Anunciado el pasado mes de agosto durante la Gamescom de Alemania, no ha sido hasta ahora cuando hemos podido probar ScreamRide, un nuevo título exclusivo de Xbox One y Xbox 360 desarrollado por Frontier Developments. Un veterano estudio británico con mucha experiencia desarrollando videojuegos de parques de atracciones, como la serie RollerCoaster Tycoon, Thrillville o el más reciente Kinect Disneyland Adventures.
Si bien los juegos que habían creado hasta el momento de parques de atracciones eran de ambientación contemporánea y realista, con ScreamRide dan un atrevido y gamberro salto hacia el futuro para presentarnos las montañas rusas más salvajes y extravagantes que podáis imaginar, capaces de satisfacer las necesidades de una población aburrida, que necesita las emociones más extremas para divertirse.
Y ese será nuestro objetivo, crear retorcidas atracciones que lleven al límite a sus ocupantes, tanto que a veces los trenes descarrilarán, destruyendo el entorno de manera espectacular.
El principal modo de juego es el Carrera, donde tendremos que superar más de 50 niveles repartidos en seis mundos, divididos en tres tipos de pruebas, casi como si se tratara de tres juegos diferentes, lo que aporta variedad pero también desigualdad en lo que a diversión se refiere, ya que no son igual de acertados. El primero tipo de prueba es ScreamRider, en las que tenemos que controlar el tren de una montaña rusa, acelerando, frenando, inclinándolo hacia los lados, activando turbos y todo con el objetivo de realizar el recorrido de la manera más rápida y emocionante posible, a ser posible consiguiendo que acaben todos los pasajeros de una pieza.
En los niveles que jugamos no necesitamos usar el freno, fuimos acelerando todo el rato, y la clave del éxito reside en el uso del turbo, que se recarga en unos tramos especiales en los que como si de un quick time event se tratara hay que pulsar el botón X en el momento justo, antes de que una esfera se llene al completo. Cuanto más apuremos para pulsar el botón más rellenaremos la barra de turbo, pero si nos pasamos perderemos todo, por lo que hay que decidir cuánto arriesgarse. También en las curvas podemos ladear el tren, aumentando la emoción de los ocupantes, pero hay que tener cuidado en no descarrilar, algo que puede ocurrir fácilmente. Este quizá sea el modo de juego más flojo de ScreamRide, aunque las primeras veces es espectacular disfrutar del vertiginoso recorrido de las montañas rusas a toda velocidad, como si estuviéramos montados, gracias a un notable apartado gráfico.
Sin duda el tipo de prueba que más nos divirtió y que creemos más va a gustar a todo el mundo es Experto en demolición, la estrella del juego, una especie de Angry Birds pero en entornos tridimensionales y con un complejo sistema de físicas y de destrucción de escenarios, que la verdad nos dejó sorprendidos por su calidad. Aquí ya sea lanzando a dos ocupantes dentro de una esfera o disparando un vagón de tren de una montaña rusa, tenemos que causar los mayores destrozos posibles, tirando abajo todo tipo de edificios, acertando en los puntos críticos de las estructuras como los pilares, o impactando en barriles explosivos que causen grandes cadenas de destrucción.
Al principio estas fases son muy sencillas, puro ensayo y error y un puntito de suerte, niveles que no te importa repetir una y otra vez ya que los destrozos siempre son imprevisibles y es muy rápido reiniciar partida. Pero en las fases más avanzados la cosa cambia y tenemos que dejar de confiar tanto en la suerte y pensar un poco más, pasando de alocada destrucción a un juego de puzles, en el que tenemos que calcular con precisión nuestros lanzamientos para por ejemplo rebotar en determinados puntos del escenario y alcanzar un objetivo concreto.
Además de medir la potencia y dirección en los lanzamientos, tenemos diferentes tipos de vagones que podemos dirigir en el aire, explosivos, etcétera, como en Angry Birds, y tendremos que pensar cuál es el más adecuado para cada situación. Todos los niveles en el modo Carrera cuentan con diferentes medallas que se obtienen alcanzando ciertas puntuaciones, y también desafíos extra, que nos piden acciones muy concretas. Así que aunque hayamos conseguido los puntos necesarios para superar una fase siempre estaremos tentados de repetir unas cuantas veces más para conseguir las puntuaciones más altas, con las que además competimos en los marcadores en línea, siendo los niveles muy rejugables, donde no hay dos partidas iguales gracias el complejo sistema de físicas.
El tercer modo es Ingeniero, en el cual tendremos que completar los recorridos de las montañas rusas gracias a un editor sencillísimo de utilizar aunque profundo y con muchas posibilidades, lleno de piezas y elementos que podemos colocar. En este modo encontramos dos tipos de pruebas, unas en las que hay que completar la montaña rusa de la mejor manera posible para que los viajeros se lo pasen pipa, con medidores de intensidad, emoción, gritos y nausea, y otras en las que como si del modo Experto en demolición se tratara, tenemos que terminar la montaña rusa para que el tren salga disparado y cause los mayores destrozos posibles en el escenario.
En Ingeniero nunca nos piden construir una montaña rusa entera, solo finalizar ciertos tramos, y es muy entretenido experimentar y ver las consecuencias de nuestros diseños, como por ejemplo cuando son trazados muy extremos ver cómo los pasajeros salen volando por los aires. El editor de montañas rusas es potentísimo, uno de los más versátiles, completos y fáciles de utilizar que hayamos visto nunca en un juego de este tipo, y donde se le puede sacar gran partido es en el modo Sandbox, donde el jugador tiene total libertad para construir, como si de Minecraft se tratara.
No solo enormes y complicadas montañas rusas, también todos los edificios que las rodean, teniendo a nuestra disposición una enorme cantidad de elementos de construcción. Podemos guardar las edificaciones y las montañas rusas que hayamos construido y compartirlas con la comunidad, y sin duda una de las gracias del juego será ver lo que la gente es capaz de crear, seguro que sorprendente. Aunque si no te gusta lo de construir no pasa nada, es un modo más de ScreamRide, y te puedes centrar en las pruebas del modo Carrera, que son muy entretenidas.
Un juego diferente
Sin duda ScreamRide es un juego original y único, que seguro llamará la atención de los amantes de las montañas rusas y de los que disfrutan causando el caos y la destrucción en un videojuego. Agradecido tanto para partidas largas como cortas, rejugable, entretenido y por momentos espectacular, puede que a más de uno le suene un poco extraña su mezcla de elementos, pero lo bueno es que a partir de mañana todos podréis descargar una demo gratuita y comprobar su singular propuesta. El 6 de marzo se lanzará tanto en formato físico como digital en Xbox One y Xbox 360, con un precio a medio camino entre un juego descargable y un lanzamiento tradicional -40 y 30 euros respectivamente-.