Durante la primera semana de febrero Visceral ha publicado una beta abierta de Battlefield: Hardline en todas sus plataformas. Se trata de la versión del "campo de guerra" que se aleja del tema puramente militar para llevar la acción a los propios Estados Unidos con el eterno enfrentamiento entre policías y delicuentes.
Desde el Tokyo Game Show no jugábamos al multijugador, así que esta es una buena oportunidad para ver los cambios que han realizado los desarrolladores tras el periodo extra de tiempo que disfruta con el último retraso –estuvo planeado para 2014-. Tres son los modos disponibles si exceptuamos la variante hacker: atraco, puente y conquista grande, cada uno asociado a mapas que se adapta al tipo de jugabilidad.
Atraco pone de tarea a cada bando un objetivo bien diferente. Los delincuentes deben hacer lo que define su nombre, robar, mientras que las fuerzas policiales deben impedirlo. El mapa de esta beta nos presenta un banco de varios pisos y callejuelas, hay suficiente libertad como para crear varios cuellos de botella en los estrechos interiores, tomar las posiciones más activas o apostarse en los tejados como francotirador –y tienen muy buena visibilidad, es una posición ventajosa-.
Los ladrones deben entrar por la fuerza, obtener bolsas de dinero, llevarlas a un punto determinado para que sean evacuadas en el helicóptero de huida, y los policías tienen que impedirlo cubriendo las posibles rutas. Suena a una variante de la captura de bandera, sólo que uno de los equipos –los policías- no deben devolver las bolsas con billetes a su lugar. En las partidas que hemos jugado vimos victorias de ambos equipos, aunque es inevitable pensar que los ladrones lo tienen un poco más difícil y también que su rol es más divertido, pues deben cooperar mejor en la partida, mientras que las fuerzas de la ley sólo necesitan ser buenos tiradores.
Otro de los modos novedosos para Battlefield es Puente –el nombre viene de la manera de robar un coche-, y como era de esperar está centrado en el uso de los vehículos. Policías y delincuentes pueden capturar coches –tienen hasta sus propias emisoras de fondo- para perseguir a gran velocidad los objetivos y así reducir los tickets del otro equipo. Es un modo Conquista en persecución y constante movimiento donde puedes elegir entre conducir o asomarte por la ventanilla para dispara a los enemigos que se cruzan en tu camino –¡o atropellar a los incautos que van a pata!-.
Puente da lugar a escenas muy espectaculares y recrea momentos típicos del cine de acción –no hay película que no se precie sin una escena de este tipo-, es el modo que más nos ha gustado y no necesariamente porque sea el mejor, sino porque es original dentro de Battlefield. Es justo lo que esperábamos de un spin-off: experimentar con nuevas opciones y no limitarse a trasladar la experiencia de BF4 a la ciudad.
Como aspecto negativo, hay carreteras por las que se traspasa el límite de juego y te devuelven al área principal tras unos segundos. La dimensión de la zona –en Puente o cualquiera de las otras opciones- es grande, pero a lo mejor no tanto como lo que podría esperar el jugador habitual de un Battlefield. No es una crítica necesariamente negativa, hace las partidas más breves y sin ningún momento de descanso; de hecho, Hardline es un juego más rápido que los Battlefield anteriores y eso puede gustar a usuarios de la saga rival de estos títulos de Electronic Arts, Call of Duty.
El tercero de los modos es Conquista grande, este sí, clásico para Battlefield. Consiste en controlar puntos del mapa y defenderlos hasta que se agotan los tickets del otro grupo. Es divertido, pero –opinión puramente subjetiva- no parece encajar tan bien en la temática; en cualquier caso, es un guiño necesario a los fans de los juegos de DICE ya que pese a la nueva historia y enfoque aún está ligado a los productos de DICE.
La beta también dispone de un modo Hacker, similar al Comandante de Battlefield 4. Nos hace partícipes de la parte estratégica del combate ayudando a nuestro bando desde la visión de un mapa para señalar objetivos, hackear cámaras, afectar a los GPS o activar sistemas de gas. Esta manera de jugar no es la más exitosa, pero que seguramente tenga sus adeptos.
Una diferencia de Hardline respecto a la saga numérica es el tipo de armas y artilugios tácticos, igual de efectivos que siempre, pero inspirados en el equipamiento policial. Tirolinas, granadas de gas o garfios hacen los combates un poco más elegantes que los juegos militares, sin tanta arma pesada. Por ejemplo, las granadas aturdidoras nos permiten interrogar al enemigo para localizar las posiciones de sus compañeros. Las armas físicas ya no son el aburrido cuchillo militar, aparecen bates de béisbol, martillos o palos de golf. No obstante hay explosiones rompiendo muros y mucha personalización en forma de mirillas o culatas, dudamos que los amantes de las armas de fuego queden decepcionados.
La beta también permite dar un vistazo a la personalización de las clases. Hay un sistema de dinero en lugar del habitual de experiencia que sirve para adquirir nuevas armas, mejor equipamiento o accesorios. No todo funciona así, de vez en cuando hay objetos que necesitan un requisito de muertes, pero digamos que es bastante libre y nos da opción a gastarlo todo en una arma muy potente o ir avanzando poco a poco, sin ahorrar. También existen ventajas por trabajar en equipo y permanecer vivo, extras como munición, menos daño al caer o más rapidez para apuntar.
Battlefield Hardline corre a 60 imágenes por segundo en las últimas consolas, no siempre estables –depende de una situación tan cambiante como es un multijugador- pero sin grandes problemas. En PC pedirá unos requisitos sólo un poco por encima de Battlefield 4, y el rendimiento del motor es similar al de ese juego en PS4 y Xbox One, lo cual pone la única queja a la calidad de imagen, 900p de resolución en la consola de Sony, 720p en la de Microsoft, que deja visibles dientes de sierra en bordes de escaleras, cableado y en general los objetos situados a gran distancia. En nuestro análisis profundizaremos más esta y otras cuestiones.
Multijugador sólido para una campaña muy prometedora
La beta de Battlefield Hardline muestra que no reinventa la rueda, pero que basta con unos pequeños cambios a la fórmula habitual para que devuelva el interés. Es una jugabilidad sin grandes problemas que engancha fácilmente, sobre todo jugado en compañía y explotando bien la coordinación de los criminales. Apunta a ser un buen complemento para una campaña que cuidará más que nunca la historia de sus personajes.
Battlefield Hardline se pondrá a la venta el 19 de marzo en PlayStation 4, Xbox One, PC, PlayStation 3 y Xbox 360.