Dead Rising, lanzado hace ya cinco años, se puede considerar uno de los clásicos de esta generación, y una de las mejores sagas comenzadas en las actuales consolas. Un mundo abierto lleno de zombis, con una dificultad elevada fruto de su mecánica de juego, limitados por el apremiante tiempo y sus escasos puntos de guardado. De esos títulos que los amas o los odias, pero que crean legión. Hace un año llegó su continuación, desarrollado esta vez por los canadienses Blue Castle Games, que ahora pertenecen a la compañía nipona con el nombre de Capcom Vancouver.
Una notable segunda parte, continuista y con una dificultad rebajada, pero igualmente divertida. Uno de los muchos aspectos que gustó del primero fue su particular protagonista, el periodista Frank West y su inseparable cámara de fotos, y una de las decisiones más controvertidas de esta continuación fue contar con un nuevo personaje, Chuck Green, lo que no gustó a muchos. En un contenido descargable que se lanzó unos meses después, Dead Rising 2: Case West, se ofreció la oportunidad de volver a ver a Frank, y de incluso controlarle si jugábamos de manera cooperativa, aunque hay que decirlo, se trató de un DLC bastante pobre.
El pasado mes de abril, con motivo del Captivate que celebra todos los años Capcom, anunciaron por sorpresa este Dead Rising 2: Off the Record, un juego completo, no un contenido descargable, que exploraría los acontecimientos de Dead Rising 2 pero desde la perspectiva de Frank West. Como si de satisfacer a los fans se tratara, no fue precisamente ellos a los que más les agrado esta noticia, generando comentarios en contra acusándolo de producto reciclado para hacer dinero fácil. Capcom salió al paso de este recibimiento, pidiendo paciencia y se esperáramos para ver todas las novedades que traería esta versión. Ahora después de haberlo probado a fondo, os podemos contar qué novedades tiene, y si merecerá la pena o no para los que ya disfrutaron de la continuación original.
Antes de todo aclarar un detalle muy importante sobre la historia. No se trata de un argumento paralelo o complementario, o de algo que estuviera ocurriendo antes, durante o después de la aventura de Chuck Green. Se trata de qué hubiera pasado si el juego hubiera estado protagonizado por Frank West, como si en vez de apostar por un nuevo protagonista como Chuck para la secuela, hubieran decidido continuar las aventuras de Frank. Así que volvemos a visitar Fortune City, pero desde un punto de vista distinto.
Tras lo ocurrido en el pueblo de Willamette, en la primera parte, Frank West se ha convertido en toda una celebridad. Fama, dinero, chicas, su propio programa de televisión, pese a esta vida fácil en su interior aun quiere saber la verdad de los hechos, quién está detrás de la infección zombi, y finalmente esto deriva en una espiral autodestructiva de alcohol y soledad que le lleva al deteriorado aspecto físico con el que le vemos en esta versión. El juego comienza en Fortune City, con Frank participando en una de las pruebas del programa de televisión Terror is Reality, en un ring de lucha libre peleando contra decenas de zombis, lo que sirve de primer contacto y de tutorial. Acto seguido, y como pasaba en Dead Rising 2, se inicia el estallido zombi en todo Fortune City.
El arranque del juego, contándonos lo sucedido con Frank entre la primera y la segunda parte, y los primeros instantes, en los que también aprovechan para explicarnos el uso de la cámara de fotos, son completamente distintos a los del Dead Rising 2 original. Pero poco a poco, y cuando llegamos al refugio, nos damos cuenta que el desarrollo es exactamente igual al juego del año pasado, solo que cambiando a Chuck Green por Frank West. Claro que las cinemáticas son distintas, y la personalidad y carácter de Frank –y su carisma-, se hacen notar en la relación con los personajes, ya que sus motivaciones son distintas. Chuck quería salvar a su hija, Frank descubrir la verdad, pero no deja de decepcionar un poco el comprobar que tenemos que realizar las mismas misiones e ir a los mismos sitios, con los mismos supervivientes que en el Dead Rising 2 "normal". Esto es así en las primeras horas y en todo el tiempo que hemos podido jugar, y no sabemos si más adelante la historia sufrirá variaciones sustanciales, aunque nos tememos que no. Pero argumento aparte, sí que hay novedades claro, si no este Off the Record no tendría ningún sentido.
Por ejemplo los golpes y movimiento de Frank son distintos a los de Chuck. El motorista era más delgado y ágil, mientras que Frank, después de la mala vida que ha llevado, está bastante fuertecito y pesado, reflejándose en golpes lentos pero muy contundentes, muchos propios de la lucha libre, a la que Frank se ha aficionado. Hay nuevas misiones, incorporaciones al elenco de maniacos –sobre todo uno que no os podemos desvelar, muy sorprendente-, y nuevas armas y objetos, así como cartas combo. También descubrimos nuevos elementos decorativos en los escenarios, pero básicamente recorremos las mismas estancias, menos una que han añadido. Uranus zone, una especie de parque de atracciones con motivos extraterrestres bastante graciosa aunque no muy grande, en la que podemos entretenernos en varias casetas de feria disparando marcianitos y otros minijuegos.
El mayor añadido a la jugabilidad es sin duda la cámara de fotos, esa que tanto echaron de menos los fans del primer juego y que aquí vuelve, tan divertida como siempre. Haremos fotos y nos las calificaran dando puntos PP, con los que subimos de experiencia. Las podemos hacer de terror, dramáticas, brutales, tomas falsas –suelen ser escenas de humor-, e incluso eróticas, que no hace falta que expliquemos. Habrá otras que nos darán muchos puntos denominadas especiales, ya sea en determinados puntos de los escenarios o en situaciones puntuales, por ejemplo justo antes de que maten a un personaje, o a un maniaco en una determinada pose. Para saberlo, en ese momento aparecerá en pantalla un símbolo amarillo PP, y tendremos que ser rápidos desenfundando la cámara. También en las pantallas de carga nos dan pistas de ciertos lugares donde podremos sacar suculentas fotos.
Un añadido a la estructura del juego y que nos parece todo un acierto son los puntos de control. Aunque los más hardcore renegaran de ellos, a muchos usuarios les resultaba muy pesado que cada vez que te mataran tuvieras que volver a cargar una partida. Pese a que en esta secuela había muchos más puntos de guardado que en el primero, por una circunstancia u otra, se te podía olvidar hacerlo, y si te mataban tenías que volver a repetir una larga sección. Ahora en momentos puntuales, como cambios de escenario, o cuando te topas con un maniaco, el juego establece un punto de control. Si te matan, te preguntan si quieres cargar partida o bien reiniciar desde el último punto de control. Esto es una gran ayuda en las complicadas batallas contra los maniacos, hace que no juguemos con tanta tensión por perder el progreso realizado, evitando constantes viajes a los baños para guardar partida, y hace al juego en general más amable.
Es curioso que además del guión y la estructura narrativa, también es idéntico el asunto del Zombrex. En Dead Rising 2, cada 24 horas teníamos que administrarle a la hija de Chuck esta medicina, para que no se convirtiera en zombi. En Off the Record Frank es el que está infectado, y tenemos que conseguir una ración de Zombrex al menos cada 24 horas, que tendremos que inyectarnos a una hora determinada. Para los que jugaron al original, están bastante habituados a esto, y saben de sobra cómo conseguir este preciado producto.
La gran novedad de esta versión es el anunciado hace unos días modo libre, también conocido como sandbox en la versión original. Aquí tendremos total libertad para explorar Fortune City, sin ningún límite de tiempo –algo que venían demando los fans hace tiempo-, y realizando una serie de retos. Estas pruebas se van desbloqueando por todo el escenario según conseguimos muertes, 30, 60, 150, 300, 1500, poco a poco podremos ir accediendo a todos. Los vemos en el mapa y podemos marcarlos como ruta para llegar a ellos. Aunque no podemos hablaros de todos, sí al menos de algunos de ellos. En masacre en la azotea tenemos que matar a todos los zombis que podamos en 30 segundos; en lucha en Silver Strip tenemos que conseguir la mayor cantidad de PP en 60 segundos; hombre globo es una prueba contrarreloj en la que tenemos que alcanzar una zona elevada del escenario en el menor tiempo posible; y en Chop Suey tienes que trocear a todos los zombis que puedas en 90 segundos.
Estas son algunos ejemplos de retos, y en el vídeo que tenéis junto a estas líneas podéis ver algunos más. Dependiendo de cómo lo hagas, podrás conseguir una medalla de oro, plata o bronce, y además hay marcadores en línea para picarnos con jugadores de todo el mundo. También muchos de estos retos pueden jugarse de manera cooperativa, lo que promete ser muy divertido, teniendo sus propias medallas este tipo de pruebas. Hemos visto más de 30 retos para un jugador, y otros tantos para jugar de manera cooperativa, por lo que este modo promete unas cuantas horas de diversión. Además y lo es que muy importante, el modo historia y el libre están conectados, es decir, el dinero y la experiencia conseguidos en uno se mantienen en el otro, compartiendo el mismo archivo de partida guardada. Podremos hacer dinero y subir de nivel todo lo que queramos en el modo libre, que luego cuando volvamos a la historia mantendremos nuestro progreso.
En lo que respecta a los gráficos, no hay ninguna mejora apreciable, y una mejora técnica anunciada, como son unos tiempos de carga menores –uno de los mayores defectos de Dead Rising 2-, en esta beta como nos han comunicado todavía no se ha implementado, por lo que no os podemos contar cuánto se han reducido. Al igual que el original, Off the Record llegará con voces en inglés y subtítulos en castellano.
Prevemos polémica con este Dead Rising 2: Off the Record. Al comenzar a jugarlo, y ver un inicio completamente nuevo, pensamos que en los mismos escenarios de Dead Rising 2 nos iban a contar una historia diferente, con objetivos y misiones distintos, esta vez protagonizada por Frank West. Pero cuál ha sido nuestra sorpresa al comprobar que es básicamente la misma historia y desarrollo, pero con otro prota y algunos añadidos. La cámara de fotos es un gran retorno, y el modo libre ofrecerá muchas horas de diversión, y estamos seguros que se volverá habitual en la saga. Pero pese a estas mejoras, por lo reciente que tenemos Dead Rising 2, no podemos quitarnos la sensación de volver a estar jugando otra vez a exactamente lo mismo que hace un año.
¿A quién va dirigido? Los más aficionados de la saga querrán probar los añadidos, y volver a disfrutar con la cámara de fotos, así como del carácter y personalidad de Frank. Los que no jugaron al dos, o desearan que no hubiera habido un cambio de protagonista, también tienen aquí su oportunidad. Pero también quienes acusen a Capcom de realizar un refrito para hacer dinero fácil, tienen argumentos de sobra. Veremos cuál es su precio de lanzamiento, pero si como han dicho desde Capcom en varias ocasiones sale a un precio reducido –en Estados Unidos algunas tiendas lo sitúan en 40 dólares, unos 30 euros-, puede ser una opción muy interesante para volver a disfrutar -o descubrir por primera vez- Fortune City y sacar las mejores instantáneas posibles.
