Hace unos pocos meses que recibíamos en Europa la cuarta entrega de la saga principal de Ryu Ga Gotoku (como un Dragón) más conocida por occidente como Yakuza. Tras algo más de un año de espera por fin recibíamos la última entrega de la mafia japonesa, con un título que llegaba con prácticamente todos los minijuegos existentes en la versión nipona.
Pues bien, el nueve de junio del presente año aterriza en el país del sol naciente (y tras tres meses de retraso debido a la catástrofe natural) una entrega más de la franquicia de Sega, pero esta vez como un capítulo aparte de la saga principal. Este título se puede catalogar así junto a Yakuza Kenzan!, que llevaba a Kazuma Kiryu a la era Edo, o Black Panther, el título para la portátil de Sony que aún no ha sido publicado fuera de Japón.
En esta ocasión, el juego de Sega da una vuelta de tuerca a lo que nos tenía acostumbrados y apuesta por un título con mucha más acción, dejando las patadas y puñetazos a un lado para ofrecernos altas dosis de adrenalina con armas de fuego. Además, los clásicos miembros de la mafia japonesa y demás pandilleros de las calles a los que debíamos enfrentarnos en anteriores capítulos han sido sustituidos por los más que recurrentes zombis.
Y es que la sombra de los muertos vivientes es alargada. Han llegado al salvaje oeste en Red Dead Redemption, a los conflictos bélicos en Call of Duty y ahora aterrizan en pleno centro de Tokio para aterrorizar a sus honrados ciudadanos y a los que no lo son tanto.
Un Kamurocho distinto
El arranque del juego nos pone en la piel de Akiyama, el conocido prestamista de Kamurocho, el cual pasea junto a su secretaria Hana-chan cuando se ve envuelto en la primera trifulca con los zombis. En este momento no se sabe muy bien de donde han salido los mismos, lo único que podemos intuir es que su mordedura contagia y que es mejor apuntar a la cabeza. Tras abatir a los primeros zombis, Akiyama y Hana deciden ir a su oficina e intentar descansar allí hasta que todo haya pasado. Una vez el carismático personaje despierta, divisa por la ventana un panorama desolador. Cientos de muertos vivientes invaden las calles. Intenta despertar a su secretaria pero parece haber caído enferma debido a un resfriado y debido a su fiebre apenas puede ponerse en pie. Tras dejarla a buen seguro en un pequeño local bajo su oficina, Akiyama va en busca de un doctor.
El barrio de Kamurocho en la saga Yakuza tiene su referente en el conocido barrio de Kabukicho en Tokio, donde los negocios de la mafia japonesa suelen concentrarse. Este escenario de los títulos Yakuza, a pesar de estar ambientado de una manera perfecta y haber recibido actualizaciones durante sus diferentes entregas, ya en el cuarto capítulo comenzábamos a sentir un poco la monotonía escenográfica. Ahora sin embargo se nos plantea un Kamurocho distinto.
Cuando Akiyama sale al exterior, en una de las calles principales del barrio podemos ver un tanque del ejército atacado por varios zombis y como una máquina gigantesca está poniendo una especie de muro de acero al final de la calle. Una buena zona de Kamurocho ha sido puesta en cuarentena. Éste es uno de los principales cambios en cuanto al entorno donde nos moveremos. Ahora el famoso barrio aparece dividido en dos zonas y durante el juego deberemos pasar de una a otra según avance la historia. Mientras que la zona exterior está diseñada como anteriores entregas, la parte en cuarentena por otro lado presenta un aspecto apocalíptico, con edificios derruidos y sin apenas habitantes sin infectar. Así pues cuando estemos en la zona segura podremos ir al casino, realizar algunas misiones secundarias, pasar por las tiendas etc, sin embargo en la zona en cuarentena cada paso puede suponer la muerte.
Otro de los cambios predominantes es esta zona de acción es la predominancia de los espacios cerrados. A pesar de que también nos moveremos por las calles infestadas de muertos vivientes, en esta ocasión el interior de los edificios, callejones, garajes y pasadizos parece tener una mayor importancia. Debido a que el ejército patrulla el muro exterior, para acceder de un lado a otro de Kamurocho deberemos utilizar medios alternativos como las cloacas o galerías de metro. Este cambio hacia espacios cerrados le va como anillo al dedo, ya que la sensación de agobio al estar en el extremo de un callejón plagado de zombis es magnífica. Y es que de verdad os aseguramos que los zombis se cuentan por decenas en algunas ocasiones.
Cuatro hombres y un destino
Desde la cuarta entrega de la saga, el protagonismo absoluto de Kazuma parece haberse ido diluyendo, algo de agradecer a la hora de experimentar diferentes funciones jugables. Al igual que en Yakuza 4, en esta ocasión volvemos a tener cuatro hilos argumentales diferentes por cada uno de los personajes y cada uno de ellos tiene una razón específica para introducirse en la zona en cuarentena. Por ejemplo Kazuma recibe una llamada de un misterioso personaje que tiene secuestrada a su sobrina, Akiyama debe volver con las medicinas y sacar a Hana del infierno zombi y Majima… bueno Majima simplemente está medio loco.
Cada uno de estos protagonistas tendrá además un tipo de arma específica desde el inicio. Kazuma un rifle de francotirador, Akiyama portará dos pistolas en vez de una, Majima tendrá a su fiel escopeta y Koda simplemente tiene una ametralladora en el lugar de su brazo derecho.
Estas armas serán el armamento inicial de cada uno de los personajes pero no será el único. En la zona segura de Kamurocho se puede encontrar en las calles un camión que hace las dotes de mercado negro de armas. En este vehículo podremos comprar nuevas armas, mejorar las existentes o bien invertir cierto dinero para recibir una mejor remesa de arsenal. Así pues no sólo tendremos un arma por personaje sino que podremos portar hasta tres más además de la pistola, que viene de serie y que es la única con munición ilimitada. Para el resto, en las diferentes fases podremos encontrar una serie de cajas de munición, así como ciertos vehículos del ejército con buenas provisiones de pólvora.
En cuanto a la jugabilidad, bastará con orientar nuestro personaje en la dirección del enemigo y disparar, ya que se establece un sistema automático para apuntar. Ahora bien si preferimos ser más precisos (un disparo en la cabeza no es igual que uno al cuerpo) pulsando el botón R2 la perspectiva cambiará a cámara sobre el hombro y podremos ver el punto de mira en pantalla. Sin embargo no es muy recomendable usar frecuentemente este modo ya que no podremos movernos, y quedarse quieto supone casi con toda seguridad la muerte en Yakuza of the End.
Al igual que en otros juegos de la saga también contaremos con un gran número de objetos en los escenarios tales como macetas, barras de hierro, mesas, sillas, etc. que podremos tomar y utilizar como arma de forma temporal, por encima de los puñetazos y las patadas prácticamente inexistentes.
Para ayudarnos contra la avalancha de zombis que se nos vendrá encima el botón círculo que anteriormente hacía las dotes de agarre del enemigo ahora se utilizará para propinar una patada a los enemigos que tengamos delante y así darnos un mayor respiro en algunos momentos. Por su parte el botón X se utilizará para maniobras evasivas especialmente usadas en los jefes finales.
Otro de las modificaciones incluidas se centra en los ataques especiales. Anteriormente tras haber agarrado al enemigo podíamos realizar una buena cantidad de movimientos finales como aplastar a nuestros oponentes contra una pared o atizarles con una guía de teléfono hasta que perdiera el sentido. En esta ocasión estos movimientos especiales tienen una mayor interactividad con el entorno. Es decir que cuando la barra de energía esté lo suficientemente cargada, podremos disparar a un enemigo en el aire o bien disparar a ciertos elementos del escenario para provocar grandes daños. Así por ejemplo podremos disparar a una grúa para hacer caer un montón de vigas sobre los muertos vivientes, hacer saltar un cuadro eléctrico por los aires o disparar a una boca de incendios para que la presión del agua arrastre a los enemigos.
Por último, otra de las novedades existentes es la posibilidad de ir acompañados en algunas de las fases. Nuestro compañero también armado nos servirá de apoyo contra las hordas de zombis aunque su actuación tampoco será determinante. A este compañero podremos darle además ciertas órdenes predeterminadas para que cumpla su función según nuestros gustos.
El resultado final es un juego de acción muy divertido, con una jugabilidad sencilla a la par que adictiva y que nos proporcionará grandes dosis de adrenalina. Las misiones secundarias también harán su aparición y aumentarán aún más las horas de juego. Dentro de estas misiones podremos ver por ejemplo a Majima (seguidor de las películas de zombis) convertido en actor de una película del mismo género. Ahora bien, si tras una buena carnicería queremos relajarnos, los siempre agradecidos minijuegos también estarán presentes. Este es un listado de los disponibles:
Relax: Host Club (incluso podremos llevar algunas de las chicas armadas en nuestras incursiones a la zona en cuarentena), Masaje.
Entretenimiento: Dardos, Billar, Golf, Bolos, Karaoke, baño seguido de partida de Ping Pong.
Apuestas: Chinchirorin, Chohan, Hakuda, Koikoi, Oichokabu.
Casino: Poker Texas Hold’em, Blackjack, Ruleta y Bakara
Sega Club: Boxcelios 2, UFO, Answer and Answer.
Hobbies: Ajedrez japonés, Mahjong, Pachinko, Baseball, Pesca.
Aún es pronto para comentar si todos los minijuegos estarán presentes en la supuesta versión occidental pero algunos de éstos que ya estuvieron presentes en la versión japonesa de Yakuza 4 no llegaron a introducirse en la versión europea. Estos lugares estarán en la misma ubicación de anteriores capítulos, por ello alguno de éstos se localizan en la parte de Kamurocho infestada de zombis. Para poder entrar en éstos lugares, una vez que lleguemos a la puerta, un trabajador nos pedirá que eliminemos los no muertos que hay en el exterior, una vez realizada la limpieza ya podremos entrar a los mismos. Además, una vez conseguidos ciertos trofeos, en el menú principal podremos elegir algunos de estos minijuegos y competir, a los dardos o el billar por ejemplo, con algunos de nuestros amigos.
En la línea de Yakuza 4
El aspecto visual de Yakuza of the End no se desmarca en exceso de lo visto en Yakuza 4, es decir buenos modelados y animaciones de los personajes con una especial mención en las gesticulaciones y las magníficas texturas. Quizás no llegue a la calidad visual de títulos actuales como L.A. Noire pero sin duda en uno de los referentes gráficos de la compañía nipona Sega.
Los zombis además cuentan con una buena cantidad de modelos haciendo que no se haga repetitivo como en otros títulos matar al mismo zombi más de un centenar de veces. Con una buena variedad de enemigos y con un efecto de sangre bastante bien conseguido la experiencia sin duda se hace más agradable. Por su parte la nueva y dividida Kamurocho tiene un diseño bastante interesante y rompe con la monotonía en la ambientación de la saga.
En lo referente al apartado sonoro los actores de doblaje japoneses que repiten tras Yakuza 4 vuelven a estar sublimes dándonos la impresión en algunos momentos de estar frente a una película. La banda sonora por otro lado nos introduce aún más en el género de acción con melodías electrónicas y con ritmo acelerado, aunque también hay lugar para melodías mucho más intrigantes y terroríficas en algunas fases.
Soplo de aire fresco
Tras haber probado el título de Sega queda claro que la nueva ambientación como las nuevas posibilidades jugables son un soplo de aire fresco para la saga. En contraposición, el apartado argumental parece no tener la misma fuerza y peso que en anteriores entregas, lo cual no es categóricamente un punto negativo para el videojuego.
La aniquilación de muertos vivientes os aseguramos que es muy divertida, especialmente por el número de éstos que nos pondrán contra las cuerdas en algunos momentos. Además la posibilidad de utilizar morteros, tanques o excavadoras para liquidar a los zombis aumentan aún más el entretenimiento.
Por otro lado, el principal apartado que podría haberse finalizado mejor es el tema de la cámara, que en ocasiones nos juega malas pasadas colocándose en cierta posición que nos impide ver a quien estamos disparando. Aunque el analógico derecho nos permitirá moverla a nuestro gusto, en algunas ocasiones el movimiento manual y el automático de la misma no se compenetran de una manera satisfactoria.
Para acabar podemos afirmar que, tanto a los seguidores de la saga como aquellos aficionados a los juegos de acción frenética, es una apuesta muy interesante. Ahora sólo queda esperar a que se publique en Europa, algo que conociendo la franquicia puede tardar alrededor de un año.