Parece que fue ayer cuando nos sorprendió Metro 2033, una aventura de acción con una gran ambientación y mucha personalidad y carisma, pero ya han pasado casi nueve años, y dentro de muy poco vamos a poder disfrutar de la tercera entrega de la saga: Metro Exodus. Entre ambos hemos jugado decenas de shooters, incluida una secuela, pero la propuesta de 4A Games sigue siendo algo único, un juego de acción en primera persona artesanal como los que se hacían hace muchos años, de los que nacieron al calor del primer Half-Life.
Gameplay comentado
Ya hemos podido jugar varias horas a la nueva entrega, y lo mejor que podemos decir es que las buenas sensaciones se mantienen, y a pesar de ser más ambicioso y ofrecer escenarios abiertos no ha perdido sus señas de identidad, sigue siendo un shooter con personalidad y mucho encanto, que interpreta a su manera las posibilidades que ofrecen los mundos abiertos.
La característica más destacable de esta tercera entrega es que por fin abandonamos los angustiosos túneles del metro de Moscú y recorreremos toda Rusia a bordo del Aurora, un enorme tren en el que viajamos junto a otros compañeros de aventuras.
Así visitaremos diferentes localizaciones, en el que será uno de sus puntos fuertes, la variedad de escenarios y ambientaciones. Desde zonas heladas hasta desiertos y bosques, teniendo cada mundo sus particularidades, como diferentes tipos de enemigos, ya sean humanos o mutantes, animales, condiciones climáticas e incluso vehículos.
Ya hemos podido jugar a tres de estos escenarios, y son como "pequeños" mundos abiertos totalmente desconectados entre sí, que iremos visitando de manera consecutiva según avancemos en la trama. Los dos más grandes que hemos jugado, la zona nevada y desértica, puede ofrecer cada uno unas 6 u 8 horas de juego tranquilamente, dependiendo del tiempo que dediques a explorar todas sus localizaciones o la dificultad en la que juegues. En cambio el tercer escenario, ambientado en una zona de montaña y bosques, tiene una estructura más lineal, que recuerda a la de los primeros juegos.
No sabemos cuántos escenarios tendrá, pero ya nos han dicho sus creadores que Metro Exodus tiene un tamaño equiparable al de los dos primeros juegos juntos, y nos lo creemos tras haberlo jugado en profundidad, incluso es una afirmación que se puede quedar un poco corta.
Siendo los mundos abiertos uno de los géneros de moda en la actual generación, que nos ha demostrado todo lo bueno y lo malo que pueden llegar a ofrecer, es normal que a muchos os asuste que Metro también abrace este concepto, pero podéis estar tranquilos, porque lo hace de una manera muy particular, y sin olvidar los momentos lineales, los scripts y todo lo que vimos en las anteriores entregas.
Olvidaos de un mapa llenos de iconos, una "lista de la compra" con decenas de objetivos y mil indicaciones en pantalla a lo Ubisoft, Metro Exodus hace todo lo contrario, y es tremendamente sutil en este aspecto. Con una interfaz completamente limpia, para saber a dónde dirigirnos tenemos que sacar el mapa y consultarlo, y ni siquiera tenemos un listado de misiones, solo se nos indica el siguiente objetivo para continuar la historia.
Por supuesto que hay misiones secundarias y zonas opcionales en las que encontrar recursos extra, algo importante en un juego como este en el que la munición y los objetos escasean, pero todos estos lugares se nos indican en el mapa al hablar con personajes o al observar con los prismáticos los escenarios con una simple marca, que ni siquiera nos dice qué nos vamos a encontrar allí, de la manera menos intrusiva posible. Esto nos encanta, ya que es mucho más orgánico y no agobia, algo que sí ocurre en muchos juegos de mundos abierto con tantos listados de misiones, actividades o coleccionables.
La acción es muy parecida a la de los anteriores Metro, con unos tiroteos que funcionan bien, sin grandes alardes, pero con una gran variedad de armas que además son completamente personalizables, y la opción de resolver con sigilo muchas de las situaciones, algo que cobra todavía más sentido en esta entrega al desplazarnos por escenarios tan amplios y que ofrecen más posibilidades estratégicas. Sí nos ha decepcionado un poco la inteligencia artificial de los enemigos, con un comportamiento previsible y un tanto estúpido a veces, y es un tanto desalentador comprobar cómo es un aspecto de los videojuegos en el que apenas se ha avanzado en la última década, esperamos que en los próximos años se pongan las pilas.
Son los elementos de supervivencia los grandes beneficiados de los escenarios abiertos, el hecho de tener poca munición y recursos para fabricar objetos y tener que explorar a fondo si no queremos quedarnos vendidos, así como protegernos de la radiación y todo tipo de sustancias nocivas que nos obligan a usar la máscara de gas, o mantener las armas ya que se van deteriorando. Todo esto ahora es mucho más impredecible con la aparición tormentas que se generan en cualquier momento y un ciclo de día y noche que cambia las reglas del juego, apareciendo diferentes tipos de enemigos dependiendo de la hora del día.
Aparentemente puede que explorar cada casa o vehículo abandonado sea lo razonable, siempre encontraremos algo que coger, pero nos ha pasado en más de una ocasión que por querer entrar en un pequeño chamizo a coger unas balas nos hemos acabado enfrentando a una decena de monstruos y no nos ha salido rentable la incursión, por lo que la sensación de peligro y amenaza constante es genial, y consigue transmitir mejor la sensación de aventura de supervivencia que otros juegos que están completamente centrados en ello.
Cada uno de sus mundos ofrece sus propias peculiaridades, con diferentes tipos de mutantes y de bandas de enemigos, e incluso animales, por ejemplo en el escenario del desierto hay serpientes venenosas, y en las montañas lobos y osos muy peligrosos. También cada localización tiene sus propias historias y narrativa, con algunos personajes o aliados a los que podemos echar una mano, e incluso en algún momento podemos tomar decisiones que tienen sus consecuencias. Por ejemplo un enemigo contra el que luchamos, al final del combate podíamos decidir si noquearle o matarle, y si le perdonábamos la vida más tarde nos lo encontrábamos y nos encargaba una misión.
Todo esto puede sonar demasiado diferente a lo que ofrecían los anteriores Metro, pero no temáis ya el juego también está plagado de secciones lineales y "scriptadas" como en las anteriores entregas, por mazmorras y zonas oscuras y terroríficas, por lo que podemos decir sin temor a equivocarnos que han cogido lo mejor de los juegos lineales y de los mundos abiertos, creando algo con mucha personalidad.
En esta ocasión jugamos en PC y a 4K, una pasada, y va a ser sin duda uno de esos juegos de referencia para comprobar la potencia de tu nuevo ordenador o tarjeta gráfica. Visualmente hablando su punto fuerte es sin duda la ambientación, gracias a una muy acertada dirección de arte y la gran cantidad de detalles de los escenarios, que hace que sea un placer explorar cada rincón del mapa.
Al motor gráfico se le ven alguna costuras, tiene problemillas con la carga de texturas, y en cuanto a físicas y sobre todo animaciones no está a la altura de los referentes visuales de la generación, se ve un poco anticuado en este aspecto, y donde demuestra que no es un cuádruple A, aunque a veces lo parezca.
Como las anteriores entregas volverá a contar con voces en español, con el mismo equipo de las entregas anteriores, repitiendo por ejemplo la voz de Artyom.
Una cita ineludible para los amantes de la acción
Ya hemos jugado lo suficiente a Metro Exodus como para poder afirmar sin temor a equivocarnos que va a ser un gran juego de acción, con una manera muy interesante de interpretar las posibilidades que ofrecen los mundos abiertos y manteniendo todo lo bueno que hicieron las anteriores entregas, unos juegos muy queridos y con un encanto único. Se pondrá a la venta el 15 de febrero, y si disfrutaste de los anteriores Metro o te gustan este tipo de aventuras de acción es seguro que estamos ante uno los lanzamientos más interesantes de estos primeros meses de 2019, que va a ser un año genial para los amantes de los videojuegos.
Hemos jugado a la versión de PC en un evento organizado por Deep Silver en Londres, al que fuimos invitados por Koch Media.