaje, que lo hacen cada vez más poderoso y versátil, en unas batallas muy espectaculares, en las que también podemos utilizar elementos de los escenarios a nuestro favor.