Alan Wake se había convertido casi en un mito. Anunciado en el X06 de hace tres años, donde de hecho fue mostrado el juego en movimiento, esta nueva producción de Remedy Entertainment, los creadores originales de Max Payne, sorprendió por su espectacular ambientación. Un escritor sin inspiración se refugiaba con su mujer en un pueblo del noroeste americano, en Montana, y tras la misteriosa desaparición de ésta, veía como su última novela se hacía realidad, pero no podía recordar qué iba a ocurrir después.
Poco después no se volvió a distribuir información del juego durante muchos meses, haciendo que los aficionados se preguntasen qué había pasado con este prometedor juego de acción y aventura. Tres años después, el juego está cerca de su finalización, aunque no llegará hasta primavera de este año 2010.
Aunque ha perdido parte de su impacto gráfico, Alan Wake parece un título único, una aventura con una sensacional ambientación, o eso nos pareció en la presentación que Remedy nos hizo en el E3.
La historia sigue siendo la misma. El pueblo que ha visitado Wake encierra un oscuro misterio, y el jugador está permanentemente desconcertado ante los acontecimientos. En la presentación se nos mostro la misma demo que enseñaron en la conferencia de Microsoft, situada al principio del juego, cuando todavá no se sabe qué es lo que pasa, pero Wake tiene claro que debe recomponer su novela, página por página, para hacerse una idea de ello. En esta parte del juego, tenía que acudir al encuentro de Rusty, el sheriff del condado, que al parecer estaba en posesión de varias páginas, pero justo cuando está a punto de llegar, comienzan a ocurrir cosas. Se encuentra con el agente herido, al borde de la muerte, y se tiene que enfrentar a unos seres oscuros que le atacan, y que parecen inmunes a las balas...
De esta forma Remedy nos presentó la mecánica del juego. Estamos sumidos en la oscuridad de la noche y el espíritu o fuerza maligna es poderosa en las tinieblas. Lo único que tenemos para hacerle frente es la luz, la auténtica arma del juego, que tendremos que combinar con disparos de nuestras armas para acabar con los enemigos. Estos son una especie de hombres o espectros poseídos por la oscuridad, que nos atacarán cuerpo a cuerpo o con armas blancas, y a los que solo podremos vencer si enfocamos con la linterna. En la demostración se notaba muy bien esto, comprobando que al dirigirles la linterna se echaban hacia atrás y eran vulnerables a las balas, y si "enfocabamos" la linterna, con un botón especificamente para ello, la luz les quemaba y las balas acababan con ellos, desintegrándolos.
La luz de la linterna no es la única que tenemos a nuestra disposición. Aparte de poder coger una linterna más potente, pero que consume más batería, también tenemos a nuestra disposición un considerable número de bengalas, que al lanzar acabarán con los enemigos rápidamente, sin necesidad de finiquitarlos con un disparo. Pero en Alan Wake no solo nos enfrentamos a enemigos de carne y hueso, que no son más que algunos de los tentáculos de esa fuerza oscura que parece haberse adueñado del pueblo. Los objetos que nos rodean cobran vida y nos atacan. En la demo veíamos cómo una televisión cobraba vida y se lanzaba contra nosotros, o un coche intentaba atropellarnos y nos salvaba, de milagro, un árbol en el camino. Hasta más adelante había un enfrentamiento ¡Con una excavadora bulldozer! que destrozaba la mitad de la casa en la que nos encontrábamos, y que teníamos que vencer, como exorcizar de ese espíritu malvado, enfocándola con la linterna y lanzándole bengalas.
Lejos de ser un mundo abierto, Alan Wake parece una aventura fuertemente diseñada para conducir al jugador por una serie de sucesos, sustos y eventos cinemáticos. Por ejemplo, en la misma demo nos veíamos rodeados de enemigos pero de repente encontrábamos un generador que activaba un montón de farolas, lo que nos creaba un camino de huída ideal hacia una especie de teleférico, en el que nos montábamos para seguir avanzando, pese a que había bandadas de pájaros "malignos" que intentaban cortar las cuerdas. Del mismo modo, el enfrentamiento ya mencionado contra la excavadora no sería posible si no tuviésemos que estar obligatoriamente en la casa que estábamos explorando en ese momento. Parece que alejándose de la tónica actual, Remedy ha creado una aventura lineal, compensando la falta de libertad con un guión digno de una película de terror. O mejor dicho, de una serie, pues al parecer le juego sigue fielmente la estructura televisiva, por episodios.
En la parte final de la demo, incluso teníamos ocasión de conducir un coche, cuyas luces eran absolutamente letales para los enemigos. Primero los debilitábamos con los faros del vehículo, y luego los atropellábamos, desintegrándolos, como si fuesen vampiros. La demo terminaba con la llegada a un faro, en teoría el lugar más seguro para Alan Wake... pero la luz de repente se apagaba.
Alan Wake nos ha dejado muy buen sabor de boca y tenemos muchas ganas de ver más. Parece un juego muy innovador por la forma de jugar y, sobre todo, una apuesta de Remedy por una aventura fuertemente guiada por la historia, alejándose de la búsqueda de mundos abiertos y libres, pero intentando compensar ello apostando por una narración que cautive al jugador. Tendremos que esperar algo más, hasta primavera, para ver lo que han logrado los creadores de Max Payne con este juego de terror.