Es lógico que un juego tan esperado como Super Mario Galaxy 2 despierte ciertas reticencias y que los aficionados que tienen grabados en su mente los buenos momentos que han pasado con el título anterior sientan inquietud. Hay miedo por si la música estará al mismo nivel, si no será una simple sucesión de niveles ya vividos y si realmente aportará algo nuevo. Hemos podido probar durante unas horas el juego y la conclusión es que no hay lugar para temores.
Nintendo ya había mostrado cómo cambia la jugabilidad con la llegada de Yoshi, que te permite flotar, acabar con los enemigos a cierta distancia, saltar más alto y surcar los niveles a una velocidad de vértigo, y ahora ha desvelado algunos puntos más del título. El motor de juego es el mismo, y se agradece, aunque se han mejorado las texturas y la iluminación.
Pero los cambios más destacables se han producido en la jugabildiad. Desde casi el principio llama la atención el nivel de dificultad. Super Mario Galaxy 2 es mucho menos indulgente que su predecesor. Ahora tendrás que demostrar tu capacidad plataformera.
Pero, al mismo tiempo, quiere mostrarse accesible a aquellos menos experimentados o pacientes con las exigencias del juego, y les tiende una mano en forma de ayudas de vídeo para superar las partes más difíciles de los niveles o, directamente, permitiéndoles llegar hasta la estrella por un atajo, aunque el destello conseguido será de bronce y no de oro. Por si fuera poco, el juego vendrá con un DVD con pistas. Nadie se sentirá así frustrado por un exceso o defecto de dificultad para jugar. Si te gustan los retos, tendrás suficientes, y si lo que te apetece es recorrer la galaxia sin mayores dificultades sólo tienes que utilizar esas ayudas.
Unas galaxias bien definidas y una nave para Mario
Tras el preceptivo secuestro de Peach empiezas con una galaxia en la que debes afrontar el berrinche del bebé dinopiraña. Verás novedades como unos puntos de control que ahora tienes que activar y las pantallas de televisión que te explican cómo superar alguna parte difícil del nivel pero sí, todo suena a ya vivido.
Cuando empiezas a pensar que poco te va a aportar el juego, Super Mario Galaxy 2 empieza a desatar toda su fuerza y entiendes que ese principio es una extraña forma de humor que está presente en más partes del juego. Es la primera de una serie de conceptos y sorpresas que nos llevan a pensar que si a alguien tiene que temer que le desbanque Super Mario Galaxy es a su continuador.
Mario se desplazará esta vez con una nave que tiene la forma de su cabeza, y por un menú similar al de Super Mario World. Es el primero de una serie de autohomenajes que constituyen todo un guiño a los seguidores de Mario, que se emocionarán oyendo melodías muy queridas, reviviendo situaciones añoradas y sintiendo que todo es, a la vez, tan nuevo y tan conocido.
En la nave tendrás al destello glotón que se puede transformar si le das destellos, y otro destello que ejercerá de banco en el que puedes almacenar los trozos de estrella que hayas recolectado e incluso pasárselos a otro jugador de la consola.
Las galaxias, aunque con componentes ya conocidos, tienen una gran variedad y están diseñadas con un gusto exquisito y una personalidad completamente diferenciada. En ocasiones te encontrarás con un mono con gafas de sol que te ofrecerá retos de tiempo, algunos tan delirantes como conseguir todas las monedas del escenario mientras te persiguen sombras de Mario en un número cada vez mayor, de tal forma que cuando el cronómetro está a punto de acabar el minijuego es una locura, todo ello sin ralentización alguna. Otro que volverás a ver es el robot basurero, aunque ha perdido su peculiar acento andaluz.
En la segunda galaxia te das cuenta también de otros detalles, como que la dificultad es mucho mayor y entrará en acción Yoshi mostrándote una nueva jugabilidad que irá creciendo en cada nivel hasta convertirse en uno de los puntos esenciales del juego. También hará su aparición Luigi, quien se ofrecerá a jugar contigo en lugar de Mario al principio de cada galaxia. Tiene su importancia porque entrar primero como Luigi te permitirá después contar con una referencia la siguiente vez que te sumerjas en esa galaxia.
En el primer juego tenías que coger todas las estrellas de Mario para jugar con Luigi, pero en eta ocasión podrás decidir. Cuando hayas cogido las primeras 120 estrellas tendrás que volver recorrer los seis mundos, pero en esta ocasión las segundas 120 surgirán en otros puntos del mapa.
Ampliación del fondo de armario con tres trajes nuevos
Lo hemos visto hacer de mapache, de helicóptero y hasta de abeja. Ahora Mario incorpora a su fondo de armario tres trajes nuevos. Pese a que cada uno de ellos supone una jugabilidad diferente y estrategias distintas para superar las fases desde el primer minuto los asumirás como si llevases toda la vida viendo a Mario con características tan peculiares.
El primer traje, que ya se había visto, es el trompotaladro que permite a Mario atravesar los planetas de tierra. Si al otro lado encuentra algo muy duro o metálico, rebota con un fuerte impacto que le devuelve a su posición inicial. Debes pensar qué encontrarás durante y al final de tu camino antes de lanzar a Mario por las entrañas del planeta con una sensación muy real de fuerza.
El traje nube inicialmente puede parecer una excusa al principio al utilizarlo en situaciones que se podrían resolver muy bien con plataformas tradicionales. Con un aspecto que le da un aire de cocinero, hasta tres nubes flotan sobre la cabeza de Mario. Agitando el mando surge una nube esponjosa cuadrada bajo los pies del protagonista, permitiéndole llegar a sitios inalcanzables de otra manera.
Parece un poco limitador que cada vez que coges un traje tengas sólo para crear tres nubes, pero hay tantos puntos en los que recargarlo que casi nunca te darás cuenta de este detalle, sobre todo si piensas con cuidado dónde lanzar las nubes. Si ves que en un punto sopla el viento, la nube que coloques se desplazará en la dirección del aire. Es un poco desconcertante que Mario tenga ahora un cierto control sobre la plataforma que lo sustenta o sobre la que va a saltar, pero es definitivamente gratificante. Además, mientras llevas puesto el traje de nube pesa menos y puede saltar más.
Por último, Mario estrenará un traje roca. Es un poco más complicado de manejar toda vez que al agitar el mando Mario se convierte en una piedra rondante que atraviesa velozmente el planeta en la dirección que le indiques hasta que impacte contra un objeto del escenario, lo que lo convierte en una especia de pinball. Igual que sucede con el traje abeja o el de nube, desaparece si tocas el agua.
Estos nuevos trajes, unidos a la extraordinaria innovación que supone la incorporación de Yoshi al juego y la gran variedad en las galaxias que visitarás, enriquecen de tal forma a Super Mario Galaxy 2 que no tienes la sensación nunca de que se está explotando una fórmula que funcionó y que no muestra indicios de agotamiento en ningún momento.
