A mediados de agosto, la misma semana que se anunció su retraso para el 29 de noviembre, tuvimos la oportunidad de jugar las primeras horas de Final Fantasy XV, y como os contamos en unas extensas impresiones, nos dejó un gran sabor de boca, aunque con algunos peros, tanto en el apartado técnico como en los aspectos jugables.
Hace unos días pudimos retomar la aventura justo donde lo dejamos, y jugamos unas seis horas aproximadamente, a una versión casi final del juego. Y aunque no hemos visto novedades realmente importantes respecto al anterior contacto, el sabor de boca que nos ha dejado es mucho más positivo que entonces. Esto se debe a que ahora dominados y entendemos mejor el complejo sistema de combate, la historia ya ha echado a rodar y comienza a mostrar su verdadero potencial, nos hemos familiarizado con la ambientación y los personajes, y gráficamente está mucho más pulido, en todos los aspectos.
Cuando jugamos al Episode Duscae en marzo de 2015, si nos hubieran dicho que el juego finalmente se movería y se vería tan bien, no nos lo hubiéramos creído. La evolución visual que ha tenido en los últimos meses es francamente sorprendente, y si en agosto ya dijimos que el juego se movía razonablemente bien, en torno a los 30fps la mayor parte del tiempo, ahora es mucho más estable si cabe -en todas las situaciones-, y no solo eso, se ve mucho mejor. Y tenemos que dejarlo claro, jugamos en una PS4 normal, nada de PS4 Pro, el nuevo modelo más potente.
Estamos ante un juego bellísimo, y ahora que el framerate es estable y no hay grandes defectos gráficos, el Luminous Studio demuestra todo su potencial. Esa mítica pradera con un lago en medio que hemos visto tantas veces, uno de los escenarios del principio del juego, ahora luce mejor que nunca, con un mayor nivel de detalle, con más vegetación de la que habíamos visto hasta ahora, y es un placer pasearse por los alrededores a diferentes horas del día, y disfrutar de la excelente iluminación, o el realismo de algunos elementos del entorno, como el agua.
No tenemos miedo a decir que nos parece uno de los juegos técnicamente más ambiciosos en lo que llevamos de esta generación, que está a punto de cumplir tres años. Con esto no estamos diciendo que sea visualmente perfecto, hay muchas texturas que dejan que desear, sobre todo en los interiores y las distancias cortas, o personajes secundarios que no están a la altura de los principales. Pero tiene detalles visuales francamente sorprendentes, una escala en cuanto a cantidad y tamaño de los enemigos realmente ambiciosa, y todo con la siempre destacable dirección artística de la saga.
Puede parecer raro comenzar unas impresiones hablando de los gráficos, pero es que desde que lo probamos por primera vez ha sido uno de los apartados del juego que más temores nos ha causado, y da gusto ver que el resultado final es tan bueno, alejando todos los fantasmas. Además, en un juego de acción como este, que abandona los tradicionales combates por turnos por la acción directa, la fluidez y estabilidad son muy importantes, habiendo movimientos que exigen precisión como los contraataques, y nunca habíamos disfrutado tanto de los combates como en este contacto.
Aunque en las anteriores impresiones ya dijimos que nos gustó el sistema de combate, había ciertos aspectos que no terminamos de entender o dominar del todo, y su tendencia a caer en el caos nos dejó serias dudas. Y sí, los combates muchas veces parecen caóticos, hay muchos personajes, ataques, magias y enemigos a la vez, y cuesta seguir todo lo que está pasando de manera simultánea. Pero una vez entiendes todas las acciones y los recursos que tienes a tu disposición, cómo interacciona Noctis con sus compañeros y las órdenes que podemos darles, y te habitúas a una cámara un tanto juguetona, el caos no desaparece del todo, pero se convierte en un divertido caos controlado.
Lo mejor que se puede decir de los combates es que son entretenidos, dinámicos y espectaculares, y no te cansas de luchar una y otra vez, contra todo tipo de enemigos. Desde lo más pequeños hasta los más grandes y peligrosos, como monstruos o jefes finales, que nos vamos a encontrar tanto en la historia principal como en las abundantes misiones secundarias, uno de los puntos fuertes de esta aventura.
También criticamos en las anteriores impresiones una falta de estrategia en los combates, y bueno, esa sensación no se ha disipado, pero lo cierto es que hay que cambiar el chip con este Final Fantasy, y tener claro desde un principio que estamos ante un action RPG. Eso no quiere decir que no tengamos que jugar con cabeza, y hay ciertos toques estratégicos a la hora de elegir qué cuatro armas o hechizos llevamos equipados, cómo los combinamos en tiempo real durante los ataques, cómo nos movemos por los escenarios, cuándo y cómo usamos los objetos de apoyo, y qué momentos elegimos para usar los ataques especiales de los compañeros. Así que sí, es un juego de acción, pero en los momentos más exigentes habrá que usar con cabeza los abundantes recursos y acciones que tenemos a nuestra disposición.
¿Por el hecho de no tener combates por turno no le deberíamos considerar un Final Fantasy de toda la vida? Ni muchos menos. En nuestra opinión, el espíritu de la saga está presente en todas partes, y seguro que muchos estaréis de acuerdo, Final Fantasy es mucho más que combates por turnos. El juego está repleto de elementos típicos de la saga, en su ambientación, historia, personajes, enemigos y un larguísimo etcétera, y guiños y referencias que son puro fan service, que van a encantar a sus mayores seguidores.
Y todo mezclado de una manera sorprendentemente natural, encajando sin fisuras la fantasía, la ciencia ficción y un realismo que nunca habíamos visto en otras entregas. Una aventura de rol en la que nos tenemos que parar a echar gasolina al coche para no quedarnos tirados, comer de vez en cuando a irnos a dormir para descansar y asimilar los puntos de experiencia, y todo esto mientras luchamos con las criaturas más fantásticas que os podáis imaginar, en una historia llena tintes políticos y bélicos, con un tono muy serio y dramático. Es un poco la cuadratura del círculo, pero al menos en lo que hemos jugado, parece que han salido airosos de semejante reto, y todo encaja de manera natural.
Hasta la estructura de la aventura nos ha convencido, y se adapta sin problemas a diferentes tipos de jugadores. La historia está dividida en capítulos, que duran una hora aproximadamente, por lo que es un Final Fantasy que se puede adaptar tanto al jugador que solo puede disfrutarlo en sesiones cortas, como al que se quiere pegar auténticas panzadas. Al menos en la primera decena de horas, su desarrollo nunca nos limita o impide que exploremos con libertad o que emprendamos misiones secundarias, como las interesantes misiones de la Liga de cazadores, o que nos entretengamos con los simpáticos minijuegos, como la pesca, o todo lo relacionado con los chocobos.
Explorar los bellos escenarios descubriendo secretos, hacer alguna que otra misión secundaria, adentrarse en peligrosas y laberínticas mazmorras, ayudar a los habitantes que nos vamos encontrando, mejorar a los protagonistas, tanto sus habilidades como su equipamiento, avanzar en la interesante historia, con sus escenas épica y espectaculares… el juego es terriblemente entretenido, y nunca ves el momento de soltar el mando.
Esto evidentemente son unas conclusiones después de haber jugado las primeras horas, y la cosa siempre se puede torcer más adelante, pero las ganas con las que nos dejó de seguir jugando son enormes. Deja esa sensación de estar ante un juego muy ambicioso y cuidado, con toneladas de cosas por hacer, siempre entretenidas, y con el que te frotas las manos al pensar la cantidad de horas que le vas a echar cuando lo tengas en casa, sumergiéndote hasta el cuello en su atractiva propuesta.
El final de un largo camino
A pesar de que hay varios ejemplos de desarrollos largos y accidentados que han acabado mal, este no va a ser el caso, y parece que Final Fantasy XV va a salir airoso de su complicado proceso creativo, y va a terminar siendo un gran juego. Tendrá sus cosas mejorables evidentemente, y habrá detalles o aspectos que no convenzan a todos, pero después de haber jugado un buen puñado de horas, no podemos decir otra cosa que nos ha encantado. Nos parece un juego muy divertido, atractivo y bien hecho, y quiénes lleváis años esperándolo con ganas deberíais aparcar vuestros miedos, ya que el resultado es francamente bueno, y por fin está a la vuelta de la esquina para que podáis comprobarlo.
Final Fantasy XV se pondrá a la venta el 29 de noviembre en PS4 y Xbox One.
Hemos escrito estas impresiones tras visitar las oficinas de Square Enix en Londres, donde pudimos jugar unas seis horas a una versión casi final del juego en su versión de PS4.