3D Realms, creadores de la serie Duke Nukem, iniciaron hace diez años el desarrollo de Prey, un nuevo juego de acción en primera persona en el que el jugador, intentando salvar a la humanidad de una nueva invasión alienígena, tendría que eliminar a los enemigos empleando un gran repertorio de armas mortíferas mientras resolvía todo tipo de puzles, la mayoría de éstos ligados a una serie de portales dimensionales que podríamos atravesar en todo momento. Estos hechos, unido a la gran importancia que se le quiso dar a la resolución de puzles convirtieron a esta nueva producción de los creadores de Duke Nukem en uno de los títulos de acción más esperados por los aficionados. Desgraciadamente, Prey desapareció durante varios años de las listas de lanzamiento, quedando su futuro en el aire hasta hace relativamente pocos meses, momento en el que 3D Realms y 2k Games presentaban la nueva versión del proyecto en la que se estaba trabajando, esta vez en manos de Human Head Studios, creadores del juego de acción en tercera persona Rune.
La tecnología con la que nos encontraremos al llegar a la nave nodriza enemiga nos resultará sorprendente, teniendo que enfrentarnos desde un principio a todo tipo de peligros que irán desde los propios alienígenas captores, que poseerán todo tipo de artilugios de combate que les permitirán atacarnos a distancia o generar portales dimensionales que traerán a nuevos combatientes; a distintas zonas protegidas por campos de energía que a primera vista parecerán insalvables. A este efecto cabría resaltar el gran trabajo que se está realizando a la hora de crear diferentes ambientes en la propia estructura de la nave, ya que ésta, con su forma circular, se convertirá en una especie de universo alternativo en el que varias especies alienígenas convivirán, no de manera pacífica, en su interior.
Nosotros, por desgracia, tendremos que tratar también con estos seres encontrándonos alienígenas que se mostrarán pacíficos con nosotros, y por tanto podrán convertirse en grandes aliados en nuestra lucha contra nuestros captores, u otros que o bien no nos harán caso y seguirán combatiendo al enemigo como si no pasara nada, o directamente se lanzarán a por nosotros para convertirnos en sus trofeos de guerra. Además, cada una de estas especies alienígenas han adaptado el entorno que les rodea, eliminando la gravedad o creando estructuras orgánicas con los materiales abducidos por los enemigos, para simular un espacio muy similar al de su planeta natal; lo que nos obligará a adaptarnos constantemente al entorno para evitar sufrir derrotas humillantes.
Estas subestaciones se encontrarán unidas entre sí gracias al sistema de portales dimensionales creados por los enemigos, ya que ésta será una de sus mejores bazas a la hora de mantener controlados a todos los esclavos que se encuentran en el interior de su nave. Así, por ejemplo, no será nada extraño ver como los enemigos aparecen de repente ante nosotros saltando a través de algún portal dimensional; o como son capaces de pedir refuerzos; apareciendo varias criaturas más de golpe frente a nosotros en cuestión de segundos. Por supuesto, del mismo modo, nosotros también podremos emplear estos portales para viajar de un punto de la nave a otro rápidamente, aunque antes deben quedar claros distintos conceptos. Como decíamos, las diferentes zonas de la nave poseerán características distintas, adaptadas todas ellas a la especie que las habita.
Por eso, podemos enfrentarnos a los enemigos en un entorno con gravedad, e internarnos luego en un portal siguiendo a algunos enemigos para pasar a una zona orgánica casi sin gravedad; lo que puede hacer que nuestra incursión se convierta en una trampa mortal por parte de los enemigos. Para evitar este tipo de situaciones, podemos disparar sobre el portal recién abierto y ver como nuestros disparos afectan a todas las criaturas que se encuentran al otro lado del mismo, o directamente atraerlos hacia nuestra "dimensión" entrando y saliendo en el portal sin sufrir ningún tipo de parón, evitando de paso que los efectos negativos que puedan encontrarse al otro lado mermen nuestras capacidades de combate.
Otro punto muy interesante en el desarrollo de la acción lo encontraremos en la gran cantidad de puzles que iremos encontrando a lo largo de la aventura, algunos muy ligados al empleo de los distintos portales ya citados con anterioridad. Como suele ser habitual, la mayoría de estos rompecabezas nos obligarán a explorar todos los escenarios concienzudamente en busca de los distintos interruptores que abrirán las puertas cerradas, o activarán los mecanismos pertinentes que nos facilitarán nuestro avance por la nave. Sin embargo, a diferencia de lo visto hasta el momento en otros juegos de acción en primera persona, en Prey nos encontraremos con una gran variedad en este tipo de desafíos.
Así, por ejemplo, tendremos que activar algunos interruptores que se encontrarán en la parte más elevada de un escenario, teniendo que caminar por las paredes y techos, mediante unas cintas magnéticas que encontraremos, para así llegar a nuestro destino. También, el jugador podrá encontrarse con desafíos que le obligarán a voltear literalmente los escenarios para poder seguir avanzando, ya que en la parte inferior de los mismos se pueden encontrar ciertas barreras que no se encontrarán en los techos. Además, gracias a los poderes espirituales de los que hablábamos al principio de este avance, Tommy podrá resolver algunas de estas situaciones de una manera un tanto peculiar. De este modo, podemos encontrarnos por ejemplo con barreras de energía que no podrán ser desactivadas desde la zona en la que nos encontramos, por encontrarse el interruptor justo al otro lado de la misma.
Para sortear este obstáculo, Tommy podrá abandonar su cuerpo y atravesar la barrera en forma de ente espiritual, desactivando luego el campo de energía, lo que le permitirá regresar a su cuerpo para proseguir su camino. También, el protagonista de la acción puede abandonar su cuerpo y dejarlo "pegado" en una cinta magnética, para luego activar un mecanismo que transportará al cuerpo a otra zona del escenario, que de otra forma no sería posible alcanzar. Lógicamente, no siempre podremos mantenernos en la dimensión espiritual, ya que aparte de la barra de salud, nos encontraremos con un medidor de espiritualidad que nos marcará el tiempo que podremos estar empleando todos estos poderes ancestrales.
En Prey nos encontraremos también con una gran variedad de enemigos que atacarán en grupo, huirán si ven que no tienen escapatoria, e incluso aprovecharán los dispensadores de salud de los escenarios para recuperar vida antes de volver a lanzarse al ataque. Dependiendo de la especie alienígena contra la que combatamos, el empleo de unas u otras armas variará, aunque sí nos encontraremos con ciertas criaturas que solamente morirán si les atacamos desde el plano espiritual con nuestro arco. Y es que aparte de los seres desagradables con los que nos encontraremos, descubriremos a una especie alienígena espectral que es capaz de introducirse en el cuerpo de sus enemigos para así atacarnos con mayor contundencia.
Nosotros, si queremos terminar con su vida, tendremos que pasar al plano espiritual y atacarles en su forma espectral, ya que de la otra forma sólo eliminaríamos al anfitrión, quedando su espíritu libre. Si por desgracia perdemos la vida en el intento, nuestro espíritu viajará hasta otra dimensión en la que veremos nuestro cuerpo flotando, y en la que tendremos que hacer frente a todo tipo de criaturas hasta que los dioses vuelvan a devolvernos al mundo de los vivos. También, si nos hemos perdido y no sabemos muy bien por dónde continuar, podemos pedirle ayuda a Talon, que aparecerá ya sea en forma de anciano o halcón, para que nos indique el camino, traduzca los textos en lenguaje alienígena, o distraiga a los enemigos para que no se percaten de nuestra presencia.
Además, Tommy podrá recorrer algunos de los escenarios del juego a bordo de distintos vehículos, pudiendo incluso salir al exterior de la nave para hacer frente a los enemigos en el espacio. Por supuesto, este tipo de situaciones, más las que aún no han sido desveladas, dotarán a Prey de una gran variedad, tanto en el desarrollo como en los combates, lo que hará que disfrutemos sin cesar de la aventura principal. Y es que además, no podemos sino resaltar el increíble trabajo que se está llevando a cabo en lo que respecta al apartado técnico del juego. Para empezar, Human Head Studios trabaja con una versión mejorada del motor gráfico de Doom 3, lo que les permitirá generar unos entornos extremadamente detallados con unos efectos de luces y sombras impresionantes. Pero además, la variedad de la que hablábamos antes quedará reflejada perfectamente en el diseño de los escenarios y las criaturas que los poblarán: podemos pasear por zonas orgánicas en las que el propio escenario nos atacará, u otras en las que los metales oxidados y las fugas de gas, con enemigos verdaderamente siniestros, serán una constante.
Por si todo esto no fuera suficiente, Prey también nos permitirá disfrutar de partidas a través de Internet junto a nuestros amigos, disfrutando de un sistema de juego idéntico al de la aventura en el modo de juego individual: los portales dimensionales se encontrarán repartidos por el mapa, y el escenario estará dividido en diferentes entornos que poseerán distintas características –gravedad, cintas magnéticas, etc.-. Por todo esto, Prey se ha convertido en uno de los títulos más interesantes para PC y Xbox 360, y en una de las mejores apuestas por parte de 2k Games de cara al próximo año 2006. De momento no hay fecha de lanzamiento concreta.