Destiny ha sido de los juegos que más ha dado que hablar este año, para bien y para mal, levantando un montón de pasiones. La nueva y ambiciosa saga de Activision y de los creadores de Halo venía haciendo mucho ruido desde que fue anunciado hace dos años, y la beta que pudimos probar todos este verano dejó un gran sabor de boca. Cuando se puso a la venta el 9 de septiembre el recibimiento fue diferente, y si bien las ventas le han acompañado, siendo uno de los juegos más vendidos del año, los jugadores lo han recibido con disparidad de opiniones, principalmente por un polémico endgame, tachado por muchos de ingrato y repetitivo.
Si algo sabíamos de Destiny es que se trataba de una saga a largo plazo, nada más y nada menos que con una planificación para los próximos 10 años, y dada su estructura de MMO perfectamente actualizable y ampliable, nadie se puede sentir sorprendido por la llegada de su primer contenido descargable o expansión, ni de los muchos que seguramente se lancen en los próximos meses.
Además de todo tipo de ajustes que han llegado mediante constantes parches gratuitos, y las necesarias misiones diarias y semanales que otorgan –si tienes suerte- suculentas recompensas a los jugadores, el pasado martes se lanzó la Expansión I de Destiny: La profunda oscuridad.
Básicamente lo que ofrece esta expansión son tres nuevas misiones para la historia, una nueva misión tipo Asalto –dos si eres usuarios de PlayStation-, una nueva Incursión o raid para seis jugadores, tres nuevos mapas para el multijugador competitivo, nuevo botín, y la ampliación del nivel máximo, que pasa del 30 al 32. Además, quienes adquieran este contenido antes del 15 de enero recibirán una nueva moto voladora, la colibrí Volteadora EV-30, más rápida y ágil que las que solemos conducir por defecto. Todo esto por 20 euros, o 35 si te haces con el Pase de temporada, que te da acceso tanto a este contenido como a la segunda expansión que se lanzará en unos meses.
Si algo se criticó especialmente de Destiny fue su narrativa, con una historia anecdótica y encima mal contada, desaprovechando un interesante y aparentemente trabajado nuevo mundo de ciencia ficción. Esperábamos que habiendo escuchando las críticas esta primera expansión tuviera al menos una historia interesante –o al menos que la tuviera- y arreglara un poco el desaguisado del original, pero para nada ha sido así, y no va mucho más allá de la premisa que nos habían contado. "Tras pasarse años oculta entre las sombras de la colmena, Eris, un nuevo personaje, ha aparecido con malos augurios: la colmena pretende invocar a un dios, Crota, para que destruya la Tierra". Este nuevo personaje aparece en la Torre, y es quien nos encarga las tres misiones de la historia, de las como siempre se nos cuenta un poco más en la pantalla de carga.
Tres misiones que no son demasiado largas y que se desarrollan en parte en localizaciones ya existentes, con pocos escenarios nuevos, algunos jefes finales interesantes y una nueva clase de enemigo, lo que nos parece bastante pobre para tratarse de una expansión. Para jugar la primera misión de La profunda oscuridad necesitas nivel 24, aunque se puede jugar con menos nivel, pero las pasarás canutas, y tanto por los ajustes de los últimos parches, como por los contenidos de este DLC, ahora es más fácil conseguir buen equipamiento y ampliar el nivel de luz, en unas pocas horas hemos subido varios niveles, algo que antes costaba bastante más.
Eris Morn no solo sirve para emprender estas tres nuevas misiones, también tiene recompensas de facción y nuevos contratos, relacionados con este DLC. Por ejemplo eliminar a un determinados número de enemigos utilizando un sable, en una de las pocas "novedades" de esta expansión, la espada que ya pudimos utilizar en el título original durante el jefe de una misión, que ahora está disponible en algunas misiones de la historia de La profunda oscuridad, ya que aparece un nuevo tipo de enemigo con este arma que al vencerle podemos cogerla y utilizarla.
La nueva misión Asalto es La Voluntad de Crota, que se desarrolla en el Complejo Joviano, en lo más profundo del antiguo Cosmódromo, donde tenemos que derrotar a Omnigul. Aquí este peligroso enemigo se dedica a ampliar el ejército de La Colmena ante el inminente regreso de su amo, Crota, y como el resto de misiones de este DLC, los enemigos de La Colmena son los protagonistas. Además de esta misión de Asalto, si eres un usuario de PlayStation 3 o 4 tienes una más exclusiva, La Mente Imperecedera (de nivel 20), en la que tienes que volver de nuevo al Jardín Negro para hacer frente a una antigua bestia-animal Vex, que ha sobrevivido durante siglos. La verdad, nos parece un tanto feo que en un DLC de pago que no es precisamente barato priven de contenidos a los usuarios de Xbox.
Aparte de estas misiones que se pueden jugar tanto solos como entre tres jugadores, tenemos una nueva Incursión o raid para seis jugadores, El fin de Crota, donde nos tendremos que enfrentar al peligroso enemigo que es el absoluto protagonista de esta expansión. Una misión solo apta para los jugadores más expertos y dedicados de Destiny, que exige nivel 30, y que nos permitirá llegar a nivel 32, el máximo hasta el momento del juego.
Además tenemos tres nuevos mapas para El crisol, el multijugador competitivo, que se encuentran en sus propias listas de juego y que no se mezclan con el resto. Estos son Panteón, ambientado en un antiguo templo Vex dentro del Jardín Negro, caracterizado por sus pasillos estrechos, ideal para sacar las escopetas a pasear; Colapso Aéreo, un viejo arsenal de defensa interplanetario con posibilidad de combatir tanto con vehículos como con infantería, y por último La caldera, un templo abandonado de La Colmena donde prima el combate cuerpo a cuerpo.
Algo que ya está disgustando a la comunidad de Destiny en estas primeras horas es que coincidiendo con el lanzamiento de La profunda oscuridad el Asalto heroico semanal y el Asalto de ocaso semanal de esta semana son exclusivos para los jugadores que hayan comprado la expansión. Por tanto el resto de jugadores se han quedado sin jugar estas dos misiones semanales que ofrecen grandes recompensas, como monedas extrañas, enseñas de la Vanguardia o un Engrama de criptarca. Entendemos que quieran incitar y primar a los que se han comprado el DLC, pero no deberían hacer es penalizar a los jugadores que no lo han hecho. Al parecer la semana que viene esto ya no será así, pero parece ser que de vez en cuando caerán misiones diarias o semanales exclusivas de este contenido, dividiendo a la comunidad.
Dicho todo esto, ¿es recomendable La profunda oscuridad? A nosotros su precio, 20 euros, nos parece excesivo para lo que ofrece, ya que otros juegos como la saga The Elder Scrolls, Fallout o Borderlands por un precio igual o inferior han ofrecido mucho más con este tipo de expansiones. Ya no solo en cuanto a cantidad, sino en cuanto a calidad y novedad, como nuevos enemigos, localizaciones, historias y hasta novedades jugables. Esta primera expansión de Destiny ofrece más de lo mismo, y no nos parece que tenga alicientes lo suficientemente atractivos como para que vuelvan los jugadores que lo hubieran abandonado.
Si en cambio eres uno de esos jugadores que todavía sigue jugando a Destiny muchas horas y que disfruta junto a sus amigos de las desafiantes raid, esta expansión es casi imprescindible, ya que está pensada para los jugadores más dedicados, y seguir ampliando la experiencia en diferentes frentes. Esperábamos más de esta primera expansión de Destiny, y veremos si con el segundo gran DLC, Casa de los Lobos, Bungie es capaz de sorprendernos y dejarnos mejor sabor de boca.