En la pasada generación de consolas, gracias a la potencia bruta disponible en aquellas máquinas, se prodigó mucho el género de "Yo contra el Barrio" en 3D. Con la serie Warriors de Koei como abanderada del género, fueron muchos los juegos que probaron suerte con más pena que con gloria. Una de las que lo intentó fue Capcom con Sengoku Basara, un juego donde se respetaban las premisas del aclamado Dynasty Warriors pero aportando un sistema de juego más estratégico y pulido que la mayoría, y aunque en su exportación a Europa bajo el nombre de Devil Kings no salió bien parada, la serie se vio seguida por varios juegos que nunca han salido de Japón sin mencionar las series de manga y anime.
Afortunadamente la última entrega de la saga, este Sengoku Basara: Samurai Heroes sí va a ver la luz en nuestro país y esta vez conservará el nombre original. El título saldrá para PS3 y Wii, aunque la versión que hemos podido probar en detalle es la de la consola de Nintendo. Os contamos que nos ha parecido y que podéis esperar de la versión para la máquina de Sony, ya que el estilo de juego y los contenidos serán los mismos.
Sobre todo tajos y mamporro
La energía con que se presenta Sengoku Basara: Samurai Heroes es un claro ejemplo de la experiencia de juego que ofrece: un juego frenético donde el jugador tiene que esforzarse en alcanzar lo antes posible sus objetivos, eliminando a los cientos de enemigos que se interpongan en su camino y poniendo a prueba su pericia contra otros rivales destacados. Cuando no tuvimos que derrotar a un líder de escuadrón, tuvimos que hacernos con los depósitos de arroz del enemigo, pasando por abrir puertas o simplemente huir. Esto es sin duda lo que diferencia este juego del resto del género. Las misiones que tenemos que cumplir no solo se adaptan bien a la ambientación del escenario en cuestión, sino que hacen que no todo sea pegar y pegar. Bueno, en realidad sí, pero se trata más de pegar con sentido, yendo siempre a por los objetivos claves y no tanto merodeando, pues aunque hayamos conquistado un punto clave del mapa de batalla, el rival podrá recuperarlo nuevamente y ponernos contra las cuerdas.
Podemos decir que durante las horas que le hemos dedicado a la demo, hay suficiente variedad de misiones y objetivos para que no parezca que siempre estemos haciendo lo mismo, aunque claro está, cuando en un juego no cesan los enemigos esa sensación de limitarse a destrozarlo todo siempre está ahí. El sistema de combate creemos que es lo suficientemente sólido y divertido como para que los más exigentes disfruten aporreando a sus rivales, pues a un sistema de combinaciones de golpes no demasiado complicado se le une un progreso de personaje basado en la mejora de nivel adquiriendo experiencia en las batallas, como si de un RPG se tratase, y que permite configurar las armas y algunas de sus habilidades especiales, incluyendo la forja de accesorios para las armas los cuales aportarán las propiedades debidas y dan un toque extra de rejugabilidad al juego.
A la hora de jugar podremos hacerlo con el mando de Wii y el nunchuck o con el mando clásico, funcionando ambos controles perfectamente. Tendremos a nuestra disposición golpes básicos, golpes fuertes, saltos y una combinación de poderes que cubre las necesidades básicas de cada personaje, a parte de la posición defensiva y los movimientos evasivos. Y decimos de cada personaje, por que el estilo de combate de cada uno de ellos es totalmente diferente, pues cada uno de ellos tendrá un arma diferente, como tridentes, pistolas o incluso 6 espadas a la vez.
Una historia que no se repite.
En esta versión hemos podido disfrutar de la historia de 6 de los 15 personajes que entrarán en la versión final del juego, y aunque lo visto hasta ahora a nivel de narrativa no nos ha impresionado, creemos que han intentado dotar de mayor personalidad a los personajes. El esfuerzo hecho se nota sobre todo con algunos personajes y situaciones, que parecen burlarse del género o buscar clichés extremos con intención de divertir al jugador, y hasta ahora lo consigue.
La verdad es que la narrativa del juego es un poco compleja de seguir, pues todas esas batallas y alianzas que se suceden no parecen tener explicación alguna, por lo que durante nuestras sesiones de juego nos quedamos un tanto extrañados y sin saber qué era lo que estaba pasando y por qué. No obstante, se nota cierto esfuerzo en los puntos clave de la historia de los personajes, donde incluso llegaremos a ver escenas tanto generadas con el motor como de películas de video. Una pena que todas las voces del juego estén en inglés, ya que aunque durante las escenas de video resulte posible leer los subtítulos, durante las batallas es prácticamente imposible leer los subtítulos y por ende, aquellos que no dominen la lengua de Shakespeare tendrán dificultades para seguir la narrativa.
Como decíamos, el modo historia se desarrolla en Japón, en donde cada prefectura está dominada por un escuadrón. Sus líderes se enfrentan o se alían entre sí según como actuemos nosotros, aunque de momento no hemos podido aclarar si hay un componente aleatorio o todo depende de las acciones del jugador. Así, estos pactos nos darán nuevos objetivos, pero siempre conservando el enemigo principal del jugador como líder del grupo rival. Este componente hace que haya mayor variedad de misiones y situaciones y nos plantean a menudo varios caminos a seguir en el modo historia.
Un motor muy potente
La factura técnica del juego es muy buena. Con una claridad visual destacable, un buen nivel de detalle y una cantidad de enemigos en pantalla digna de mención, el juego en ningún momento sufre problemas de imágenes por segundo, por lo que la animación y todo lo que sucede en el juego es fácilmente identificable, salvo por algunas decisiones artísticas que confunden al usuario un poco, como puede ser el parecido entre tropas aliadas y tropas enemigas. De hecho, hasta que no aprendimos a ver los detalles que distinguían los objetivos de los soldados normales pasaron un par de niveles caóticos. No obstante es algo que con un poco de voluntad se supera.
Además, el juego soporta un modo multijugador a pantalla partida donde ambos jugadores pueden jugar por igual y sin problemas. Ni siquiera tuvimos problemas con la tasa de imágenes por segundo o problemas por la falta de nitidez en pantalla, y todo ello acompañado de una excelente banda sonora y unos efectos de sonido muy contundentes. El motor del juego, el famoso MT Framework en su versión Lite, luce muy sólido y potente en este juego pues la única pega que le podemos achacar es a la generación repentina de enemigos muy cerca del jugador, pero con tal cantidad de ellos y los detalles gráficos en el escenario, creemos que es algo prácticamente inevitable en la Wii. Una pena que el juego no vaya a tener ningún modo de juego online pues hubiera sido la guinda del pastel.
Con ganas de seguir dándole
Sengoku Basara: Samurai Heroes nos traerá de vuelta la acción directa con cientos de enemigos y parece ser que no solo lo hará con un juego frenético y divertido, sino que también ofrecerá horas de juego. Unos personajes de fantasía basados en un Japón feudal prometen hacer las delicias de los aficionados a este estilo de juego, en un juego que parece estar a la altura de lo esperado, sin olvidar que aún no hemos visto todos los modos de juego. Solo hace falta esperar a que Koch Media, la distribuidora del juego en nuestro país, de el pistoletazo de salida para que lo podamos disfrutar por completo.
