Casi seis meses después del juego que estrenó Wonderbook, El Libro de los Hechizos, llega el segundo título para este periférico basado en la realidad aumentada, Diggs: Detective Privado.
La tecnología es lo único que tienen en común, ya que cada uno tiene un estilo muy diferenciado y una jugabilidad muy diferente.
El Libro de los Hechizos te convertía en un aprendiz de brujo en el mundo de Harry Potter y Diggs es una historia de cine negro.
Hemos probado el primero de los tres capítulos que componen la historia de Diggs Oruguez, un detective privado, y hemos comprobado que es un trabajado homenaje a las películas de cine negro de los años 40 del siglo pasado, con buenas dosis de humor y repleta de referencias literarias.
Siguiendo la mejor tradición del género, comienza con un monólogo del detective Diggs en una oficina algo cochambrosa dedicado a su cliente: el jugador. O jugadora, que el juego tiene en cuenta el detalle y te convierte en "La gran chica del libro" a ojos de otros personajes mientras que Diggs te llena de comentarios como "pequeña" o "querida".
El responsable del juego es el desarrollador interno de Sony London Studio, en colaboración con Moonbot, ganadores del Óscar del año pasado en la categoría de mejor corto de animación. Esa combinación entre un especialista en narrar historias y otro acostumbrado a utilizar la técnica más revolucionaria de PlayStation es el mejor garante del juego.
Diggs es una oruga cuya vida de detective no pasa por los mejores momentos, como sucede en toda película clásica de cine negro que se precie. El jugador forma parte de la historia de forma determinante. Los personajes tienen siempre en cuenta su presencia, y suelen dirigirse a él. Es un detalle muy agradable y que sorprende por la falta de costumbre. Quien tiene una relación más directa es Diggs, para quien a veces eres una especie de asistente y a veces un cómplice.
Humpty Dumpty cayó del tejado
La historia es bastante sencilla: alguien ha disparado y arrojado desde el tejado a Humpty Dumpty, que es además el jefe de Diggs. La policía sospecha de este último, que decide limpiar su nombre recogiendo todos los trozos de Humpty para volverle a la vida. En el camino aparecerá una femme fatale, la mujer de Humpty, y una misteriosa sombra.
La historia y la manera de narrarla son sin duda amenas. Los guiños a los clásicos de la literatura anglosajona son constantes, aunque aquí no tengamos esas referencias y la traducción al español hagan que se pierda buena parte de los homenajes. Son muy reconocibles los tres cerditos, mamá Oca y hasta humpty dumpty será familiar a los lectores de Alicia en el País de las Maravillas, pero otros muchos como Itsy Bitsy spider (traducida como Arana Picaruela) se perderán para la mayoría de los jugadores. Y no sólo están las referencias en los personajes; no hay que perderse los diálogos si no queremos dejar pasar frases como: "Algo huele a podrido en Librolandia".
Diggs puede jugarse sin Move. La interacción del jugador con la historia se produce tocando el libro, moviéndolo y hasta agitándolo, o gritando o dando palmadas. En un momento de la demo el detective se deshacía de los policías cuando hacías un ruido para indicarle que el cerdito estaba en un lugar determinado.
Esa interacción es entretenida y prometedora: giras el libro para acceder a otro escenario, lo inclinas para lograr que una luz llegue a un punto oscuro, frotas para conseguir un objeto… Se puede seguir toda la historia sin Move, pero el mando con detección de movimiento sí supone un añadido al juego.
Todo esto te permite perseguir una sombra en un laberinto de pasillos, superar una persecución, investigar un escenario, interceptar algunos personajes… sin utilizar ningún mando.
La historia no parece ser demasiado larga. En poco más de una hora se puede ver todo el primer capítulo, pero con Move aparece la rejugabilidad. En cada escenario el juego te pide que hagas unas fotos muy determinadas. La cámara se activa con el triángulo de Move, y moviendo el mando enfocas una parte pequeña del escenario, hasta que logras el ángulo deseado y aprietas el botón Move para hacer la instantánea.
No es nada fácil lograr el enfoque, queda ver si por problemas con el control del juego, y esa dificultad se ve aumentada por el hecho de que algunas fotos son de partes del escenario, pero otras hay que hacerlas en un momento exacto de la historia, de forma que, si se te pasa, debes volver al principio de la escena. Por suerte, el juego tampoco es demasiado exigente con la calidad de la imagen.
El aspecto de Diggs es más que notable. Librolandia es un mundo muy apetecible y particular. Los edificios son libros, las escaleras de incendios consisten en dos lápices en vertical y con clips en lugar de peldaños. Todo está impregnado de gran encanto.
Durante la demo, resultó especialmente atractiva la escena en el club de la araña, propia del Hollywood de hace décadas, con una música bellísima. El Jazz y los efectos sonoros son de los aspectos más prometedores del título.
Diggs: Detective Privado saldrá a la venta el 30 de mayo para PS3, por 19’99 euros sin Wonderbook y 25 € con Wonderbook. Para jugarlo es necesario tener la cámara PlayStation Eye.
