Tras tenernos durante semanas preguntándonos qué iba a ser esa nueva experiencia Resident Evil, Capcom ha presentado en el TGS 2019 Project Resistance, un multijugador asimétrico en el que cuatro jugadores deben cooperar para sobrevivir mientras otro toma el rol de Mastermind usando todo tipo de trucos para evitar que cumplan su objetivo.
Es, a todas luces, una propuesta muy distinta a lo que nos tiene acostumbrados la saga de terror de Capcom. Y echando un vistazo al pasado reciente, los intentos de Resident Evil de adentrarse en el multijugador no han salido demasiado bien. Pero aquí parecen mantenerse las señas de identidad de la saga – y no nos referimos a argumentos sobre conspiraciones y armas bioquímicas, sino a la tensión de verse claramente superado por enemigos terroríficos en escenarios angostos con poca munición y un reto por cumplir.
La diferencia en Project Resistance está en que no estamos solos (lo que tiene sus ventajas e inconvenientes), y en que esos enemigos e impedimentos en el camino los pone otro jugador que invoca zombis desde las cámaras de seguridad, y cuya satisfacción proviene del sufrimiento de los demás.
Los personajes: no esperéis a Chris, Leon, Claire y compañía
Los protagonistas no son personajes conocidos de la saga. Capcom ha decidido dejar de lado a los héroes y heroínas de la serie principal para presentarnos a cuatro nuevos personajes con un problema en común: caer bajo las redes de Umbrella.
Esos personajes son Samuel, Valirie, January y Tyrone, y todos ellos han sido engañados, de un modo u otro, por la malvada corporación química.
- Valerie es una exitosa universitaria que consiguió una beca en el laboratorio NEST2 que, tras descubrir más cosas de las que debía, fue secuestrada y forzada a participar en experimentos.
- Samuel era un deportista que lo daba todo en el ring, hasta que un corte le obligó a dejar su carrera, hasta que se enteró que una marca médica había fabricado una medicina experimental que lo podía ayudar. Esa marca era Umbrella, y lo secuestraron.
- January es una hacker que estaba investigando las operaciones ilegales entre Umbrella y el R.P.D. (el cuerpo policial de Raccoon City; el juego tiene lugar en los alrededores de la mítica ciudad). Sus investigaciones la acabaron llevando a una prisión de Umbrella.
- Tyrone era capitán de los bomberos de Raccoon City. Mientras apagaba un incendio en una de las instalaciones de Umbrella, fue secuestrado y está prisionero en un lugar donde hacen experimentos.
Cada uno de los personajes tiene una habilidad y una clase que les ayudará en su misión para escapar de la instalación de Umbrella, siempre y cuando cooperen. Cada superviviente tiene una habilidad que funciona como una skill definitiva que tiene un tiempo de carga, y otra habilidad pasiva. En el tráiler presentado en el TGS 2019 se puede ver un menú donde aparecen varias de esas habilidades básicas, lo que da a entender que se podrán cambiar.
Samuel es Melee, lo que significa que sus ataques cuerpo a cuerpo son muy potentes – hasta el punto de que con su patada puede aturdir a cualquier enemigo, incluso al Tyrant Mr. X. January es Hacker, lo que le permite desactivar las cámaras de seguridad y hacer que el Mastermind tarde más en invocar cada uno de los zombis. Valerie es la Healer: tiene un spray de primeros auxilios con el que puede recuperar la vida de los aliados y hacerlos más fuertes momentáneamente; y puede marcar ítems y amenazas para sus aliados. Lo más sensato es que todos ellos vayan detrás de Tyrone, que gracias a su clase Tank recibe menos daño de los enemigos.
Además, en el vídeo publicado por Capcom se ve que cada personaje tiene su rango, lo que es indicativo de que cada uno de ellos se podrá mejorar de algún modo.
Sobreviviendo a los zombis en escenarios cambiantes
La jugabilidad de Project Resistante se basa, por supuesto, en Resident Evil, pero también en títulos multijugador asimétricos como Dead by Daylight y Friday the 13th, y shooters como Left 4 Dead y Evolve.
Los niveles del título (de momento solo se ha podido ver la instalación médica del tráiler) se dividen en tres actos. En cada uno de los actos los jugadores tendrán que llegar al punto seguro con vida antes de que el temporizador de cinco minutos llegue a cero, pero al contrario que los juegos mencionados, aquí se introducen otras mecánicas que dan más juego.
El temporizador irá sumando o restando segundos según lo bien que lo hagamos. Por ejemplo, si caemos en una trampa colocada por el Mastermind, no solo perderemos el tiempo que estemos atrapados, sino que se restarán segundos del temporizador por el error. Al contrario, si vemos la trampa y la desactivamos, ganaremos segundos.
Además, para abrir el punto seguro del nivel que nos llevará a la siguiente área hay que cumplir misiones. Por ejemplo, encontrar las tres piezas de un puzle que abrirá una cerradura, insertar varias tarjetas desperdigadas por el escenario en un dispositivo de seguridad o romper unos tubos químicos.
El nivel mostrado recuerda más a los juegos clásicos de Resident Evil que a los que encontramos en los títulos multijugador: pasillos que esconden peligros tras cada esquina, salas angostas donde será difícil moverse con el resto de los compañeros dentro, y corredores laberínticos. Lo interesante es que no podremos aprendernos los niveles, o al menos, no será fácil: la distribución de las salas, de los objetos que se encuentran en ellas, y de los zombis creados por la máquina se generan aleatoriamente en cada partida.
También hay que tener en cuenta que la munición y las armas serán escasas. Estas son variadas: hay pistolas, escopetas, bates de béisbol, minas que explotan al pasar enemigos por encima o al dispararles, revólveres… Pero cada personaje tiene armas exclusivas. En cada zona segura (es decir, en las intersecciones entre actos) hay baúles con munición, con hierbas y demás; en los menús de estos se puede ver que solo Samuel puede equiparse con un bate de béisbol (por cierto, las armas cuerpo a cuerpo se rompen) y que solo Valerie puede coger antorchas.
Esto nos obligará a estar pendientes de los compañeros que se hayan quedado sin munición: cubrirlos en todo momento, salvarlos cuando los haya atrapado un zombi, o revivirlos si hemos llegado demasiado tarde. Porque aquí no vale que los mejores jugadores lleguen al final del acto solos, ya que el temporizador penalizará si no están todos los supervivientes.
De separarlos, ponerlos contra las cuerdas y hacerlos tomar decisiones ilógicas se encargará otro jugador: el Mastermind.
El Mastermind: jugando con la vida de los demás
El Mastermind es el quinto jugador de Project Resistance, quien, en lugar de controlar a un personaje, maneja una interfaz desde la que puede controlar las cámaras de seguridad de toda la instalación, invocar monstruos, cerrar puertas, apagar las luces e incluso manejar a Mr. X. Aunque no se han dado detalles argumentales sobre él, el personaje detrás del Mastermind es un hombre francés llamado Daniel Fabran.
Sus poderes no son ilimitados, y conseguir que los supervivientes dejen de serlo parece ser un reto tan complicado como escapar del lugar. El jugador que encarne al Mastermind tendrá a su disposición un mapa donde puede ver la localización de los otros jugadores, la posición de las cámaras de seguridad, las puertas, los enemigos y dónde se encuentran los objetos que tienen que conseguir los del equipo contrario.
Desde cualquier cámara de seguridad se pueden invocar enemigos: zombis, muertos vivientes con armadura, zombis que se arrastran, ivys, lickers, perros, shriekers e incluso un Tyrant; esos monstruos se pueden mejorar inyectándoles algo que les pone en modo berserker. También puede mejorar esa cámara añadiéndole una torreta, y colocar trampas en el suelo que inmovilizará a los supervivientes.
Pero todo esto tiene sus limitaciones. Cada cámara tiene asignada una serie de cartas que representan los enemigos y poderes que pueden usarse desde esa localización; y cada sala tiene un límite de zombis que puede haber en ella. Además, hay un sistema de energía: cada cámara tiene 10 puntos de energía para usar: por ejemplo, un zombi estándar cuesta dos puntos, y un licker, 7. Tampoco es recomendable estar mucho tiempo en la misma cámara de seguridad, ya que la cámara activada tendrá encendido un piloto rojo, y January puede desactivarla si lo ve.
Las trastadas del Mastermind van más allá de invocar bichos. Puede cerrar puertas y dejarlas bloqueadas un rato, dejando así atrapado a un jugador en una sala repleta de enemigos. También puede apagar las luces para, por ejemplo, cuando los supervivientes estén avanzando por un pasillo donde hay una trampa, hacer que caigan en ella al no verla.
El jugador que escoja este rol no tendrá tiempo de aburrirse, porque también tiene la habilidad de controlar cualquier zombi que esté siendo invocado, incluyendo al Tyrant: se mueve lento, sí, pero sus cinco habilidades son contundentes y, como el Tank de Left 4 Dead, tiene toda la pinta de que un buen jugador puede dejar inutilizado al equipo contrario.
Project Resistance: un experimento de Capcom
A pesar de que no Project Resistance no es la nueva entrega (o remake) que todos esperaban, sobre el papel presenta unas mecánicas que pueden ofrecer una experiencia multijugador con momentos tensos y aterradores como los de la saga principal.
El título, según han asegurado desde Capcom a IGN, no lo conciben aún como un juego completo, sino más como una idea que debe evolucionar. Para ello, tendrán en cuenta los comentarios de los jugadores, que podrán probar una beta en octubre en PlayStation 4 (a través del programa de embajadores de Resident Evil) y Xbox One (a través de Xbox Insider Program).
