Leyendas Pokémon Z-A sigue la filosofía de Leyendas Pokémon Arceus, esto es, probar nuevas ideas, sistemas y estructuras quizá demasiado arriesgadas para estrenarlas en un Pokémon principal; aunque, como se vio en Pokémon Escarlata y Púrpura, algunas de ellas pueden acabar en las ediciones posteriores. Si el videojuego de 2022 agilizó los combates por turnos e incluyó mecánicas de sigilo para la captura, el que se estrena el 16 de octubre en Switch y Switch 2 materializa el deseo de muchos seguidores de la licencia que ven obsoletos los turnos: es un RPG de acción con combates en tiempo real.
La demo que hemos jugado en Gamescom tiene dos partes. La primera es un aperitivo de los nuevos combates y de una de las secciones recurrentes en la estructura de la partida. Los enfrentamientos en tiempo real aúnan la acción con los elementos intrínsecos de la saga: la afinidad y debilidad de tipos, la reducción o aumento de estadísticas, los cambios de estado, y en momentos más avanzados de la aventura que la sección que nos tocó jugar, la Megaevolución estrenada en Pokémon X/Y —lo nuevo de Game Freak se ambienta en una versión renovada y ampliada de Ciudad Luminalia, la urbe principal de esos juegos para Nintendo 3DS—.
Enfrentamientos en tiempo real con aroma de MMORPG
Los combates uno contra uno (desconocemos si se implementarán otras modalidades) comienzan sin transiciones. Con la cruceta cambiamos al instante entre los diferentes Pokémon de nuestro equipo. Al apuntar al Pokémon rival con el gatillo izquierdo, los cuatro botones frontales ejecutan los hasta cuatro movimientos que puede aprender un Pokémon. Esos ataques, magias defensivas y poderes de cambios de estado, entre otros, tienen un tiempo de recarga diferente.
Así, hay que identificar rápidamente las debilidades del Pokémon contrario, ser ágiles para cambiar de criatura si es necesario, y tener en cuenta el tiempo de recarga de cada movimiento y cuánto tarda en ejecutarse. Además, con ciertos ataques (que pueden ser directos o en área) se debe atender a las distancias.
No controlamos directamente a los Pokémon, sino que les damos órdenes mientras nosotros, como Entrenador, nos movemos. Así, es un combate que deja sensaciones a medio camino entre las de un RPG de acción estilo Diablo y las de un MMORPG. Los enfrentamientos que jugamos, pertenecientes a los primeros momentos de la aventura, eran fáciles y simples, pero no nos cuesta imaginar batallas más intensas al añadir a la ecuación movimientos más potentes, áreas de efecto y cambios de estado que obliguen a cambiar constantemente entre los integrantes del equipo.
Además, el sigilo, de una forma simple pero eficaz, vuelve a estar presente en este Leyendas Pokémon. Si lanzamos nuestro Pokémon contra el del rival antes de que este nos vea, comenzamos atacando con un ataque crítico. Por el contrario, si el entrenador rival nos detecta antes, hará lo mismo a la última criatura que hayamos utilizado en combate. Los entrenadores contra los que hemos combatido no tienen patrullas de movimiento ni nada parecido, pero se dan la vuelta repentinamente y pueden pillarnos desprevenidos, ya que la partida transcurrió entre las estrechas callejuelas con giros pronunciados de Ciudad Luminalia.
Esos enfrentamientos tuvieron lugar en la que, suponemos, es la primera zona de combate que nos encontramos. Cuando la noche cae sobre la urbe, áreas de la misma se cierran. Dentro de esa zona se compite por ser el mejor entrenador. Al ganar combates se obtienen medallas, y al caer derrotados, se pierden la mitad de las obtenidas en esa sesión. Además, con las victorias se consiguen puntos. Al alcanzar los especificados, se puede combatir contra un entrenador poderoso y subir de categoría: habrá que batallar mucho para subir del rango Z al A. Es un sistema que tiene los ingredientes para ser adictivo si las recompensas valen la pena y la dificultad está bien ajustada.
Megaevolución descontrolada
La segunda parte de la demo es uno de los particulares enfrentamientos contra jefes. La historia versa sobre cómo en Ciudad Luminalia están apareciendo Pokémon salvajes Megaevolucionados, algo teóricamente imposible, pues la Megaevolución se da gracias al vínculo del Pokémon con su entrenador. Con la ayuda de Zygarde, que parece detectar dónde va a aparecer un Pokémon con esta Megaevolución descontrolada, y con la de un plantel de personajes diverso, tendremos que vencer a estas criaturas en sufrimiento y resolver un misterio en el que está implicada la empresa responsable de modernizar la urbe.
Estas batallas tienen el aroma de un combate contra jefe habitual de un juego de acción. La criatura oponente, en este caso un Mega-Absol, ataca tanto a nuestro Pokémon como a nosotros con movimientos cuerpo a cuerpo, a distancia y en área, por lo que debemos esquivar constantemente. A la vez, ordenamos a nuestro Pokémon que ataque, pero esos movimientos apenas le hacen daño. Lo que sí consiguen sus golpes es que del adversario se desprendan orbes que debemos recoger moviéndonos por la arena de combate. Una vez conseguimos los suficientes, podemos Megaevolucionar temporalmente a nuestro Pokémon (un Lucario prestado en esta ocasión) para que sus ataques sean dañinos.
De igual manera que con los enfrentamientos de la zona de combate, esta batalla era la primera de su tipo en la aventura, así que la dificultad brillaba por su ausencia. Aun así, agilizaba las cosas que nos moviéramos constantemente, que tuviéramos en cuenta el tiempo de recarga de los ataque de Lucario, que usáramos su movimiento Protección con precisión y que lo devolviéramos a la Poké Ball cuando el impacto de una habilidad en área era inevitable.
De nuevo, vislumbramos una versión más avanzada de este tipo de combates: más estimulante, más frenética y más difícil, aunque no olvidamos que la dificultad durante la historia de los juegos de Pokémon recientes es inexistente. Superar estos enfrentamientos, además de ser requisitos para avanzar en el argumento, recompensa con la Megapiedra necesaria para Megaevolucionar a la especie derrotada, y al menos en el caso de Absol, con la criatura en sí. Probablemente este sea el método de conseguir a los nuevos Pokémon con Megaevolución: Mega-Dragonite y Mega-Victreebel.
Vuelve el estilo artístico de Escarlata y Púrpura
Las cartas que ha puesto sobre la mesa esta demo nos han gustado mucho, aun siendo conscientes de que hay sistemas, como el sigilo, que son extremadamente simples. Lo que sigue sin convencernos es el apartado artístico. Hemos jugado a la Edición Nintendo Switch 2. Se mueve fantásticamente, a 60 fotogramas por segundo estables como un Geodude, pero a la vez demuestra que este es un juego para la primera Switch que acusa las mismas limitaciones, no de esa consola, sino del estilo visual y las estrecheces de Pokémon Escarlata y Púrpura. Leyendas Pokémon Arceus nos parece mucho más bonito.
Es un bache en un Leyendas Pokémon Z-A que en este primer contacto nos convence al establecer ideas a las que le vemos potencial: su sistema de combate en tiempo real, la estructura de las zonas de combate y la liga de entrenadores, y los enfrentamientos contra los Pokémon salvajes Megaevolucionados. Para juzgar, aún nos queda mucho por ver: nos apetece mucho ver cómo se ha rediseñado Ciudad Luminalia y qué podemos hacer en ella, y el argumento del anterior videojuego de esta subsaga puso el listón alto en cuanto a desarrollo del universo Pokémon.
Hemos realizado estas impresiones tras jugar a una versión preliminar para Nintendo Switch 2 en Gamescom.























