Escribir los adjetivos "fresco" y "original" en un texto dedicado a un juego de acción multijugador es algo que llevábamos unos cuantos años sin poder hacer, pero tras haber jugado largo y tendido a la versión final de Splatoon no se nos vienen otras palabras a la cabeza que no sean esas. Palabras a las que le tendríamos que sumar una tercera: "divertidísimo".
Antes de seguir con nuestras impresiones, decir para quienes todavía no saben qué es Splatoon, que nos encontramos con un juego de acción en tercera persona especialmente orientado al multijugador online competitivo por equipos, aunque también cuenta con una campaña para un jugador sorprendentemente bien resuelta y entretenida, tal y como os comentaremos más adelante.
Una de las características diferenciadoras de esta nueva saga de Nintendo la tenemos en el hecho de que aquí controlamos a un Inkling, una raza de calamares humanoides capaces de cambiar de forma entre la humana y la de molusco. Precisamente es aquí donde empiezan las diferencias con el resto de juegos del género, ya que al controlar a estos seres lo que dispararemos es tinta. Sí, como lo leéis, Splatoon es un shooter que no va de matar al contrario (que también), sino de llenarlo todo de la pintura del color de nuestro equipo, al menos en su modo de juego principal.
Tenemos armas de todo tipo: francotiradores de pintura, pistolas, fusiles, metralletas, rodillos de pintura, etcétera. Y todas ellas cuentan con un buen número de variantes distintas que le dan un toque de profundidad al juego muy bien recibido. Algo que nos ha sorprendido, al menos durante los primeros diez niveles que hemos subido, es lo bien equilibradas que están todas las armas. En ninguna partida hemos visto ninguna que domine sobre las demás ni nos hemos sentido en desventaja ante nadie.
Sí, armas como el rodillo pueden sorprendernos durante las primeras partidas y darnos la sensación de que son demasiado poderosas, pero nada más lejos de la realidad, ya que una vez que empiezas a comprender su funcionamiento, te das cuenta de sus debilidades y aprendes a combatirlas. Además, tenemos que destacar lo divertidas que son todas de utilizar, transmitiendo unas sensaciones muy buenas con cada disparo y cada ataque.
Nuestro arsenal se divide en tres armas distintas: una principal, otra secundaria y una especial. La primera será la que defina las otras dos que tengamos, de modo que es perfectamente posible que nos guste arrasarlo todo con un determinado tipo de Lanzatintas pero no nos entusiasme demasiado alguna de las otras dos armas que incluye el "pack". Hay muchas variantes y combinaciones diferentes, y muchas se adaptan mejor o peor según el mapa y el modo de juego en el que compitamos, por lo que os recomendamos que aprendáis a usar varias para ser todo lo versátiles que podáis en la batalla.
En lo que respecta a las armas secundarias, estas suelen ser cosas como granadas, bombas, minas o cortinas de pinturas, aunque mucho ojo con ellas porque suelen gastar más tinta de lo normal. Finalmente tenemos las especiales, que son las más poderosas de todo el juego. Para poderlas utilizar necesitaremos rellenar un medidor que se irá cargando a medida que vayamos pintando el escenario y matando a nuestros rivales, y van desde transformaciones en kraken hasta escudos protectores que nos hacen invulnerables, misiles guiados o bazucas, por mencionar algunos ejemplos.
Eso sí, el juego no es solo disparar y poco más, ya que hay un fuerte componente plataformero que nos dará una enorme movilidad: la capacidad de transformarnos en calamar. Con solo pulsar un botón pasaremos a la forma de molusco, algo que nos permitirá atravesar algunas rejas, camuflarnos en la tinta de nuestro color y nadar a toda velocidad por ella, permitiéndonos también escalar paredes y estructuras, así como dar grandes saltos si conseguimos pillar el suficiente impulso.
Además, la única forma de recargar "munición" es nadar en la pintura de nuestro color, por lo que os podéis hacer una buena idea de la profundidad que llega a esconder el título y la de técnicas avanzadas y estrategias que llega a ofrecernos su jugabilidad, con unos tiroteos intensos, rápidos y muy frenéticos en los que a veces se producen incluso duelos interesantísimos y plenamente satisfactorios cuando nos coordinamos bien con nuestros compañeros.
Desde que se mostrara por primera vez durante el E3 del año pasado, una de las críticas más repetidas que ha recibido Splatoon era el hecho de que solo se pudiera mirar hacia arriba y hacia abajo moviendo el GamePad, algo que en la versión final no será así y desde el menú de opciones podremos escoger si jugar utilizando el giroscopio o únicamente el stick derecho. Hasta nos dejarán regular la sensibilidad y la velocidad a la que movemos la cámara.
Habiendo probado los dos, nosotros al final nos hemos quedado con los controles con giroscopio, ya que una vez acostumbrados se nos han hecho sorprendentemente precisos, cómodos e intuitivos, aunque esto no deja de ser una cuestión de gustos y de encontrar la configuración que mejor se adapte a vuestras necesidades.
Tras cada partida multijugador que juguemos, ganaremos dinero y puntos de experiencia, lo que nos permitirá comprar mejores armas y accesorios en la ciudad principal, un sitio muy inspirado en Shibuya (Tokio, Japón) y desde el que accederemos a todos los modos y tiendas. Mientras más nivel tengamos, mejores artículos encontraremos. Mencionar que la ropa no es únicamente estética, ya que cada una nos dará diferentes potenciadores, como más defensa, ataque, recarga de tinta más rápida... Es más, la ropa también puede subir de nivel, ya que muchas prendas incluyen uno o varios huecos vacíos de habilidades, de modo que si competimos utilizando ese equipo, este subirá de nivel, lo que nos permitirá desbloquear un potenciador adicional de forma aleatoria.
Para facilitarnos un poco la tarea de encontrar el equipo que queramos, por la ciudad nos encontraremos los personajes de otros jugadores en forma de NPC. A estos los podremos inspeccionar para valorar su mensaje de miiverse y comprobar su equipo. Si alguna de sus prendas nos gustan, las podremos encargar para que nos las traigan al día siguiente a una tienda especial.
En cuanto a los modos de juego, lo cierto es que no hay mucho entre lo que escoger y todos los online son de cuatro contra cuatro. Para partidas "por diversión" y sin puntuar, tenemos el modo Territorial. Aquí nuestro único objetivo será llenarlo todo de pintura en el tiempo límite que nos dan para que al final de la partida hayamos pintado más que el equipo contrario. A pesar de que en el GamePad podemos ver un mapa donde se nos indican las zonas pintadas por cada equipo (algo que también nos puede dar pistas de dónde se encuentran los contrarios, ya que este se actualiza en tiempo real), no será hasta el final de la batalla cuando nos digan las puntuaciones de cada equipo, de modo que muchas veces tendremos que "intuir" durante los enfrentamientos quién va ganando.
Esta modalidad nos ha parecido divertidísima y muy original, ya que nos obliga a cambiar un poco el chip para centrarnos en pintar todo lo posible. Evidentemente, matar al equipo contrario es importante, ya que esto los enviará de vuelta a base y les hará perder unos valiosos segundos que podremos aprovechar para llenarlo todo de nuestro color, pero no es el objetivo. Aquí es perfectamente posible hacer una mala relación de bajas/muertes, ganar la partida y quedar entre los primeros de nuestro equipo, aunque tampoco es lo normal.
Hablando de reapariciones, aquí cuando resucitemos en base podremos tocar en el GamePad a alguno de nuestros compañeros para realizar un gigantesco salto hasta su posición, pero mucho cuidado con esta técnica, ya que el lugar en el que aterrizaremos se señalará con una marca visible para el equipo contrario, algo que pueden aprovechar para dejarnos algún tipo de "regalito" y matarnos antes de que tengamos tiempo para reaccionar.
El otro modo de juego solo lo desbloquearemos cuando seamos nivel 10 y a diferencia de Territorial, este será puntuado, de forma que nuestra actuación en cada partida será valorada, permitiéndonos subir de rango o incluso bajar si no lo hacemos demasiado bien. Este rango se utiliza para el sistema de emparejamiento, por lo que mientras más subamos, mejores jugadores nos encontraremos. Un sistema que nos parece todo un acierto por parte de Nintendo y que nos encantaría ver en otros juegos online de la compañía, ya que nos anima constantemente a mejorar y a jugar con un objetivo más allá de la simple y pura diversión (es decir, llegar a lo más alto y ser competitivos).
En dicho modo nos tocará conquistar una zona determinada del mapa llenándola con la tinta de nuestro color. Una vez conquistada, empezaremos a restarle puntos al equipo contrario solo por mantenerla bajo nuestro control, por lo que os podéis imaginar las escabechinas que se llegan a producir, ya que se trata de una modalidad que junta a todos los jugadores en el mismo punto para que sea un enfrentamiento constante. Como acabamos de subir a nivel 10, todavía no hemos podido profundizar en esta modalidad, aunque las primeras impresiones con él han sido muy buenas.
El sistema de emparejamientos nos ha sorprendido por la velocidad a la que funciona, ya que ahora mismo estamos jugando en una versión para prensa, por lo que el número de usuarios con el juego a día de hoy es muy reducido, algo que no nos ha impedido encontrar partidas en segundos y sin casi tiempos de espera.
Y por si esto fuera poco, la estabilidad de los servidores es digna de elogio: sin lag de ningún tipo ni caídas extrañas, que hacen del online de Splatoon el mejor que hemos visto nunca en un juego de Nintendo. Toda una gozada, por lo que esperemos que se mantenga así cuando llegue a las tiendas (y tras el exitoso resultado de la demo que se celebró durante la semana pasada, tenemos motivos de sobra para mantenernos optimistas).
Pero Splatoon no vive solo de su vertiente online, ya que también tenemos dos modos offline. El primero de ellos y el más importante es su campaña para un jugador, que podríamos tratar prácticamente como si se tratara de un juego totalmente distinto, aunque haciendo uso de las mecánicas jugables de Splatoon.
Aquí tenemos una treintena de niveles (contando los de jefes finales) que nos llevarán a vivir una aventura de plataformas 3D muy clásica y que por momentos nos recordará a esa joya llamada Super Mario Galaxy por su planteamiento (aunque salvando las distancias) . Aquí nuestro objetivo será llegar del punto A al B mientras nos movemos por diferentes islas flotantes enfrentándonos a un ejército de pulpos y superando plataformas que nos obligarán a poner en práctica hasta la última de nuestras habilidades.
Todavía es muy pronto como para valorarlo, ya que solo vamos por la mitad, aunque todos los niveles que hemos jugado hasta ahora han sabido ofrecernos alguna mecánica totalmente nueva y única que los hacía diferentes del resto. Avanzar esquivando misiles de pintura, plataformas invisibles que teníamos que pintar para poderlas ver, escaladas por estructuras con plataformas móviles, esponjas que se agrandan con nuestra pintura y que se vuelven pequeñas con la de los pulpos, batallas contra enemigos que se mueven igual que nosotros, espectaculares jefes finales de corte clásico, etcétera.
Una modalidad que por lo que llevamos nos está gustando mucho y que desprende toda la imaginación e inventiva a la hora de diseñar niveles por la que se ha caracterizado Nintendo a lo largo de los años y que si bien no deja de ser un "extra" (la "chicha" de Splatoon la tenemos en su online), nos está haciendo pasar muy buenos momentos. Además, en cada pantalla hay un pergamino oculto que suele estar más o menos bien escondido, lo que les añade un toque de rejugablidad. Nuestra única pega de momento es que nos está pareciendo muy fácil (no hemos muerto todavía ni una sola vez en todo lo que llevamos), aunque ya profundizaremos mucho más sobre él en su análisis cuando lo completemos.
El otro modo offline lo tenemos en una especie de modo Versus (admite juego local) en el que tendremos que competir en uno contra uno para ser el jugador que más globos explote. Esta modalidad nos está resultando la más floja de todo el juego, aunque en realidad no deja de ser una especie de modo práctica con la que entrenar antes de dar el salto al online.
Gráficamente el título luce muy bien, con todo el colorido habitual de los juegos de Nintendo, con un apartado artístico que desprende mucha personalidad e imaginación, así como unos buenos modelados de personajes. Los escenarios también están muy cuidados y repletos de detalles y el efecto de la tinta al impactar sobre cada superficie está realmente logrado, resultando incluso tremendamente satisfactorio. Y todo ello moviéndose a una robusta tasa de 60 imágenes por segundo, lo que aporta mucha fluidez al conjunto. Lo único que no nos ha terminado de convencer demasiado es la falta de un buen antialiasing, ya que los dientes de sierra son más visibles de lo que nos hubiera gustado (y puestos a pedir, una resolución de 1080p en vez de 720p tampoco habría estado de más).
El sonido también está a muy buen nivel, con una banda sonora muy cañera y pegadiza que nos mete de pleno en cada partida, subiendo los niveles de frenetismo y adrenalina de los enfrentamientos, aunque por lo que hemos escuchado no parece especialmente variada y extensa. Por otra parte, los efectos son realmente buenos. Doblaje como tal no hay, ya que los personajes solo emiten unos extraños sonidos en un idioma inventado cuando hablan.
En definitiva, nos lo estamos pasando genial con Splatoon, hasta el punto de habernos encontrado jugando hasta tres horas de más tras decir por primera vez "una partida más, lo dejo y me pongo a escribir las impresiones". Si bien es cierto que hemos detectado ciertas ausencias más o menos graves (¿dónde está nuestro chat de voz, Nintendo?) y una aparente falta de contenido inicial (dos modos online y cinco mapas multijugador de salida) que queremos ver hasta qué punto influye en su diversión a medio y largo plazo, lo nuevo de Nintendo en exclusiva para Wii U no puede pintar mejor, literalmente. Ahora, si nos disculpáis, tenemos una guerra de calamares que ganar.