En febrero del próximo año llegará por fin Aliens: Colonial Marines, un nuevo juego de acción en primera persona protagonizado por los famosos xenomorfos, creados en el mundo del cine pero que tantas vecen han visitado el de los videojuegos, con peor y mejor fortuna. Desarrollado por Gearbox, creadores de la exitosa saga Borderlands, anunciaron este nuevo aliens producido por Sega al comienzo de la generación, en las Navidades de 2006. Algo que el estudio de Texas ha reconocido en más de una ocasión que fue un error, ya que realmente no lleva seis años en desarrollo, aunque esa es la sensación que todos tenemos.
Ya solo quedan dos meses para su lanzamiento, y Sega en un evento organizado en Londres nos ha dado la oportunidad de probar la campaña y el multijugador, en PC y en una versión muy cercana al código final que llegará a las tiendas. Pudimos jugar una demo para un jugador de unos 20 minutos, y después probar los modos multijugador Escape y Extermination, tomando el papel tanto de los marines como de los aliens.
Para quien todavía no lo sepa, Aliens: Colonial Marines se sitúa cronológicamente tras la segunda película de la saga, la espectacular Aliens de James Cameron, considerado uno de los mejores films de acción de todos los tiempos. Visitaremos lugares vistos en las películas como la colonia Hadley’s Hope, la nave espacial U.S.S. Sulaco y el satélite LV-426, una colonia de xenomorfos. Será fiel a las películas, con multitud de guiños y con muchas de las armas que hemos podido ver en los films, puro fan service. Aunque no tenemos tan buena memoria como para recordarlo, nos aseguraron desde Gearbox que incluso veremos daños en la localizaciones y aliens muertos exactamente de la misma manera en la que quedaron en la película.
Pudimos jugar la cuarta misión de la campaña, que se desarrollaba dentro de la Sulaco, tras andar un rato sobre la superficie de LV-426, con una espectacular ambientación. Cuando juguemos solos al resto de marines los manejará la inteligencia artificial, pero en cualquier momento si así lo queremos podrán entrar otros jugadores a la partida tomando el control de los marines, gracias a su cooperativo para cuatro, a lo Borderlands. Tardamos bastante en pegar nuestros primero tiros, pero la tensión se palpa desde el primer minuto en el que te metes en la nave, gracias a la opresiva y oscura atmósfera.
Uno de sus puntos fuertes sin duda será la terrorífica ambientación, uniendo en un shooter en primera persona hasta tres características que no suelen ir de la mano: acción frenética, terror y juego cooperativo. Aunque el desarrollo parece que será claramente lineal, teniendo que cumplir siempre un objetivo principal para continuar con la historia, hay cierto factor de exploración, y buscando un poco pudimos encontrar alguno de los coleccionables, como placas de identificación de personajes y grabaciones de audio, algunas relacionadas con las películas.
La jugabilidad es prácticamente idéntica a la de cualquier otro juego de acción en primera persona, aunque tenemos una barra de escudo, igual que en Borderlands, y luego tres segmentos de vida, que se recuperan parcialmente, por lo que habrá que curarse y recoger botiquines. Tras explorar varias estancias de la nave, tuvimos que colocar cinco sensores de movimiento en varias salas, y después comenzó la acción más intensa. Los aliens nos atacan desde cualquier posición, corren por las paredes, el techo, aparecen por trampillas, son muy escurridizos, lo que acrecienta la sensación de agobio. En una sala bastante amplia tuvimos que detener una numerosa oleada gracias a una torreta que los disparaba automáticamente, pero que no daba abasto con tanto xenomorfo.
Tras esto tuvimos que internarnos en una zona todavía más peligrosa de la nave, y cogimos una M56 Smart Gun, una potentísima ametralladora que localiza y dispara automáticamente, pero que pesa mucho y hace que nos movamos muy lentos, además de no poder usar el radar, por lo que es recomendable para combatir grandes grupos de aliens, pero siempre con un compañero cerca que nos cubra la espalda. El armamento será amplio y variado, con todo tipo de ametralladoras, rifles de pulso, lanzallamas. Además podremos mejorar a los personajes mediante los puntos de experiencia que obtenemos luchando, consiguiendo nuevas habilidades, características y pudiendo llevar nuevas armas y equipo, un aspecto en el que no tuvimos demasiado tiempo para profundizar.
El radar será una herramienta muy importante, tenemos un botón para desplegarlo y mediante imágenes y sus inquietantes pitidos nos muestra la posición de los xenomorfos, eso sí, solo cuando están en movimiento. Muy útil y casi imprescindible, es un elemento de la ambientación que por sí solo es capaz de ponernos nerviosos, aunque no podremos llevarlo siempre desplegado, ya que hay armas a dos manos que no nos lo permiten.
Para estas impresiones jugamos a la versión de PC, pero sentimos mucha curiosidad por ver cómo han implementado esta característica en la versión de Wii U. Puede ser genial tener en todo el momento el radar en la pantalla del GamePad, y que suenen los pitidos por sus altavoces, siendo muy inmersivo el tener que apartar la mirada del televisor para observarlo como si fuera el radar de verdad. Si lo hacen bien, puede ser uno de los usos más curiosos y prácticos del mando de Wii U hasta el momento.
Por lo demás da la sensación de ser un shooter bastante clásico, con detalles como los botiquines que nos recuerdan a los juegos de acción en primera persona de hace unos cuantos años. La gran ambientación y la cantidad y movilidad de los peligrosos aliens hacen que se produzcan situaciones de verdadera tensión, y en la demo que jugamos, aunque breve, nos llevamos algún que otro sobresalto. En la oscuridad de nuestra habitación, a oscuras y con unos cascos, puede ser una experiencia muy divertida, más todavía si jugamos en cooperativo con unos amigos.
Además de la campaña, tendremos varios modos multijugador competitivos de los que pudimos probar dos. En Escape dos equipos se enfrentarán, uno formado por xenomorfos y el otro por marines. La misión de los marines será cumplir una serie de objetivos con el fin de escapar de los aliens, y el objetivo de estos acabar con los soldados y evitar que se escapen. Los marines solo pueden reaparecer si al menos un compañero llega el próximo objetivo, mientras que los aliens pueden reaparecer indefinidamente. Se juega a dos rondas, y cada equipo acaba representando los dos roles; el bando que consiga escapar con los marines, o haya estado más cerca de hacerlo, será el ganador.
A los marines se les controla desde una perspectiva en primera persona, pero a los aliens, de manera acertada, se les maneja con una vista exterior, en tercera, ya que tienen una habilidad tan importante como correr por paredes y techos, y sería un tanto complicado hacerlo con una perspectiva en primera persona. Los xenomorfos pueden ver a sus enemigos a través de las paredes, lo que es una enorme ayuda, y cuentan con movimientos de ejecución, pero en comparación con los marines, son mucho más frágiles. Para acabar con un alien, basta con una buena ráfaga de disparos, siendo un alien, matar a un humano a golpes es muy complicado, y más si los marines están juntos y juegan por equipo. De ahí la importancia de las ejecuciones, un movimiento con el que si pillas despistado por la espalda a un marine, te lo cargas de una espectacular acción como arrancarle la cabeza o atravesarle el pecho.
Con los marines nos sentimos cómodos desde el minuto uno, controlarlos es como en cualquier otro juego de acción en primera persona, en cambio los xenomorfos son complejos y al principio frustrantes, requieren un periodo de adaptación, pero a la larga prometen ser muy satisfactorios por la cantidad de acciones disponibles que tienen. Tanto los humanos como los aliens tienen diferentes clases de personajes, más o menos rápidos, mejor a corta o larga distancia, lo que en los xenomorfos se refleja en razas muy distintas tanto en aspecto como en movimientos.
El otro modo que jugamos fue Extermination, en el que los marines tienen que atacar los puntos de exterminio, una bomba rodeada de huevos de xenomorfos que deben detonar, siendo el papel de los aliens evitarlo. Siempre hay dos puntos de exterminio simultáneos, para que haya dos rutas de ataque, y es algo parecido a un modo conquista, que como en Escape se juega a dos rondas, adoptando ambos equipos el rol de alien y marine. El diseño de los mapas nos gustó bastante, muy laberíntico y con recovecos y techos por los que pueden caminar los xenomorfos y preparar emboscadas, y pese a que no jugamos mucho tiempo nos dejó un buen sabor de boca.
Sobre los gráficos hay que decir que tanto a la campaña como al multijugador jugamos en la versión de PC, y aunque se movía fluido y con una buena ambientación como punto fuerte, no estamos ante un portento técnico en ningún aspecto, ni en físicas, modelados o efectos gráficos, todo es correcto pero no sorprende. Esto nos hace imaginar que en consolas se verá muy parecido, y que estaremos ante un buen juego gráficamente, pero en ningún caso sobresaliente.
Ya queda poco para enfrentarnos a los aliens de Gearbox
Se ha hecho de rogar, pero el próximo 12 de febrero por fin saldrá a la venta Aliens: Colonial Marines, para Xbox 360, PlayStation 3, Wii U y PC. Nos ha gustado lo que hemos jugado y visto, aunque no parece que nos vaya a sorprender de ninguna manera, es un shooter bastante clásico en casi todos sus aspectos, que seguro encantará a los amantes de las películas, ya que sus creadores las homenajean en multitud de detalles. Veremos qué tal funciona el cooperativo para cuatro, si es divertido y adictivo, si la campaña es variada y es capaz de mantener la tensión desde el principio hasta el final, consiguiendo un juego de acción terrorífico y frenético, y si el multijugador competitivo tiene la personalidad suficiente y consigue robar jugadores a otros grandes del género. Aliens se merece después de varios años un gran juego, esperamos que sea este.
