Los tebeos viven quizás su peor época en ventas, pero su proyección a otros medios es mayor que nunca, y sobre todo desde que la película de Spider-Man arrasase en taquilla y engendrase una nueva oleada de adaptaciones del cómic al mundo del cine. Algunas han salido bien, y otras destacan por todo lo contrario, pero el filón comercial es evidente y, tras los personajes más conocidos de Marvel o DC Comics les ha llegado el turno a las novelas gráficas, más desconocidas por el gran público pero más queridas por los fans acérrimos del cómic. Tras el éxito de Sin City y 300, y el desliz de Spirit, en marzo de este año llegará a los cines una de las adaptaciones que más se han hecho de rogar en los últimos veinte años, e irá acompañado de un videojuego, también de Warner Bros. La novela gráfica Watchmen de Alan Moore llega finalmente a los cines tras lustros de proyectos fallidos, y tendrá un videojuego al mismo tiempo.
Watchmen no es un tebeo normal ni exactamente encaja en el género de la novela gráfica. Sus doce números cuentan una historia muy poco habitual, las peripecias de un antiguo grupo de superhéroes años después de ser declarados ilegales por los Estados Unidos, en el contexto de un mundo donde hay superhéroes desde hace cincuenta años y son conocidos por la sociedad. En vez de ser celebridades o grandes misterios como los héroes clásicos de los comics normales, los héroes forman parte de la vida cotidiana y un gran porcentaje de población los considera unos frikis y cuestiona su derecho a tomarse la justicia por su mano.
Éste y otros temas tratados de un modo entre realista y revisionista dan forma a una sensacional historia que, acompañada de sus otras virtudes como cómic, le han granjeado todo tipo de alabanzas, hasta ser considerado por buena parte de los lectores de comics como la mejor novela gráfica nunca hecha, opinión que comparte el autor de este artículo.
Por lo tanto, y tal y como ha ocurrido con otros libros o comics, sus seguidores se temen lo peor: que la película apeste, algo que aparentemente no ocurrirá dado que a su cargo está el mismo director de 300. En lo que respecta al videojuego basado en la película, un concepto que también suele dar escalofríos, nuestras primeras horas con él nos han dejado una buena impresión: Watchmen no es el juego del año ni lo pretende, pero resulta ser un "yo contra el barrio" entretenido, muy básico pero bien llevado a cabo, con un apartado gráfico sorprendente para tratarse de un juego descargable, y que captura en cierto modo la esencia del comic tanto en sus diálogos como en sus secuencias cinemáticas y hasta en los menús y los elementos del interfaz.
El videojuego de Watchmen, de hecho, sigue un modelo bastante novedoso: es un juego descargable, pero por capítulos, permitiendo a los jugadores probarlo por un módico precio, y luego decidir si siguen jugando o no, al estilo de lo que ha hecho Sony con Siren: Blood Curse. Este modelo, todavía muy novedoso, resulta muy interesante para un juego de este tipo, con una jugabilidad entretenida peor que puede resultar repetitiva para mucha gente. Porque Watchmen no solo se basa en un tebeo de los años 80, sino que su sistema de juego es el de aquellos juegos de lucha "yo contra el barrio" de la época como Streets of Rage o Final Fight, pero llevado a la actualidad con algunos cambios, pero sin perder ni un ápice de esa esencia.
Concretamente, en Watchmen tendremos que liquidar los niveles de escoria, y ése es el único objetivo y la única forma de avanzar. Independientemente de cual sea el nivel, la estructura es la misma: zonas bastante abiertas, con gran amplitud para permitir las peleas de nuestros héroes contra una docena de enemigos, y una vez hayan mordido el polvo se abrirá la puerta correspondiente o sucederá el evento de turno para que podamos avanzar al siguiente trozo de nivel, del mismo perfil, y así vuelta a empezar. No hay puzles, únicamente pequeñas interacciones (accionar palanca, etc…), y la misión del jugador consiste única y exclusivamente en golpear a los enemigos, con la ayuda de nuestro compañero, controlado tanto por un jugador como por la inteligencia artificial.
Los dos héroes que podremos controlar son Rorschach y Buho Nocturno, amigos y compañeros de aventuras, los dos Watchmen más "terrenales" y callejeros. La aventura es una colaboración entre los dos personajes, pero cada uno de ellos se controla de forma diferente, afines a su estilo. Rorschach, a la sazón un extremista al que no le disgusta la idea de matar, combate con un estilo sucio y brutal, y en su repertorio abundan los codazos, patadas en los testículos y demás golpes con pocos miramientos. Buho Nocturno o Nightowl, en cambio, es mucho más legal, dando elegantes golpes de artes marciales que hacen el mismo daño pero en partes menos comprometidas.
Ambos cuentan con un repertorio de ataques que irá incrementándose a lo largo de los capítulos, recibiendo ataques que causan el mismo efecto secundario pero se realizan con diferentes combinaciones de botones. Podremos hacer combinaciones de golpes que aturdan, que derriben al rival, aunque la mayoría de los combates los resolveremos combinando los dos ataques básicos, el ligero y el fuerte, junto con el movimiento de agarrar y lanzar, esquivando los ataques enemigos y aprovechando para contraatacar.
Aparte de este repertorio de movimientos estándares y combos, a veces contaremos con movimientos de finalización, indicados sobre el enemigo con un icono del botón que tendremos que pulsar. Estos movimientos cortan un poco el desarrollo de la partida pero son bastante impactantes, sobre todo en el caso de Rorschach, que ejecuta a sus enemigos sin miramientos, a veces de forma sucia, otras de forma brutal e incluso a veces con picaresca. El repertorio de "fatalities" de Buho Nocturno es igualmente variado pero con un toque marcadamente más blando.
Aparte de fatalities, tenemos varios ataques que hacen uso de una barra de rabia que se irá llenando según vayamos combatiendo, y se vaciará poco a poco en los momentos de calma. Con la barra de rabia podremos hacer ataques de embestida, que abatirán a nuestros rivales rompiendo su guardia, y entrar en un "modo rabia", que hace que nuestros ataques tengan muchísima más fuerza durante unos instantes. Esta barra de rabia no se usará en contados ocasiones, sino que es relativamente fácil llenarla y usarla tanto para las embestidas como para usar el otro modo, por lo que la usaremos frecuentemente y nos será especialmente útil para los momentos con muchos enemigos en pantalla (pueden rondar la veintena en algunas situaciones).
El estilo de juego de Watchmen es toda una sorpresa, porque es tremendamente retro, por llamarlo de algún modo, aunque eso no significa que el juego gráficamente esté atrasado. Todo lo contrario, el juego muestra un buen apartado visual, con escenarios bien realizados aunque obviamente repitiendo numerosos elementos, un buen modelado de los héroes, que cuentan con numerosas animaciones bien entrelazadas, y un número decente de enemigos, aunque bastante genéricos. Llaman la atención algunos efectos de humo, fuego y reflexiones sobre charcos y etcétera, y aunque no es el mayor espectáculo que se puede ver hoy en día, sí es muy superior a lo que inicialmente esperábamos y al nivel de un juego medio "de tienda".
Con un lanzamiento previsto para el mes de marzo, este juego de Watchmen: The End is Nigh nos ha parecido una muy agradable y bienvenida sorpresa. No solo por basarse en la película de un cómic emblemático, sino también por lo fresco que resulta, rescatando una jugabilidad genuinamente retro con todo lo que ello conlleva, pero adaptándolo bien a los nuevos tiempos de las tres dimensiones y las secuencias interactivas. Que el juego sea descargable por episodios hace mucho más tentador, y casi una obligación, darle una oportunidad.
