Desde hoy, gracias al servicio Origin Access (PC) y EA Access (Xbox One), los usuarios tienen acceso a 10 horas de juego en Battlefield 1, el nuevo juego de acción en primera persona de DICE y Electronic Arts, que se pondrá a la venta el 21 de octubre. El añadido más importante en este nuevo contacto con el juego, dado que ya tuvimos una beta abierta del multijugador, es la campaña. Con este anticipo tenemos acceso a dos de las seis misiones que compondrán el modo historia del título y que, con una duración aproximada de dos horas, nos permiten hacernos una idea de lo que podremos encontrar en la versión final.
La primera de las misiones, que hará las veces de prólogo, nos llevará al frente francés, y nos obligará a morir una y otra vez ante el avance alemán para ir cambiando entre distintos personajes que nos mostrarán las mecánicas de juego. La jugabilidad, que no sorprenderá a los seguidores de la franquicia, se muestra igual de eficiente y realista que en anteriores entregas, pese a haberse sustituido la avanzada tecnología por pólvora y acero. Gracias a este épico inicio, que nos llevará a pilotar un tanque, utilizar una ametralladora pesada o combatir con la infantería en primera línea, podremos apreciar la crudeza y violencia del conflicto, que han quedado perfectamente plasmados en Battlefield 1.
Aunque ahora las armas tengan menor cadencia, no dispongamos de ayudas tecnológicas y los ataques cuerpo a cuerpo sean más importantes que nunca, el nuevo título de DICE se siente igual de rápido y divertido que las dos anteriores entregas. Sin embargo, buscando un nuevo estilo, Battlefield 1 ofrece escenarios más abiertos, varias vías para superar una misión y una narrativa más centrada en la propia jugabilidad que en las constantes cinemáticas. Pese a todo, el título contará con un enfoque muy cinematográfico de una calidad audiovisual excepcional que consigue unificar la trama de las distintas misiones.
En esta ocasión, DICE ha creado una estructura narrativa llamada Historias de Guerra, que nos llevará a la batalla de la mano de distintos grupos militares, evitando así la figura del omnipresente y salvador protagonista que habíamos vivido en anteriores entregas. Esta propuesta, que hasta ahora se ha mostrado muy acertada, gana mayor peso con la siguiente misión: Barro y Sangre.
Aquí el jugador asume el papel de un soldado británico dentro del carro de combate Mark V, una auténtica bestia de 29 toneladas que debe abrirse paso por Francia a través de las líneas defensivas alemanas. Junto al resto de soldados iremos cumpliendo diferentes fases, no solo dentro del tanque, sino también a pie en el campo de batalla. Infiltrarnos en un pequeño pueblo para robar materiales, guiar al Mark V entre la niebla de un frondoso bosque o combatir encarnizadamente contra otros tanques, serán algunas de las acciones que deberemos desempeñar durante el conflicto.
Dichos eventos se viven intensamente gracias a su espectacular acabado visual. DICE nuevamente utiliza el motor gráfico Frostbite que, tanto en cinemáticas como durante el juego, luce de maravilla. En PC, con una Nvidia GTX 1080 y DirectX 12 activado, el título se mueve en Ultra a 1080p con unos estables 60 fotogramas por segundo, lo cual proporciona uno de los acabados gráficos más avanzados de los últimos tiempos. Además, el título cuenta con un excelente apartado sonoro, gracias a una perfecta recreación de los sonidos de la época, una banda sonora muy épica con los acordes clásicos de la saga y un perfecto doblaje al castellano.
De momento, a falta de su lanzamiento definitivo el próximo 21 de octubre en PlayStation 4, Xbox One y PC, podemos disfrutar de 10 horas de la versión definitiva que incluye también el esperado multijugador. Es pronto para valorar todo el título en su conjunto, pero si algo nos ha quedado claro es que se ha puesto todo el esfuerzo y la dedicación posible para convertir a Battlefield 1 en un referente dentro del género durante los próximos años.
Hemos realizado estas impresiones en su versión de PC tras acceder al juego con un código de Origin Access.
