Se hace difícil hablar de Extinction sin mencionar Attack on Titan, así que cuanto antes lo hagamos será más fácil describir lo nuevo de Iron Galaxy: la defensa de aldeas y fortalezas de orcos gigantes, seccionando sus extremidades para subir al cuello y ejecutar un golpe de gracia que corte su cabeza. ¿Suena o no muy parecido?
Los desarrolladores son conscientes de que a todo jugador se le pasará por la mente el manga y anime Shingeki no Kyojin, hasta el punto de admitir que "definitivamente hay similitudes entre los dos", pero aclaran que la inspiración proviene de diferentes fuentes y de viejas historias del hombre contra monstruos gigantes, pongamos por caso David y Goliat. En cualquier caso no se trata de una crítica, pues en lo jugable tiene un aspecto mucho más arcade que las aventuras de Koei Tecmo o, por citar otro célebre título con gigantes, Shadow of the Colossus.
Hemos podido jugar a una versión limitada de Extinction y lo cierto es que tiene aspectos entretenidos, aunque en todo momento se aprecia que no se trata de una superproducción, sino más bien un AA. Su historia nos cuenta que durante centurias los humanos han luchado entre sí por y tierras y riquezas, pero que nuestro verdadero enemigo son monstruosas criaturas similares a orcos.
Somos uno de los últimos defensores de la civilización, el guerrero Avil, equipado con habilidades, velocidad y fuerza capaces de derrotar a estas bestias, y eso es lo que haremos a lo largo de su campaña.
El modo principal consta de misiones breves, de hecho las primeras se pueden completar en menos de 10 minutos. Nuestro objetivo general es derrotar a uno o varios titanes, pero antes tiene lugar una fase de recarga. El resumen es el siguiente: para matar a las grandes criaturas hay que recargar el poder de nuestra espada –arderá en llamas-, y esto se hace eliminando a unos ogros o gárgolas de nuestro tamaño y salvando a la población –lo más recomendable-.
La gente se sitúa cerca de unos cristales de teletransporte que les llevan a un lugar seguro; para activarse, necesitas mantener un botón pulsado durante segundos en los que quedas desprotegido. Mientras, los enemigos nos pueden atacar o matar a los civiles, por lo tanto conviene despejar la zona. Nuestra salud en estas situaciones no corre demasiado peligro, pues hay autorecuperación pasados unos instantes, pero la población sí que muere al recibir unos pocos ataques. Durante esta primera fase del combate nuestro objetivo es ese: salvar gente, eliminar enemigos que pongan en peligro su salud y acumular suficiente energía.
Una vez estamos preparados es el turno de ir a por los orcos gigantes, a los que primero hay que tumbar con cortes en la rodilla. No hay demasiada estrategia aquí: utilizar una visión especial, localizar puntos débiles marcados en rojo y lanzar un ataque que secciona la pierna: el gigante cae y podremos subir por su cuerpo hasta dar el corte mortal en la nuca. La dificultad está en que un pisotón o puñetazo acaba automáticamente con nosotros, pero la vuelta es instantánea y apenas supone una penalización. Si tardas mucho, regeneran sus piernas.
¿Suena fácil? No del todo. Hay que tener en cuenta varios factores más. No pueden morir demasiados civiles y los titanes están permanentemente destruyendo la ciudad. Si el porcentaje de edificaciones llega a 0%, has perdido tu misión. Además, según progresamos en la campaña los gigantes empezarán a llevar armaduras que hay que destruir previamente, se comportarán de manera diferente –algunos son más agresivos- e incluso aparecerán en grupos: al matar a un orco, nuestra magia se reduce y de nuevo habrá que recargarla. Como vemos, existe un tiempo límite invisible que nos presiona para minimizar los daños.
Las misiones tienen una serie de retos secundarios para demostrar nuestra habilidad. Termina la fase dentro de un tiempo límite, rescata a un personaje en determinado lugar o cumple unos requisitos concretos sobre la cantidad de enemigos derrotados, cosas así. Los puntos que conseguimos sirven para desbloquear mejoras en nuestro personaje, como nuevos combos o un aumento en la vitalidad. No son aspectos excesivamente roleros, pero sirven para ver un progreso en la fuerza del protagonista.
Iron Galaxy ha destacado el combate como uno de los aspectos fuertes gracias a su experiencia con el último Killer Instinct, y la verdad es que han conseguido un buen equilibrio entre la acción directa y un control basado en la habilidad: no es un machacabotones propio de Omega Force pero es más frenético que los típicos action RPG actuales -Souls e imitadores-. Hay abundante libertad de movimientos, carreras por las paredes para subir por cualquier construcción, destrucción de entornos y responde bien a nuestras acciones. Que luego sepamos aprovechar estas posibilidades contra los enemigos genéricos, de inteligencia más bien escasa, y que no termine por mostrar signos de agotamiento a lo largo de toda la campaña es otro tema.
Al margen de la campaña principal, que el estudio estima que ofrece una duración de entre 10 y 12 horas, incluye otros modos de juego. Ninguno consiste en cooperativo, algo que nos ha sorprendido porque es un título que se prestaría mucho a partidas online en colaboración con usuarios, organizándose en las diferentes tareas –rescate de gente, distracción de ogros-.
El modo retos diarios consiste en una prueba común para toda la comunidad que va rotando cada 24 horas, y el objetivo es conseguir un buen récord. Extinción es una especie de supervivencia: eliminar el mayor número de enemigos hasta que acaben con nosotros. Refriega genera campos de batalla aleatorios, y por tanto siempre tendremos nuevos desafíos a mano; si lo deseamos, podemos compartir la clave con nuestros amigos para que intenten superar la puntuación que hemos conseguido.
¿Logrará llamar la atención de los jugadores?
Extinction se coloca en esa categoría de producciones intermedias que saben arriesgar –aunque el concepto sea muy parecido al de Attack on Titan, tampoco está demasiado explotado en los juegos-, y presenta unos valores por encima de la media de títulos independientes. La jugabilidad es sólida, y el desarrollo de fases breves elimina un poco la sensación de repetitividad que podría aparecer a largo plazo, que es ahora mismo nuestro mayor temor: las misiones consisten en lo mismo salvo en la variación de dificultad por número de titanes o tipo de enemigos básicos.
Que Extinction logre destacar en el mercado es algo que está por ver. Su lanzamiento está previsto para el 10 de abril e Iron Galaxy todavía tiene trabajo de promoción por delante, especialmente para resaltar los puntos diferenciadores con el que será su principal oponente: Attack on Titan 2, que parte con la importante ventaja de una licencia conocida.
Hemos realizado estas impresiones en su versión de PC con una beta que nos ha proporcionado Dead Good Media.