Pese a ser la primera vez que se hacen cargo de Need for Speed, los suecos de Ghost Games han adoptado una decisión que, por otro lado, tiene mucha lógica y puede marcar tendencia en los juegos de conducción de los próximos años: la unificación de los modos para un jugador y multijugador en un mundo abierto. En los últimos años son múltiples los títulos que han dado pasos en esta dirección: Test Drive Unlimited 2, Forza Horizon, o incluso el juego anterior de la franquicia de EA, Need for Speed Most Wanted, por poner algunos ejemplos del pasado, o The Crew, previsto inicialmente para principios de 2014 y que se ha retraso al segundo o tercer trimestre, y se define como un MMO.
Claro que Ghost Games no lo ha hecho de forma alocada. Entre sus filas hay gente que trabajó en Criterion (el estudio del que Ghost recibe el testigo de la franquicia) y en DICE.
Esa experiencia entre sus filas y las vocación social de la nueva generación de hardware han permitido al estudio llevar a cabo un proyecto tan complejo y, además, domarlo para que se pliegue en todo momento a los deseos del jugador.
Un sistema que te da más libertad que ningún otro juego de conducción
All-drive system es como se llama esta característica que borra la línea que separa el multijugador de la campaña. Así, puedes empezar la partida jugando tú solo como policía y hacer algunas misiones de la campaña y, poco después, decidir tomar parte en una carrera como corredor junto a otros jugadores y vehículos controlados por la IA del juego. E incluso puede suceder que esta competición se tropiece de repente con una persecución oficial y se desate lo que James Mouat, diseñador jefe de Rivals, denomina "bello caos".
No hemos podido llegar a comprobar todo esto de momento, pero sí hemos jugado en PC a un código que incluye esta versión multijugador y en PS4 a una versión sólo para un jugador. En ambos casos las opciones estaban limitadas, pero aún sin tener esa libertad de elección completa sí hemos visto que el juego tiene muchos ingredientes heredados de los títulos precedentes y otros nuevos que lo hacen muy atractivo.
En el mapa están los indicadores de los puestos de mando policiales, talleres, los puntos a los que puedes trasladarte para comenzar a jugar… y en él puedes establecer tus propias rutas o indicar qué vehículo quieres perseguir para que te indique el camino en el minimapa de la pantalla principal.
En la versión con multijugador eramos policías. El pequeño tutorial incluye una prueba de velocidad en la que chocar resta tiempo y una persecución de una carrera ilegal, que comienza o bien cuando enciendes las luces o cuando chocas contra uno de los corredores. En unos cinco minutos puedes haber recibido las nociones básicas y familiarizarte con el juego. Pese a su completo abanico de opciones, Rivals es tremendamente accesible a todo tipo de jugadores.
Con los puntos que consigues en las distintas misiones o interceptando corredores puedes comprar tecnología que se añade en dos ranuras distintas en tus vehículos: una onda sónica frontal, un EMP que apaga el sistema eléctrico de los coches que te preceden, una carga electrostática que te protege frente a golpes y EMP, minas o turbo extra. Cada una de las dos tecnologías que puedes tener instaladas se activa con un botón del pad.
Las carreras y persecuciones son muy rápidas con la accesible conducción arcade del juego. Durante ellas puedes perseguir a varios vehículos, entorpecerles, golpearles para dejarles fuera de combate, o incluso puedes atacar a otros vehículos de la policía.
Pese a que el aspecto era muy bueno en la versión de PC, donde realmente impresiona es en el código que jugamos de PS4, más avanzado que el de ordenador. Aquí elegimos ser conductor, con un potente deportivo. En otras ocasiones ya hemos hablado del espectacular aspecto del juego, uno de los que parece mostrará más el salto gráfico cualitativo que puede suponer el cambio de hardware.
En el otoño de Rivals las hojas se arremolinan en los márgenes de la carretera de los bosques y el paso de tu coche crea turbulencias, y unos kilómetros más adelante la lluvia cae con fuerza creando charcos. Los vehículos tienen un detalle espectacular y, al mismo tiempo, forman un conjunto armónico con el paisaje, sin estridencias y dan la sensación de que las carreteras, las calles y los vehículos están en la misma sintonía.
Incluso en esta demo para un jugador vivimos momentos emocionantes en las persecuciones como corredor. Falta ese elemento de incertidumbre de lo que puede suceder cuando interactúas con humanos, pero la IA del juego, que se encargará de controlar a los vehículos que sean necesarios cuando no haya personas que lo hagan, te ataca con EMP intentando dejarte desvalido y hace que sea divertido.
En la esquina izquierda superior está el EasyDrive que llegó a la serie con Most Wanted y que te facilita el juego al indicar opciones básicas y te indica los eventos en los que puedes tomar parte. Como no hay lobbies ni esperas, no hay menús multijugador ni tipos de competiciones entre los que elegir, todo es rápido, ágil: entras y compites en aquello que quieres, o das una vuelta, o te vengas del tipo que te impidió ganar en la última carrera, o haces una contrarreloj por tu cuenta.
El equilibrio entre conseguir más puntos y asegurar los que tienes
Jugando como corredor adquirirás los vehículos con los puntos que consigas en las carreras. Como sucede en los últimos títulos de la serie, tienes bastantes opciones de personalización del aspecto del coche. En cada carrera sumas multiplicadores y recaudas dinero. Si llevas ese dinero al banco no lo perderás pero los multiplicadores se ponen a cero. Si decides no seguir sumando sin ingresar ese dinero en lugar seguro y te atrapa la policía pierdes todo el dinero que tengas encima en ese momento, al igual que los puntos y multiplicadores.
Como policía no puedes "tunear" los vehículos, pero eso no implica que sea más aburrido, porque cada vez que subes de nivel tienes acceso a un tipo nuevo de vehículo, con tres variantes: patrulla, intervención o de secreta, cada uno de ellos con unas características diferentes y distintos objetivos dentro de las misiones: como patrullero explorarás más el mundo, como intervención los objetivos concretos pueden incluir utilizar estacas en las ruedas (es una de las tecnologías disponibles en esta especialidad) para romper los vehículos rivales, y como secreta deberás actuar de incógnito y te podrás camuflar con el resto de jugadores, pero te arriesgas a que acaben sospechando que eres policía y te detecten. En total son 20 niveles como policía, lo que supone otros tantos vehículos con tres versiones cada uno, más las que haya de coches policiales aparte del modo campaña.
Es una gran cantidad de contenido en ambas campañas, la de policía y la de corredor, aparte de todos los eventos en los que puedes participar. El productor jefe explica que no habrá dos eventos iguales, porque lo que suceda a su alrededor será siempre diferente gracias a ese elemento humano, de la misma forma que no pasará lo mismo cada vez que pases por una calle.
Mouat explica que quieren que vuelvan aquellos jugadores que eran seguidores de Need for Speed hace años y les gustaba jugar como policías, por eso incluye la posibilidad de jugar como equipo y en el mapa aparecen reflejados todos los coches policía que hay, y los policías podrán incluso pedir bloqueos en las carreteras y helicópteros para que les ayuden en las persecuciones.
El estudio quiere dar al jugador gran libertad de elección, algo poco habitual en los juegos de conducción, de forma que no sólo puedes elegir entre competiciones, persecuciones, pruebas de velocidad, sino que también puedes pasar de ser policía a corredor. Imagina que estás en una carrera y otro jugador se dedica a estorbarte todo el rato, y entonces con un amigo os pasáis al bando de policías para frenar al molesto contrincante poco después.