Con toda la marabunta de lanzamientos que se está acumulando para estos últimos meses de 2022, resulta inevitable que los proyectos más pequeños y modestos estén pasando un poco más desapercibidos. No en vano, la propia Square Enix tiene preparada una buena artillería de JRPG para las próximas semanas, una acumulación de títulos donde los más destacados acaban por condenar a un segundo plano de la actualidad a otros que, por calidad, también merecen algo más de visibilidad.
De entre todos los que la compañía japonesa tiene en su recámara, probablemente el que mejor encaje en esta descripción sea The DioField Chronicle, un interesantísimo juego de rol japonés que ya hemos podido probar gracias a su demo, la cual estará disponible para todo el mundo mañana mismo.
Un conflicto clásico en un mundo de fantasía
Sobre la historia no os podemos contar demasiado todavía más allá de que el punto inicial del que parte os resultará muy familiar, llevándonos a un mundo de fantasía medieval con algunos elementos modernos en el que dos grandes potencias se encuentran en guerra y una tercera acaba en mitad del conflicto por lo ricas que son sus tierras en un valiosísimo recurso necesario para poder hacer magia.
A nosotros nos tocará seguir todo esto desde el punto de vista de una banda de mercenarios, lo que nos da la excusa perfecta para participar en numerosas incursiones militares y peligrosas misiones mientras el juego construye su narrativa y nos muestra cómo funciona su mundo, donde hay espacio para crueles nobles, disputas políticas y sociales, alianzas, traiciones e intricados complots. De momento, el guion tiene nuestro interés, aunque habrá que esperar a ver cómo evoluciona.
Centrándonos en su jugabilidad, lo primero que hay que destacar es que estamos ante un juego de rol táctico en tiempo real en el que controlaremos a escuadrones de cuatro personajes, cada uno con sus propias habilidades y características especiales a las que deberemos sacarle partido en combate.
La cámara nos muestra la acción desde una perspectiva isométrica para facilitar que podamos dar órdenes a nuestros héroes y marcar sus rutas. Algo que conviene destacar es que el juego siempre realiza una pausa táctica cuando vamos a introducir algún comando, así que podemos tomarnos las cosas con calma para decidir qué es lo que queremos hacer y cómo vamos a ejecutar nuestro plan.
Aquí nos alegra decir que los controles son realmente buenos y nos permiten acceder a todas nuestras herramientas con mucha comodidad, pudiendo incluso definir varios puntos de ruta para que nuestras unidades sigan un camino preestablecido por nosotros mismos, algo que nos ahorrará muchas pausas y que resulta muy útil para que, a la hora de combatir, se sitúen justo donde queramos, aunque también nos ha permitido gestionar otro tipo de acciones que nos han facilitado mucho la vida.
Más allá de esto, en las misiones tendremos que cumplir diversos tipos de objetivos, algo que suele conllevar muchos enfrentamientos, aunque también deberemos interactuar con diversos mecanismos, explorar para hacernos con cofres y, si queremos, cumplir una serie de retos opcionales para recibir recompensas adicionales.
Las que hemos podido jugar son muy entretenidas y amenas, y siempre nos están obligando a pensar muy bien la forma en la que queremos aproximarnos a las batallas, donde se encuentra la auténtica chicha del juego y hay bastantes cosas a tener en cuenta, como la ejecución de técnicas y hechizos, la posibilidad de aumentar nuestro daño al golpear por la espalda o incluso los ataques enemigos que son telegrafiados en el suelo, los cuales nos obligarán a movernos o a buscar una forma de interrumpirlos.
A esto hay que sumarle lo diferentes que son los héroes y los usos tan distintos que tienen sus habilidades, la necesidad de gestionar nuestra barra de magia, lo mucho que cambia nuestro estilo de juego el tipo de arma que empuñemos y hasta la posibilidad e invocar a grandes y poderosas bestias como Bahamut para que arrasen el campo de batalla.
Está por ver si con el paso de las horas es capaz de seguir presentando nuevos tipos de situaciones y mantener el diseño de misiones lo suficientemente variado como para que no caiga en la monotonía, pero por ahora no nos hemos aburrido lo más mínimo y hemos disfrutado mucho nuestros escarceos contra nuestros contrincantes, lo que siempre es buena señal y demuestra que hay una buena base jugable.
Lo que sí que no nos ha gustado tanto es el sistema de "sigilo" que hay, ya que una forma de afrontar ciertas situaciones podría ser infiltrarnos entre las líneas enemigas, ya sea para evitar una batalla o para pillar desprevenidos al rival. El problema es que la única forma que tienen los contrarios de detectarnos es que entremos dentro de su círculo de detección, el cual suele ser bastante pequeño y provoca situaciones tan surrealistas como que cabalguemos a caballo a 3 metros delante de un soldado o justo a su espalda y no reaccione.
Por supuesto, entre misión y misión nos podremos mover por nuestra base con total libertad para gestionar a nuestras unidades seleccionando su equipo, comerciando, aceptando misiones e invirtiendo puntos de habilidad tanto para adquirir las pasivas únicas de cada héroe como las técnicas globales de cada clase. Y sí, desde aquí accederemos a un gran mapa donde podremos jugar cualquier batalla que hayamos desbloqueado.
A nivel gráfico se trata de un título modesto que no destaca ni por sus modelados ni animaciones, pero que cuenta con una presentación muy llamativa que consigue que durante las misiones los escenarios nos transmitan la sensación de ser bonitos dioramas, algo que nos ha gustado mucho. Además, las invocaciones son muy espectaculares y las ilustraciones que acompañan a los textos y algunas secuencias de vídeo son una maravilla.
Finalmente, el sonido nos deleita con una fantástica banda sonora compuesta por Ramin Djawadi y Brandon Campbell, a quienes muchos conoceréis por el trabajo que hicieron en la serie de Juego de Tronos y cuyos estilos reconoceréis rápidamente en cuanto escuchéis algunas de las melodías que acompañan nuestras andanzas. Los efectos se limitan a cumplir y el doblaje nos llega tanto en japonés como en inglés. Lamentablemente, Square Enix ha decidido no traducir los textos al español, una auténtica pena si tenemos en cuenta que últimamente estaban traduciendo todos sus juegos, incluso los más extraños y menos conocidos.
Una propuesta prometedora
Como veis, lo que hemos podido jugar de The DioField Chronicle nos está convenciendo. Un juego de rol y estrategia muy interesante, diferente a lo que suele ser habitual por parte de una desarrolladora japonesa y muy bien diseñado que consigue hacer de sus misiones y combates una experiencia muy estimulante y entretenida. Todavía nos queda mucho por ver y jugar para poder valorarlo adecuadamente, pero si esta demo es representativa de su calidad final, no descartamos que pueda convertirse en una de las sorpresas más agradables de la temporada.
Hemos realizado estas impresiones tras jugar la demo en PS5 gracias a un código de descarga que nos ha facilitado Plaion.
