Si tuviésemos que hacer una lista con los juegos de estrategia en tiempo real más importantes e influyentes de la historia del género, nos veríamos obligados a incluir sí o también a Age of Empires II. Una obra icónica y muy querida que, más de 20 años después de su estreno original, sigue levantando pasiones y deleitándonos con su propuesta gracias a su Definitive Edition, una versión remasterizada y adaptada a los nuevos sistemas que se lanzó en 2019 para PC. Por suerte, Microsoft ha decidido traer ahora el juego a consolas Xbox, facilitando que más jugadores puedan disfrutar de las apasionantes batallas de este clasicazo con una versión a la altura de las expectativas.
Una nueva forma de jugar
Como podréis intuir, estamos ante una conversión muy fiel de lo visto en compatibles en la que se respetan todos sus contenidos, opciones (incluyendo muchas de las relacionadas con sus gráficos) y modos.
Al menos en Xbox Series X, se ve y mueve de auténtico lujo y apenas hemos sido capaces de detectar diferencias técnicas con lo visto en ordenadores, lo que ya de entrada nos garantiza partidas fluidas y un apartado audiovisual atractivo donde todos los elementos en pantalla se muestran con nitidez.
Sin embargo, con su llegada a consolas, Age of Empires II: Definitive Edition trae consigo la posibilidad de jugar con mando (algo que también llega a PC mediante una actualización). Y no, ni la interfaz ni la disposición de los botones tienen nada que ver con los controles de los que hizo gala la olvidada conversión que recibió el juego original para PS2.
No os vamos a negar que, de primeras, puede resultar intimidante, ya que utiliza todo el mando y hay numerosos atajos y combinaciones de botones que tenemos que aprendernos para jugar de manera eficiente, aunque los tutoriales se han adaptado para enseñarnos a jugar con este tipo de control de manera paulatina, lo que nos da el margen suficiente para asimilar su funcionamiento.
Las acciones básicas son muy sencillas de realizar, ya sea desplazar la cámara y el cursor, seleccionar unidades (sea individuales, en grupos o todas las de un mismo tipo) y dar órdenes para que se muevan o se desplacen atacando a lo que se encuentren de camino a los lugares que marquemos. Todo esto lo realizaremos tan solo con los sticks, los botones frontales y la cruceta, lo que resulta muy intuitivo.
Las complicaciones llegan, por supuesto, a la hora de dar órdenes más complejas, como decidir qué edificios queremos construir o qué acciones concretas queremos poner en marcha en nuestras estructuras, algo que se ha resuelto mediante un sistema de menús radiales bastante solvente que, sin embargo, requiere un periodo de adaptación para conocer dónde se sitúan todas las opciones que necesitamos según la unidad o el edificio que queremos gestionar.
Para ayudarnos un poco, contamos con un menú radial que nos permite decidir cómo distribuir las tareas de recolección para que la IA se encargue de ello automáticamente (algo que puede venir bien para los primeros minutos de partida) y podamos centrar nuestra atención en otras tareas, como explorar el mapa y construir. Adicionalmente, los edificios y los aldeanos cuentan con un sistema que prioriza las acciones más comunes o habituales para que podamos realizarlas directamente con tan solo pulsar el botón Y, lo que ayuda a agilizar gestiones tan frecuentes como la construcción de casas. Evidentemente, no falta la opción de encadenar varias órdenes seguidas y los controles como tal son completamente personalizables, aunque creemos que la configuración que viene por defecto es perfecta.
Aquí queremos destacar lo buena que es la interfaz: limpia, clara, cómoda, muy intuitiva y nada intrusiva. Sin necesidad de recargar la pantalla de elementos, es capaz de darnos toda la información que necesitamos con tan solo un simple vistazo, dejando el área de juego muy despejada para que toda nuestra atención se focalice en lo que sucede durante la partida.
Huelga decir que, independientemente de lo bien que se han adaptado los controles al mando de Xbox y de lo cómodos que resultan, el combo de teclado y ratón sigue siendo la mejor forma de jugar a Age of Empires II, tanto por la velocidad de desplazamiento del cursor como por cantidad de atajos. A fin de cuentas, no es lo mismo pulsar dos teclas para dar una orden que tener que estar navegando por menús radiales, por muy bien que nos los conozcamos, y menos cuando algunas unidades y edificios tienen varias ruedas con sus propias categorías.
Por suerte, existe la posibilidad de conectar un teclado y un ratón USB a nuestra Xbox si así lo preferimos, pudiendo incluso adaptar la interfaz para equipar la experiencia de juego a la de compatibles, algo que es muy de agradecer. También hay un sistema de control táctil por si decidimos jugar en streaming, aunque no es algo que hayamos podido probar todavía.
Un buen detalle es que el lanzamiento de esta versión también trae consigo juego cruzado con ordenadores, algo que es completamente opcional. De hecho, si conectamos un teclado y un ratón nos obligarán a jugar con esta opción y solo nos emparejarán con aquellos jugadores que la tengan igualmente activa, por lo que desactivarla al jugar con mando nos asegurará encuentros contra otros jugadores que solo usen nuestro mismo sistema de control para que así estemos en igualdad de condiciones. De igual modo, existen tablas clasificatorias distintas según si jugamos con juego cruzado o no.
Por lo demás, quitando algunos problemas con el encuadre de los textos en español, estamos ante exactamente el mismo juego de PC, lo que se traduce en un título estrategia divertidísimo, con muchísima miga y con una cantidad de contenidos y opciones descomunal, ya sea para jugar en solitario, colaborar con nuestros amigos o competir contra otros jugadores.
Quizá no sea el género que más se prodigue a día de hoy (y menos en consolas), pero siempre es de agradecer que auténticas leyendas como Age of Empires II lleguen a más plataformas en su mejor versión y con una adaptación tan buena y cuidada como esta, donde se nota que ha habido mucho trabajo para adaptar los controles a un mando de la mejor forma posible al mismo tiempo que se nos permite jugar con teclado y ratón. Si estáis suscritos a Game Pass y os apetece disfrutar de un gran RTS en vuestra Xbox, no lo dudéis y dadle una oportunidad.
Hemos escrito estas impresiones jugando en Xbox Series X con un código de acceso anticipado que nos ha proporcionado Xbox.