Tras de The Assignment y The Consequence, lanzados en marzo y abril respectivamente, llega el último y definitivo DLC para The Evil Within, titulado The Executioner, el más sorprendente jugablemente hablando, aunque curiosamente el menos elaborado o largo. Los dos primeros apostaron por ponernos en la piel de la detective Juli Kidman, mostrándonos desde su punto de vista los acontecimientos de The Evil Within, desvelándonos que había jugado un papel mucho más importante en la historia de lo que aparentaba en el juego que se lanzó en octubre del pasado año.
El guion original dejó muchos cabos sin atar que se explicaban en estos dos contenidos, y además para no ofrecer más de lo mismo, tanto The Assignment como The Consequence (sobre todo el primero) apostaron por un enfoque jugable diferente al del título original, con más sigilo, más puzles, y algunas mecánicas de juego nuevas, que aportaban frescura a la fórmula. Que se dejaran la historia sin explicar bien del todo para luego venderte estos DLC no nos pareció bien, pero hay que reconocer que en cuando a relación calidad/precio, estos contenidos descargables de pago no están nada mal.
Aunque la historia en The Consequence se cerraba prácticamente del todo, dejaba una pequeña puerta abierta, y esta es la que exploramos en The Executioner, que de manera sorprendente nos pone en la piel de uno de los enemigos del juego, al que tenemos que controlar desde una perspectiva en primera persona. En concreto de El guardián, uno de los jefes que nos atormentaba en The Evil Within, ese con una caja fuerte por cabeza y en enorme martillo en la mano. Con el objetivo de encontrar a nuestra hija tenemos que explorar de nuevo esa mansión que nos recordaba a la del Resident Evil original, en una aventura mucho más centrada en la acción que los DLC anteriores.
Que un juego cambie de perspectiva para un contenido descargable ya es sorprendente de por sí, pero es que además está bien hecho, y por ejemplo han decidido que esta vez juguemos a pantalla completa, desechando las bandas negras que tantos debates generaron. Podemos realizar dos tipos de ataque cuerpo a cuerpo con el martillo, y también agarrar objetos y enemigos y lanzarlos. ¿Para qué sirve esto? Pues por ejemplo para empalar a un enemigo contra unos pinchos, ya que el juego nos invita a ser creativos a la hora de matar.
Para poder coger a un rival antes hay que debilitarlo a golpes, que es cuando también se desbloquea la opción de ejecutarlos con una espectacular acción. Si atacamos mientras corremos podemos realizar una embestida, y con el mismo botón de correr si pulsamos una dirección realizamos movimientos evasivos. No es el sistema de combate más completo que hayamos visto, pero tampoco da demasiado tiempo a aburrirse de él, ya que es un DLC bastante corto, que no llega ni a las dos horas.
Pese a su corta duración, se han incluido alicientes para que nos entretengamos más de la cuenta, como una serie coleccionables en forma de documentos, una lista de 18 tipos de muertes distintas que tenemos que ir realizando, y sobre todo lo más interesante, un sistema de progresión, que nos permite mejorar el personaje y comprar nuevas armas. Mejorar la potencia del martillo, la velocidad de movimiento, la defensa, la salud máxima, y comprar armas como dinamita, trampas de pinchos, cócteles molotov, motosierra o hasta un lanzacohetes. Para adquirir todas estas mejoras hay que utilizar unas monedas, que se consiguen venciendo enemigos, rompiendo objetos y explorando el entorno.
The Executioner recicla mucho de los escenarios del juego original, pero explorados desde una perspectiva en primera persona parecen nuevos. La exploración es muy sencilla en esta aventura, y el desafío se encuentra en ir superando las diferentes arenas a las que nos enfrentamos, en las que hay que derrotar a un jefe final. Cada uno con sus propias peculiaridades y características, como por ejemplo armas de fuego, y nos las tenemos que apañar para golpear de cerca con el martillo, algo complicado si no hemos mejorado la velocidad de movimiento. Adquirir mejoras se acaba haciendo muy necesario, y hay unas arenas opcionales que sirven básicamente de "farmeo", para obtener monedas fáciles y mejorar el personaje.
La historia se nos va contando a través de unos documentos que vamos recogiendo por los escenarios, y no tiene demasiado interés, y los combates no es que sean tampoco muy divertidos, pero sí que llegan a ser desafiantes por momentos, e invitan a usar los recursos a nuestro alcance más que la fuerza bruta. En definitiva estamos ante un DLC entretenido, aunque no memorable, y su precio (4,99 euros, la mitad que los DLC anteriores), nos da una pista de que se trata de un travieso experimento sin grandes pretensiones.
The Evil Within llega a su fin
Haciendo ya balance de lo que han sido los contenidos descargables de The Evil Within, si te hiciste con el pase de temporada (y sobre todo si fue a un buen precio) la verdad es que no está mal la cantidad y calidad de horas de entretenimiento que han ofrecido, terminando de rematar la historia e incluyendo mecánicas nuevas en cada capítulo, siendo este último episodio el más original. Bethesda ha vuelto a demostrar que cuida sus DLC, aunque con esto tampoco estamos diciendo que los contenidos descargables de pago de The Evil Within sean imprescindibles, y solo si te gustó muchísimo el título original y te quedaste con ganas de más, es cuando deberías darles una oportunidad, ya que están bastante trabajados.
