Después de que Slightly Mad Studios nos sorprendiera hace más de dos años con una fantástica primera entrega desarrollada en colaboración con su fiel comunidad de jugadores, el próximo 22 de septiembre por fin recibiremos en PS4, Xbox One y PC su esperada secuela. Esta nueva entrega no solo ha subsanado los errores de la original, sino que también ha sido capaz de llevar la fórmula un paso más allá ofreciendo una simulación mucho más cuidada, mayor cantidad de contenido y una experiencia final más intuitiva. Sin duda, y aunque el año viene cargado de títulos de conducción como Gran Turismo Sport o Forza Motorsport 7, Project Cars 2 se sitúa en la pole position.
Siente el asfalto
Lo primero que nos ha llamado la atención al poner las manos sobre el volante es la espectacular física de los coches.
La primera entrega ya hizo gala de una fantástica simulación que nos permitía sentir el vehículo sobre el asfalto, sin embargo, ahora el comportamiento es más fiel y transmite mucha más información, lo cual es tremendamente útil para dominar los coches más potentes y las superficies complicadas.
Ahora los neumáticos reaccionan de forma totalmente dinámica a las situaciones externas e internas a las que se enfrentan. Debido a esto, podremos notar, no solo el paulatino desgaste de las gomas y el aumento de agarre, sino también cómo el calor o el tipo del asfalto nos transmiten sensaciones muy diferentes e influyen en la estabilidad del vehículo. Además, a medida que vayamos acumulando vueltas, iremos apreciando la deformación de las gomas, algo que se verá agravado si realizamos frenadas bruscas.
Para ofrecer el mayor realismo también se ha recreado a la perfección el asfalto de cada uno de los trazados. Muchos de ellos han sido nuevamente escaneados y reproducen cada elemento de la pista. Esto nos permitirá apreciar imperfecciones en la trazada, distintos tipos de adherencia según la superficie o la fuerza con la que los pianos golpean nuestra suspensión. Además, los circuitos cuentan con el sistema Live Track 3.0.
Esta novedad permite ver una evolución en tiempo real de la climatología, el estado de la pista y la temperatura, consiguiendo con ello que se modifiquen sustancialmente las características del circuito. Lo más llamativo es que Project Cars 2 incluye 18 situaciones climáticas diferentes que, más allá de sus repercusiones visuales, afectan notablemente al comportamiento de los coches. Gracias a ello, podremos correr con un sol abrasador que desgasta rápidamente nuestros neumáticos, con fuertes nevadas que hacen la pista muy resbaladiza o con lluvias torrenciales que nos impiden mantener el coche sobre la trazada.
Sin embargo, no solo tendremos una serie de climatologías predefinidas, ya que gracias a Live Track 3.0 iremos viendo cómo evoluciona el entorno. Una de las condiciones más llamativas es la lluvia, ya que apreciaremos cómo la pista no puede drenar toda el agua y esta comienza a acumularse en determinadas zonas del circuito. De la misma forma, también veremos una evaporación más rápida según la temperatura del asfalto, trazadas secas por el paso de los coches y el efecto del viento, un aspecto muy llamativo y perfectamente recreado que afectará a la estabilidad del vehículo.
Para sacar el máximo rendimiento a toda esta información, será muy recomendable utilizar un volante, siendo imprescindible que tenga Force Feedback. Esta tecnología, que aplica resistencia al volante para que sintamos con mayor fidelidad en el comportamiento del coche, se ha actualizado con un nuevo sistema muy inmersivo. Ahora vamos a poder configurar varios valores para sentir con mayor realismo las superficies, el desplazamiento de los neumáticos, el movimiento, el peso del coche y los bordillos, lo cual permite una conducción más precisa. Lógicamente, Project Cars 2 puede ser jugado con mando y, aunque seguramente la experiencia será muy efectiva, el uso del volante lleva la simulación al siguiente nivel.
Con el objetivo de disfrutar de la experiencia más competitiva posible, el título incluye un renovado sistema de inteligencia artificial que, aunque ofrece patrones de comportamiento bastante estandarizados, también se ha sido refinado con ritmos de carrera más competitivos, nuevas animaciones y un poco más de agresividad. Para configurarlo podremos definir su nivel de competitividad y agresividad, siendo este último factor un elemento importantísimo para encontrar una experiencia mucho más realista.
Este nivel de inmersión también exige una enorme variedad de parámetros de configuración que nos permitan ajustar los reglajes. Así, encontramos apartados como frenos/chasis/neumáticos, suspensión, amortiguadores, motor/marchas o diferencial, teniendo todos ellos una repercusión directa en el manejo del coche. Sin embargo, si no somos muy expertos, el título incorpora un ingeniero de pista al que podremos explicar nuestras sensaciones con el coche para que él mismo ajuste los reglajes.
Sin duda, Project Cars 2 ha implementado de forma fantástica multitud de mejoras en una simulación que ya era notable y que, junto a las novedades en el sistema de físicas, neumáticos, circuitos y climatología, dan como resultado una de las mejores experiencias de conducción que recordamos y, aunque antes del lanzamiento final todavía deben pulir el sistema de daños, las físicas de los impactos, la integración de la realidad virtual y el comportamiento de la IA rival, las sensaciones son muy buenas.
Compitiendo para ser el mejor
Uno de los grandes problemas de la primera entrega era el poco intuitivo sistema de competición que, aunque ofrecía campeonatos interesantes, se volvía demasiado caótico. Sin duda, el equipo de desarrollo ha aprendido de sus errores, y el nuevo modo carrera es mucho más accesible sin perder un ápice de competitividad. Nada más empezar podremos elegir entre cumplir con una serie de competiciones para novatos (que nos ayudarán a dominar el estilo y la potencia de varios tipos de vehículos) o iniciar directamente nuestra andadura en una de las cuatro disciplinas disponibles.
Ya sea iniciándonos con monoplazas, karts o turismos, la progresión de cualquiera de las ramas será muy paulatina, lo que nos permitirá dominar con solvencia la mayor potencia de los coches. El sistema, básicamente, consiste en ir corriendo en diferentes campeonatos, los cuales nos darán acceso a nuevas pruebas. En este desarrollo profesional también podremos elegir si queremos una experiencia completa (con un mayor número de pruebas por campeonato) o si preferimos algo más reducido, pudiendo en cada una de las carreras determinar las sesiones de práctica y clasificación que queremos completar. Entre las modalidades disponibles vamos a encontrar veloces competiciones con monoplazas, pruebas al estilo Le Mans, divertidas carreras de rally cross y emocionantes experiencias con turismos.
Otra opción disponible es Carrera Rápida; aquí tendremos la posibilidad de elegir circuito, coche, dificultad de la IA, ayudas, condiciones de la pista (pudiendo modificar aspectos como hora, climatología, evolución del tiempo…) y, finalmente, determinar las reglas de la carrera y el sistema de sanciones. Por último, también tendremos la opción de crear sesiones privadas de prueba, una simulación muy interesante para ajustar a la perfección los vehículos.
Coches y circuitos
Project Cars 2 también ofrece un salto significativo en el número y la calidad de los coches disponibles. En esta ocasión contamos con más de 200 vehículos de marcas tan prestigiosas como McLaren, Ferrari, BMW o Porsche, todos ellos organizados en diferentes categorías según su modalidad y rendimiento. Lógicamente, cuentan con un enorme nivel de realismo tanto visual como sonoro, lo que garantiza una experiencia tremendamente creíble. Además, contaremos con distintas cámaras interiores y exteriores, siendo la más llamativa y efectiva la situada en la cabina del piloto.
En cuanto a los circuitos, además de haber sido optimizados y muchos de ellos escaneados con las últimas tecnologías láser, en total contaremos con más de 50 localizaciones con superficies de asfalto, tierra, nieve o barro, las cuales afectarán notablemente a nuestro pilotaje. Entre los trazados más emblemáticos encontramos Monza (incluyendo el circuito original), Le Mans, Lydden Hill o Nurburgring, pudiendo modificar en todos ellos las condiciones climáticas y la hora del día.
Inmersión total
Uno de los apartados más llamativos de Project Cars 2 en PC es su excelente acabado visual. No solo disfrutaremos de resoluciones de hasta 4K nativos y más de 60 fotogramas por segundo, sino que también contaremos con multitud de parámetros de configuración que afectarán a la resolución de las texturas, los efectos de partículas, las sombras o el desenfoque de movimiento, consiguiendo con ello una experiencia sobresaliente. Gracias a este laborioso trabajo, y pese a que los daños en la carrocería deben ser mejorados y falta algo de ambiente en los circuitos, el videojuego es tremendamente realista, dejando en evidencia a otros grandes títulos de conducción.
De lanzamiento, Project Cars 2 tendrá compatibilidad con Oculus Rift y HTC Vive, aunque todavía no sabemos nada de PlayStation VR. En el caso de Oculus Rift la experiencia no puede ser más satisfactoria porque, no solo encontramos un excelente nivel de inmersión y un feedback mayor del coche, sino que también podremos ajustar elementos relacionados con la posición del piloto y el punto de vista, consiguiendo con ello una experiencia insuperable pese a la menor calidad gráfica y resolución.
Después de probar en profundidad el título, nos queda claro que Project Cars 2 es uno de los grandes candidatos a coronarse como mejor simulador de la temporada y, aunque todavía hay que esperar a la versión final para conocer todas sus bondades y defectos, los amantes de la conducción pueden estar seguros de que estamos ante un videojuego imprescindible.
Hemos escrito estas impresiones tras jugar a una beta de la versión de PC que nos ha proporcionado Bandai Namco.