Ha pasado más de un año desde el lanzamiento del primer episodio de Life is Strange 2. Wolves, el quinto y último capítulo de la historia de los hermanos Diaz, que llegará el 3 de diciembre, servirá para concluir todas (o casi) las tramas abiertas durante su viaje. Dontnod Entertainment se enfrenta al reto de cerrar adecuadamente uno de esos juegos que se ganan un lugar especial en el recuerdo de los jugadores.
Lo hará aprovechando las virtudes de los episodios anteriores e intentando paliar en lo posible aquello que más ha fallado hasta ahora. De hecho, nada más comenzar, Sean y Daniel, los dos protagonistas, comparten una escena de esas que echamos en falta en el episodio anterior, cuando sus caminos estaban se habían separado.
La conexión entre ambos es la principal baza de Life is Strange 2, y nos alegramos de verlos reunidos una vez más. Ambos han madurado mucho durante los meses transcurridos desde el evento que les hizo abandonar su hogar. Ese crecimiento se aprecia en las conversaciones entre ambos aunque, eso sí, todavía hay tiempo para juegos.
El road trip llega a su fin
Una de las novedades de esta secuela respecto a su predecesor es el cambio de escenario y personajes secundarios en cada episodio. Algo que, por lo que pudimos probar, no va a ser una excepción en este final. La aventura de los Diaz es un viaje. De Seattle (Estados Unidos) a Puerto Lobos, en México. Esto es algo que permite conocer nuevas ambientaciones y explorar temas diferentes, pero que deja con ganas de más cuando aparecen secundarios tan potentes para los que un solo capítulo se les queda corto.
Nuestros primeros pasos en Wolves se desarrollan en un campamento desierto de Arizona. Lo hace de manera calmada, muy pausada. Conocemos poco a poco a nuevos personajes y se le da tiempo al jugador para echar la vista atrás antes del desenlace. Lo hacemos, como ya es habitual, investigando el entorno e interactuando con lo que encontremos en nuestro camino, ya sea una escultura gigante, una bandera o incluso un plato de tortitas.
Para no caer en ningún spoiler no queremos dar demasiados detalles del lugar en el que se encuentran los protagonistas al principio del episodio, por qué están allí o quiénes son las personas que les rodean. Pero sí podemos decir que nos permite ver a los dos ‘lobos hermanos’ más sueltos que nunca, en un entorno más afable.
En este sentido hay que destacar la interpretación de los actores que consiguen dar una personalidad muy creíble a sus personajes. En un juego por momentos tan puramente contemplativo, una buena actuación marca la diferencia para conseguir emocionar como pretenden. Cabe recordar que el juego llega subtitulado pero no hay doblaje a nuestro idioma.
Un último episodio con sorpresas
Es de agradecer que haya novedades respecto a los cuatro episodios anteriores. La más apreciable es la inclusión de más mecánicas en un juego que por el momento se había mostrado muy limitado en ese sentido. La primera temporada conseguía mezclar puzles con narrativa de manera acertada, y en lo que llevábamos de Life is Strange 2 hemos echado esto en falta.
Por ejemplo, en el inicio del capítulo se nos propone una búsqueda del tesoro recorriendo el escenario, o la construcción de una obra de arte en forma de escultura pidiendo Sean a Daniel que use su superpoder. Lo mejor de cada hermano en un pequeño minijuego.
A nivel visual este episodio se muestra en la línea de los anteriores. No busca el realismo sino su propio estilo, muy potente a la hora de transmitir sensaciones. Por momentos incluso parece una pintura como las que dibuja Sean, con un estilo artístico sobresaliente. Más que de sobra para mostrar algunos paisajes preciosos.
La banda sonora original nos pareció a la altura de lo esperado, con un gran trabajo de composición detrás. Esperamos escuchar durante el resto del episodio alguno de esas canciones de grupos conocidos o de bandas indie a la que la saga nos ha acostumbrado.
Un juego que se moja
En la media hora que pudimos jugar vimos muestras de un humor ya característico en la saga. Incluso con guiños a Minecraft o Fortnite. Pero si en algo destaca no es en el humor sino en el buen hacer a la hora de ser un juego que sabe tratar temas complicados y mojarse en ellos.
Ya vimos ejemplos claros al criticar el trato a inmigrantes por parte de parte de los estadounidenses. Y en esta ocasión han querido seguir en la misma línea. Uno de los acompañantes de Sean y Daniel sufre cáncer y ofrece su perspectiva de la vida. Otros dos son una pareja de hombres homosexuales, uno de ellos divorciado y con hijos, que te cuentan su historia… Temas que normalmente los videojuegos pasan muy por encima y que aquí saben tratar con respeto y profundidad. Y apostando siempre por la inclusión y la diversidad. Algo en lo que la primera temporada ya fue icónica y que ahora han desarrollado de manera más madura.
No nos dio tiempo de tomar ninguna decisión que afectase a la narrativa, ya que el principio del episodio se desarrolló de manera bastante lineal en cuanto a la historia. Siendo el capítulo final seguro que hay más de una y previsiblemente nos presentarán verdaderos dilemas.
Además de ello, queremos ver cómo afectan al final las decisiones tomadas durante este año. Al fin y al cabo es un juego sobre las acciones y sus consecuencias. De ello y, en definitiva, de este capítulo, depende el recuerdo que nos dejará un juego que, en cualquier caso, es muy especial para muchos jugadores. Queda por ver si este desenlace consigue estar a la altura del memorable final (o finales) del primer juego.
El viaje de los hermanos Diaz no ha puesto en la piel del hermano mayor, del hermano del chico con poderes, con la educación como el tema principal, según nos contaba Jean-Luc Cano, codirector y guionista del juego, en una entrevista. Esta será su última lección. La pregunta es: ¿aprobarán el examen? Life is Strange 2 - Episodio 5: Wolves estará disponible desde el 3 de diciembre en PS4, Xbox One y PC.
Hemos jugado a la versión de PS4 en un evento en Londres al que fuimos invitados por Square Enix.