Si echamos la mirada atrás, hace aproximadamente veinticuatro años, bajo la batuta del director Ivan Reitman, se creó una de las licencias cinematográficas más de la historia reciente. No en vano, el inherente atractivo de aquella espléndida producción corrió como la pólvora, y con una acogida tremenda, Los Cazafantasmas pasaban a convertirse en un fenómeno mundial al que no tardarían en sumarse una serie de dibujos animados, una segunda parte del film original, y toda una cantidad incalculable de productos varios con el inconfundible fantasma atrapado tras la señal de prohibido.
Los peculiares artilugios para dar caza a los espíritus, el genial elenco de actores, así como una magnífica y pegadiza banda sonora se anclaron de forma instantánea en nuestra memoria, soñando quizás con formar parte de aquel trío de doctores empeñados en apresar molestos espectros que campaban a sus anchas por las calles de Nueva York.
Y es que el tándem de lo paranormal y cómico, era ya imparable.
Así, el transcurso de la aventura se verá marcado por misiones diferenciadas en las que deberemos acudir raudos y veloces a la llamada de algún civil, atormentado quizás por la incómoda presencia de criaturas del más allá. Para ello, nuestros bártulos de caza serán cruciales a la hora de avanzar y de cercar a los fantasmas, permitiéndonos el uso, por ejemplo, de un detector de presencia fantasmal que actuará como un pequeño sonar terrestre, revelándonos la posición del ente a medida que rastreemos por el entorno. Por supuesto, cuando este aparato termine de revelar la posición de nuestra presa deberemos ser ágiles cambiando el inventario de la mochila antes de que nuestro objetivo salga de su escondrijo, nos dé un susto de muerte, y vuelva a perderse en el escenario.
Tal y como solía suceder en la película, la mayoría de los espectros precisarán que el grupo de cazafantasmas hagan un uso conjunto de sus rayos reductores para apresarlos (intentando siempre no cruzar los rayos entre si por el bien de la integridad física de nuestro equipo), teniendo incluso que debilitarlos previamente antes de introducirlos en la trampa. Por el contrario, si el fantasma apenas ha sufrido daños, podrá sorprendernos en un acto de rebeldía abriendo el contenedor y volviendo a escapar. En cuanto a esa colaboración conjunta, en las versiones de Xbox 360, PlayStation 3 y PC, las misiones podrán realizarse en cooperativo en línea, potenciando claramente el trabajo en equipo con uno o varios compañeros. A su vez, de jugar el título en Wii o PlayStation 2 podremos optar por el clásico modo a pantalla dividida. De una manera u otra, hasta el momento se desconoce si la función del juego cooperativo estará presente en toda la aventura o tan solo se limitará a retos o misiones determinadas.
Volviendo a la aventura, no todo será cazar fantasmas, ya que deberemos afrontar multitud de puzzles que generalmente nos bloquearán el paso o se presentarán en forma de algún objeto esencial para poder continuar. La cámara en tercera persona nos facilitará movernos y apuntar con precisión, mientras que algunas armas o acciones en concreto nos pasarán a primera persona momentáneamente. Lo cierto pero, es que se espera que la balanza entre acción directa y exploración goce de un correcto equilibrio que sea capaz de otorgar variedad al desarrollo de la historia.
Ejemplificando para la ocasión, en una de las últimas demostraciones sobre el desarrollo del juego pudimos comprobar como en un enfrentamiento contra un fantasma poderoso, nuestras armas iban echando abajo todo tipo de libros y materiales resultantes del destrozo del entorno, para posteriormente comprobar atónitos como el ente creaba una coraza con todos esos escombros y se materializaba en forma de golem gigante.
Y como no podía ser de otra forma, monstruos tan carismáticos como Moquete y su desternillante humor o el enorme Stay Puft harán su particular acto de presencia para aterrorizar a los civiles (sobretodo este último, quien promete protagonizar una de las partes más espectaculares de todo el juego).
En este sentido, y a pesar de que las versiones de Wii y PlayStation 2 parecen estar enfocadas a una estética más similar a la serie de dibujos animados, el apartado técnico de la aventura promete estar a la altura de las circunstancias, sorprendiendo en multitud de ocasiones con un acabado visual que nos hará sentir como si verdaderamente estuviéramos dentro de aquella fantástica película.
Sin lugar a dudas, Terminal Reality tiene en su haber la oportunidad de ofrecer otra visión más del mítico fenómeno que tiempo atrás encandiló a niños y adultos por igual. Respaldados por un mimo y buen quehacer en cada paso del desarrollo, Los Cazafantasmas aseguran que en todas esas calles de Nueva York donde los monstruos no encuentran su descanso eterno, esta vez la historia la escribimos nosotros. Y cuando llegue el momento, ¿a quién vas a llamar?
