Hace más de 15 años que Nintendo revolucionó la industria del videojuego, ampliando el público de este medio y colándose en hogares muy diversos de todo el mundo. Para muchas familias, el lanzamiento de Wii supuso que la consola pasaba de estar en la habitación de los jóvenes de la casa a ocupar un lugar en el salón. El éxito de la consola con controles por movimiento vino dado, en gran parte, por Wii Sports, un juego deportivo tan divertido como directo y accesible: tanto los jugadores habituales como los padres, la abuela y el chaval que todavía no sabía leer podían coger el mando y liarse a raquetazos.
Ahora, con una máquina que sorprendentemente ha superado el éxito de aquella, planean recuperar aquel espacio privilegiado en las reuniones familiares y en las quedadas con colegas con Nintendo Switch Sports. El título que llega a precio reducido el 29 de abril no pretende volver a inventar la rueda. Es un party game deportivo continuista con las mismas bazas y defectos que la entrega primigenia, que Wii Sports Resort y que el accidentado Wii Sports Club de Wii U. Tras probarlo en multijugador local durante unas dos horas, tenemos claro que la fórmula sigue funcionando, que sigue siendo divertidísimo y, en cierto modo, que está rodeado de una sensación de nostalgia hacia una era del videojuego que algunos consideran un punto y aparte positivo, y otros un momento casi catastrófico.
Gameplay comentado
A continuación podéis ver nuestro gameplay comentado, en el que podéis ver cómo luce este juego de Switch y os contamos qué nos ha parecido:
Los deportes que vuelven: tenis, bolos y chambara
Nintendo Switch Sports incluye desde el día de lanzamiento seis deportes: tenis, bolos, chambara, voleibol, bádminton y fútbol. Además, en otoño se añadirá el golf con una actualización gratuita. Habrá a quien la selección de deportes le parezca menos variada que la de Wii Sports (tenis, béisbol, bolos, boxeo y golf), y sobre todo se puede arquear la ceja al comparar la cantidad de disciplinas con la de Wii Sports Resort, que tenía doce. Pero lo cierto es que, una vez con el mando en la mano y la correa bien ajustada, los seis elegidos se perciben bien distintos, ya que incluso los más similares se diferencian en el ritmo: hay deportes más orientados a la velocidad de movimientos y otros a la precisión de los mismos.
Empecemos por los deportes que vuelven de anteriores entregas. El tenis, en nuestra opinión, sigue siendo el más divertido y accesible de todos, ya que no hay que pulsar ningún botón: todo depende de cómo se gire la muñeca a la hora de dar el golpe para hacer dejadas, globos, etcétera; y el momento en el que se le de a la bola. Como siempre, los avatares se mueven automáticamente hacia la bola. El único cambio aquí es, sin embargo, bastante fundamental. Ya no vale con agitar un poquito el mando de Wii para dar el raquetazo: se nos obliga a realizar todo el movimiento con el brazo. Esto provoca que haya que anticiparse mejor a los golpeos, que en espacios reducidos sea más complicado jugar cuatro personas a la vez, y no menos importante, que acabemos con más agujetas.
Los bolos, en una capa superficial, parecen inalterados. De hecho, la novedad principal está en que el multijugador local para cuatro jugadores puede ser simultáneo, con la pantalla dividida en cuatro, si se tienen cuatro Joy-Con. Además, también hay un modo con pistas alteradas que no hemos podido probar, y el multijugador online permite competir hasta a 16 jugadores. A la hora de dar efectos a la bola es tan o incluso más preciso que en Wii Sports Resort, donde se usaba el accesorio Motion Plus. Sin embargo, sí hay un cambio: hay que mantener pulsado el gatillo después de lanzar la bola. Parece algo nimio, pero nos costó bastante acostumbrarnos a que ya no hay que soltar el botón. La decisión, en cierto modo, quita una pizca de realismo a esta disciplina. Pero todo sea por evitar que mandos voladores acaben destrozando televisores, otra vez, a lo largo y ancho del mundo.
En cuanto al chambara, es una adaptación y evolución del kendo de Wii Sports Resort. Armados con una espada de gomaespuma que replica nuestros movimientos con un solo Joy-Con, el objetivo es golpear al rival (y bloquear sus ataques, claro) para tirarlo de la plataforma en la que combatimos. Es el juego más dinámico y tenso del conjunto, un equivalente al boxeo de la primera entrega de la serie, pero más preciso y entendible. Y con el oponente adecuado, uno de los más divertidos y cansados. Pero más allá del cambio de nombre, hay otros cambios. Ahora se puede utilizar una espada normal o una de energía; la segunda pega menos fuerte, pero al bloquear ataques se carga y permite hacer potentes ataques giratorios verticales y horizontales. Además, con dos Joy-Con se pueden usar espadas dobles de energía, que aportan dos cosas: primero, un toque estratégico extra, pues no se puede golpear ni defender con las dos a la vez, pero sí mover para amagar y confundir al rival; segundo, la genial posibilidad de fliparse de manera ridícula frente a la pantalla.
Los nuevos deportes: bádminton, voleibol y fútbol
Pasando a las nuevas disciplinas, quizá el bádminton parezca redundante estando el tenis, pero una vez con la raqueta virtual en la mano la sensación que da es muy distinta. En este deporte no hay dobles: los partidos son de uno contra uno. Además, la pista es bastante más pequeña que en tenis. Esto, junto a la mayor velocidad del volante frente a la pelota, provoca que sea mucho más dinámico, y que, volviendo a esa distinción que hacíamos antes, sea un deporte de velocidad más que de precisión. Aunque por supuesto, aquí se tienen también en cuenta los giros de muñeca y la pulsación del gatillo para dar distintos efectos a los golpes.
El voleibol se convertirá en el deporte favorito de muchos en situaciones concretas. Se juega con un Joy-Con por jugador (hasta cuatro) que sirve para todo: sacar, recibir, colocar, rematar y saltar. Aunque en los mates sí se tiene en cuenta la dirección en la que movemos el mando, aquí lo importante no es ni el efecto que le demos a la pelota ni la velocidad con la que movamos el mando, sino el timing, el hacerlo en el momento justo. Algo imprescindible para evitar que saltemos frente a la red antes de tiempo, para interceptar los mates rivales, y por supuesto, para recibir. Sin embargo, su virtud es también su mayor problema. Los partidos siempre son de dos contra dos. Jugando en multijugador local a cuatro se crean situaciones dinámicas donde la comunicación entre los participantes es constante, pero en solitario se puede percibir lento y hasta aburrido ya que la mitad de las acciones las hace la IA (se va alternando entre quién saca, quién recibe, etc.). Una IA, por cierto, que en todos los deportes se puede ajustar con tres niveles de dificultad.
Por último, el fútbol, el deporte que probablemente cause más discrepancias entre unos y otros jugadores. Evidentemente, no es un simulador de ningún tipo, sino que se inspira en Rocket League para poner en el estadio un balón gigantesco con unas físicas un tanto alocadas. En el modo principal se puede jugar dos contra dos y cuatro contra cuatro (en local pueden jugar un máximo de dos en equipos adversarios o en el mismo). Son obligatorios dos Joy-Con por jugador, se usa la palanca para mover al avatar, los botones para saltar, correr y pasar, y el movimiento de los mandos para patear y golpear con la cabeza (con una animación bastante graciosa, todo sea dicho). Esa distribución de las acciones resta algo imprescindible de este juego: la accesibilidad, que cualquier persona pueda coger el mando y saber qué hacer sin demasiadas explicaciones. Pero además, el deporte en sí mismo es menos dinámico y divertido de lo que nos gustaría. Aunque quizá en multijugador online para ocho sea más entretenido.
Dentro del fútbol está el modo Duelo, que básicamente se trata de una tanda de penaltis donde, a más aciertos consecutivos, más pequeña se hace la portería. El gimmick aquí está en el uso de la cinta para la pierna de Ring Fit Adventure, que también se incluye en la versión física de Nintendo Switch Sports. Los chutes se hacen directamente moviendo la pierna. Puede picar al jugar en multijugador local, pero es un modo tan sencillo que, en principio, no le vemos mucho recorrido. Por cierto, en verano se lanzará una actualización que permitirá usar la mencionada cinta en los partidos estándar de fútbol.
Una mayor apuesta por el online a cambio de reducir el pique en solitario
Tal y como explicamos antes, solo hemos jugado en multijugador local: ni en solitario ni en línea. Sin embargo, sí podemos hablar de un cambio para el juego en solitario que, sobre el papel, no nos convence. Aunque evidentemente las anteriores entregas estaban pensadas para el juego con otros jugadores, el sistema de puntuación que nos hacía ganar puntos con las victorias y perderlos con las derrotas nos hacía picarnos contra la CPU: a más puntos, mejores oponentes. Quién no recuerda aquel endiablado enfrentamiento contra Birdo en el tenis de mesa de Wii Sports Resort. Aquí esto se pierde, en parte, ya que la dificultad de la CPU la elegimos nosotros.
Decimos en parte porque ese sistema se ha dejado para el modo online, un sistema de ligas en las distintas disciplinas en las que participarán los jugadores de todo el mundo; y que está por ver cómo de bien funciona, pues una baja latencia es fundamental en este juego. Los puntos ahí obtenidos se podrán gastar en ítems de personalización cosmética para los avatares que estarán en una tienda que rotará cada semana. Eso sí, para quienes no tengan Nintendo Switch Online, el modo en línea se transformará en un modo contra la CPU que sí permite obtener puntos para desbloquear cosméticos. Si bien los avatares añaden muchísimas más opciones de cambio facial, corporal y de vestimenta, nos han parecido que tienen menos personalidad que los Mii, que también se pueden utilizar aquí. Aunque no tiene mucho que comentar, en lo gráfico y artístico es un juego que simplemente se ve bonito pero sin muchos alardes: su objetivo parece ser recordarnos a cómo se veía Wii Sports en su momento, pero con muchísima más definición y detalles, claro.
Para quienes rememoran los tiempos de Wii Sports, Nintendo Switch Sports lo tiene todo para volver a ser una experiencia sólida, un juego genial para pasar un rato muy divertido frente a la consola con amigos y familiares tanto con experiencia en videojuegos como con aquellos que le tienen pánico a los botones de los mandos. Pero está por ver si traerá de vuelta la revolución que fue en su día el juego de Wii: el original fue todo un exitazo, primero, porque venía gratis con la consola; y segundo, porque la máquina solía estar en el salón. Aquí se pierde obviamente la gratuidad (aunque sale a precio reducido en digital y físico), pero también el modo de uso de la consola: la mayoría de las Switch del planeta no están conectadas al televisor del salón, sino en la mochila o en la mesita de noche de sus usuarios.
Hemos realizado estas impresiones tras asistir a un evento invitados por Nintendo España.
