Después de probar Onrush nos hemos dado cuenta de lo mucho que echamos de menos la conducción arcade más extrema en la actual generación. Es cierto que durante los últimos años hemos recibido acercamientos interesantes, como The Crew o DriveClub, pero el nuevo título de Codemasters va un paso más allá y supone un verdadero soplo de aire fresco dentro del género, en un claro intento por traer de vuelta la verdadera esencia de este tipo de videojuegos.
Evolucionando la fórmula
Lo primero que nos ha llamado la atención es su peculiar enfoque jugable, una mezcla entre Burnout, Motorstorm, Overwatch y Rocket League, títulos que de una u otra forma han aportado ideas a esta nueva propuesta. Sin embargo, Onrush tiene su propia personalidad y basa su jugabilidad en trepidantes competiciones con dos equipos de seis jugadores, donde lo menos importante será llegar el primero.
Durante las competiciones también habrá doce pilotos controlados por la IA, siendo su funcionalidad generar actividad y que los destruyamos para obtener turbo adicional.
Bajo esta divertida estructura, se articula un videojuego de carreras repleto de acción que deja innumerables momentos de puro espectáculo, gracias a una jugabilidad muy bien equilibrada, un motor gráfico solvente y un control preciso.
En este frenético escenario, el turbo se convierte en el eje principal de la jugabilidad, ya que tendremos que usarlo siempre que podamos para ir lo más rápido posible y cargar la habilidad especial. Este último aspecto es determinante ya que, como si de un hero shooter se tratara, Onrush cuenta con ocho clases distintas de vehículos, y cada uno de ellos con particularidades únicas.
Las clases son: Blade, Outlaw, Vortex, Charger, Interceptor, Dynamo, Titan y Enforcer. Aquí disponemos de dos tipos de motos diferentes, vehículos acorazados, ágiles buggies y equilibrados coches. Todos estos vehículos aumentarán la barra de impulso realizando takedowns o maniobras espectaculares, además, cada uno de ellos tendrá una habilidad y un método especial para cargar el turbo como completar giros de 360º, conducir cerca de los compañeros o eliminar rivales.
Una vez cargada la barra, cada clase tendrá una habilidad especial, como dejar un rastro de fuego que destruye a los enemigos, soltar impulsos o generar escudos para proteger a los compañeros. Este planteamiento jugable resulta muy adictivo y, una vez asimilamos que no competimos para llegar los primeros, se vuelve realmente divertido.
Para potenciar este estilo de conducción se han diseñado cuatro modos: el primero de ellos es Overdrive, una variante que apuesta por la velocidad y que alzará como ganador al equipo que antes alcance los 10.000 puntos de turbo. La segunda opción es Countdown, un tipo de prueba en la que tendremos que ir pasando por checkpoints para sumar un segundo al marcador de tiempo del equipo, perdiendo aquellos que se queden con el marcador a cero. Otra posibilidad muy divertida es Switch, un modo en el que tendremos que ir sumando eliminaciones y en el que ganará el equipo que antes llegue al objetivo. Por último encontramos Lockdown, una vertiente centrada en alcanzar y mantener una zona que estará en constante movimiento, ganando el equipo que sume más capturas.
En cualquiera de los modos será fundamental la cooperación entre jugadores porque, aunque también se premiará la actuación individual con medallas y puntos de experiencia (los cuales servirán para subir de nivel y obtener recompensas), el aspecto más importante será el trabajo en equipo. En este sentido, el videojuego nos permite cambiar de clase durante la carrera cuando seamos eliminados, algo que añade un componente mucho más estratégico a la propuesta y deja claro que estamos ante un título sumamente cooperativo.
Un medido equilibrio
Codemasters ha realizado un enorme trabajo de diseño para crear un videojuego veloz y repleto de acción que sabe mantener en todo momento el interés. Para entenderlo hay que centrarse en varias decisiones de diseño muy acertadas: la primera de ellas es que en caso de quedar descolgados seremos recolocados, consiguiendo con ello que siempre volvamos a la zona de acción y que no haya un segundo de respiro. De la misma forma, en caso de ser muy rápidos nos daremos cuenta de que obtendremos menos turbos, por lo que rápidamente seremos alcanzados por el grupo. Por último, si sufrimos un accidente o un takedown, contaremos con un sistema de reaparición muy bien implementado.
Otro punto muy importante son los circuitos, disponiendo aquí de diseños muy bien ideados que potencian la jugabilidad y que aportan una dosis extra de emoción. Aquí la verticalidad es uno de los puntos más importantes, gozando de una enorme variedad de saltos y de momentos espectaculares. También tenemos un desarrollo horizontal interesante, con pistas muy anchas de varios caminos, multitud de curvas y zonas rectas repletas de rocas, árboles o estructuras, algo que nos mantendrá siempre en tensión.
Onrush también cuenta con un magnífico sistema de físicas; el motor EGO Engine hace gala de toda su potencia con escenarios muy grandes y repletos de acción, encontrando múltiples choques, saltos y roturas del entorno, todo ello manteniendo unos estables 60 fotogramas por segundo en PlayStation 4 y Xbox One. En este sentido, los vehículos reaccionarán muy bien en casi todas las situaciones y, por difícil que pueda parecer, no hemos percibido errores o problemas remarcables en la interacción con los entornos o el resto de participantes, algo sumamente complicado de controlar debido a la enorme velocidad y aleatoriedad de las partidas.
Disfrutando con amigos
Entre las opciones de juego disponibles están el modo campaña y la vertiente multijugador: la primera de ellas ofrece un acercamiento muy interesante con múltiples pruebas que iremos desbloqueando a medida que superemos retos, suponiendo un aprendizaje perfecto para el online. Sin embargo, todavía queda por analizar la complejidad de su desarrollo y su verdadera extensión, aunque incluye una opción muy interesante para disfrutar del modo tanto en solitario (offline), como con hasta tres amigos más (online), una opción fantástica que potencia sustancialmente las posibilidades de este modo.
Por otro lado, disponemos del multijugador online, una opción que hemos podido probar en profundidad y cuyas emocionantes carreras se convierten en el escenario ideal para disfrutar y competir contra nuestros amigos. Aquí podrán jugar hasta un máximo de doce jugadores (seis por equipo) , contando con una enorme estabilidad en el servicio y un sistema de emparejamientos rápido y efectivo. Sin duda, Onrush gana muchos enteros jugando con amigos, dejando muy claro que estamos ante un título pensado para este enfoque competitivo.
Velocidad extrema
Otra gran bondad de Onrush es su espectacular acabado gráfico, ya que tanto PlayStation 4 Pro como Xbox One X moverán el título a 60 fotogramas por segundo, con una resolución nativa de 4K y con HDR. Por su parte, PlayStation 4 y Xbox One mantendrán los 60 fps, pero reduciendo su resolución hasta 1080p. Este excepcional rendimiento es la mejor noticia para un videojuego de estas características, consiguiendo así una jugabilidad muy fluida.
En el apartado audiovisual también gozamos de una notable banda sonora que, no solo está compuesta por canciones rock y electrónicas bien escogidas, sino que también cuenta con un sistema de mezcla dinámico capaz de analizar el estado de la partida para ir reproduciendo aquella composición que mejor se adapte al momento, algo que añade más emoción a las carreras.
Después de varias horas jugando hemos quedado muy contentos con la experiencia ya que, no solo han conseguido crear un nuevo estilo de juego y equilibrarlo a la perfección, sino también rodearlo de una estabilidad y un acabado audiovisual sobresalientes. Queda poco para su lanzamiento, el próximo 5 de junio en PS4 y Xbox One, pero si queréis jugar durante unos días lo podréis hacer gracias a la beta abierta disponible del 17 al 21 de mayo en ambas plataformas, una opción fantástica para conocer de primera mano la frenética y adictiva esencia de Onrush.
Hemos podido probar el juego en su versión de PS4 Pro en un evento celebrado en Madrid al que fuimos invitados por Koch Media.