Lo primero que vimos de este título fue una animación flash que mostraba unos hombres seta con una estética muy peculiar. Poco más nos dijeron del juego que se desarrollaba para Wii y NDS, salvo que estaría centrado en una guerra entre hombres seta y que podríamos fabricar nuestras propias armas. Tuvimos que esperar mucho tiempo para ver las primeras imágenes, que sorprendieron a aquellos que pensaban que el título no era más que humo y que nunca saldría a luz. Pero Mushroom Men era una realidad que gustó a muchos por su estética y el trabajo que se apreciaba en las capturas mostradas, con un apartado técnico bastante aceptable. Recientemente, cuando quedan pocos meses para el lanzamiento del juego, hemos podido probar el título y nos hemos hecho una idea de lo que el título de Red Fly nos quiere ofrecer.
Mushroom Men nos contará como un meteorito cae en la Tierra, y aunque para los humanos este impacto no ha tenido consecuencias, la realidad es que gracias a él, multitud de pequeñas criaturas han tomado consciencia. Así, setas, plantas y otras criaturas se transforman en seres inteligentes y pronto estalla una guerra en este nuevo mundo.
En este escenario encontramos a Pax, un hombre seta que por culpa de un accidente destruye el símbolo sagrado de su aldea y es expulsado de la misma, siendo su misión desde ese momento encontrar otro símbolo sagrado que lo sustituya. Puede que Pax no parezca un gran héroe, ya que su aspecto algo enclenque no se puede comparar al de otros héroes de los videojegos, pero afortunadamente contará con otras habilidades que le harán su misión más sencilla.
Y es que gracias al meteorito, nuestro protagonista contará con poderes especiales, como telequinesis, una mano elástica que le permitirá agarrarse de plataformas alejadas o un poder que le permitirá interactuar con algunas plantas y otros elementos. Para usar estos poderes empleará el poder de las esporas, representado por una barra que se recargará con el tiempo y según eliminemos a enemigos. Además no se defenderá solo con sus manos, sino que contara con un gran número de armas que irá creando el mismo. Para ello tan sólo tendrá que combinar otras armas que ya tenga en su poder, consiguiendo con esto crear distintos tipos de armamento, cada uno de los cuales será más efectivo con un tipo de enemigo.
En su aventura, Pax se enfrentará a escenarios que le resultarán enormes debido a su escala. Así, en el nivel que jugamos, nos encontramos en una habitación donde el mobiliario era enorme en comparación con nuestro protagonista. Debido a esto tendremos dificultades para subirnos en sillas, cajas o estanterías, aunque para ayudarnos contaremos con la mano elástica que nos permitirá llegar a casi cualquier sitio. Esta escala estaba muy conseguida, sobre todo por la altura de los escenarios, que nos hizo sentirnos muy pequeñitos. Los dos niveles que vimos estaban formados zonas relativamente pequeñas en cuanto a superficie, pero con gran altura, lo que hace que la sensación de amplitud esté lograda.
A la hora de afrontar los niveles, al menos en los dos que pudimos ver, se nos presentarán una serie de objetivos antes de enfrentarnos a un jefe final. En la partida que jugamos, debíamos enfrentarnos contra cinco conejos antes de luchar contra el jefe de ellos. Para vencer a estos conejos podremos lanzar un ataque directo que seguramente tenga poco éxito debido a la fuerza del enemigo o usar el escenario para acabar con él de forma más indirecta pero segura. Esta segunda forma, aparte de ser la que menos nos pondrá en riesgo, será la más interesante, ya que ver el escenario para descubrir que podremos utilizar en nuestro favor es tremendamente divertido. Además, en algunos casos podremos elegir en qué orden deseamos cumplir estos objetivos, aunque es cierto que en ocasiones deberemos cumplir algunos de ellos en concreto para desbloquear otros.
En el otro escenario que pudimos ver se repetía el patrón, sólo que en esta ocasión debíamos enfrentarnos a cinco guerreros de una tribu de hombres seta con clara inspiración oriental. Cada uno de estos luchadores era diferente, con su propio aspecto y sus técnicas personales, por lo que cada enfrentamiento era diferente. Por lo que pudimos ver, los dos niveles comparten la misma mecánica (derrotar a cinco enemigos especiales antes de ir al jefe final), aunque esperamos que no ocurra con el resto de los niveles, pues aunque vimos bastante variedad en las situaciones, si se repite una y otra vez la misma mecánica podría resultar algo tedioso. Por lo que se nos contó, el juego tendrá nueve niveles, estando formado cada uno de ellos por dos o tres secciones, algo que nos garantiza juego para rato. Además, según vayamos avanzando en nuestra aventura iremos desbloqueando ilustraciones y música del juego.
Como decíamos, la gracia del juego será recorrer los escenarios para poder derrotar a nuestros enemigos de forma indirecta. Esto hace que el juego tenga un fuerte componente de plataformas, algo que resulta divertido por el diseño de niveles. Según avancemos nos encontraremos con enemigos menores que nos darán la lata, aunque tampoco nos pondrán las cosas muy difíciles a poco que sepamos manejar nuestras armas. Desgraciadamente en los dos niveles que vimos tan sólo nos encontramos con arañas, algo que esperamos que cambie en la versión final y que podamos enfrentarnos a un gran variedad de enemigos. A la hora de enfrentarnos a ellos, agitaremos el mando de control para atacar y nos cubriremos con nuestra cabeza si pulsamos C. En los combates el control no presenta problemas, algo que no podemos decir de la cámara, que en ocasiones se mueve y nos deja vendidos ante nuestros enemigos sin que podamos hacer nada para colocarla de nuevo de forma rápida (tendremos que hacerlo con la cruceta). Se echa de menos una opción de situar la cámara tras el personaje de forma automática, algo que nos facilitaría la aventura y que esperamos que se incluya en la versión final.
Pero aunque el control funciona en los combates, no podemos decir lo mismo en otras situaciones. Y es que a la hora de apuntar con el mando hacia la pantalla nos encontramos con serias complicaciones. A la extrema sensibilidad del puntero se le suma el pequeño tamaño de los elementos a los que tendremos que apuntar, lo que hace que muchas veces acertar sea más cuestión de suerte que de otra cosa. Por lo que nos contaron los desarrolladores este problema está pendiente de solucionarse, por lo que contamos con que en la versión final no tengamos que preocuparnos por ello.
Gráficamente el juego se nota trabajado, ya que cuenta con bastantes elementos en pantalla, estando los escenarios muy llenos, y con un diseño de niveles bastante interesante. Esto sin embargo contrasta con la geometría algo simple de los elementos y con una paleta de colores que nos pareció algo limitada y demasiado oscura. Aún así debemos admitir que los escenarios cumplen su objetivo de hacernos sentir pequeñitos y meternos dentro del juego. Algo que ayuda a la sensación de estar dentro de esos escenarios es el hecho de que no aparezca ningún marcador en pantalla. La vida está indicada por la cabeza de Pax, que se irá rompiendo según nos den golpes, dejando al descubierto su cerebro. La barra del poder de esporas que tengamos, así como las acciones que podremos llevar a cabo con los elementos aparecerán cuando movamos el puntero por la pantalla, lo que sin duda es todo un acierto.
Mushroom Men nos ha parecido una propuesta interesante, aunque tiene ciertos problemas que afectan directamente a la jugabilidad, como la cámara o los problemas con el puntero. Esperamos que se solucionen de cara a la versión final, pues nos ha parecido que el juego está bastante trabajado y nos ha parecido que será muy divertido. Aún queda mucho por ver, como que otros tipos de misiones habrá o si la variedad de situaciones seguirán siendo tan variedades y bien planteadas como las que vimos, pero de momento vamos a darle un voto de confianza a este título.