Namco Bandai es la editora que más apoya los free to play en PlayStation 3, y ya no tanto por la cantidad de lanzamientos, sino por la importancia de las sagas adaptadas a esta estrategia comercial. Sin duda que un título de estas características esté basado en Tekken, Ridge Racer, SoulCalibur o Ace Combat hace no pase inadvertido entre el resto de opciones, y así por ejemplo parece que Tekken Revolution está consiguiendo mantener un éxito constante desde su salida el verano pasado. Pero apostar por nombres conocidos también es un arma de doble filo, porque los aficionados esperan que un proyecto asociado a una de estas veteranas sagas mantenga su calidad y la editora se juega mucho para no devaluar la marca en los futuros proyectos de formato tradicional –aquellos físicos o digitales de un único pago-.
Con SoulCalibur: Lost Swords la desarrolladora ha tomado una dirección que ha sido sorpresa para muchos: orientarlo únicamente al modo en solitario.
Quizás por tener ya funcionando el citado juego de Tekken –que sí contempla esta opción- o por la existencia de dos SoulCalibur en la consola que cubren esta necesidad, más la remasterización de SoulCalibur II, Project Soul ha preferido decantarse por un planteamiento centrado en el que es el punto fuerte de los SoulCalibur para un jugador, la historia compuesta por misiones y el toque rolero que tan bien funciona en su temática y este universo que mezcla fantasía, caballeros europeos, samuráis y ninjas.
Nuestra primera decisión es elegir uno de los tres personajes iniciales disponibles: el samurái Mitsurugi, el caballero de espada a dos manos Siegfried y la ágil guerrera griega Sophitia. Podremos cambiar de personaje más tarde, aunque será necesario resolver misiones del juego, y de igual manera, existen bloqueados otros personajes conocidos por los fans: Taki, Hilde, Ivy, Nightmare, Pyrrha, más Astaroth confirmado pero aún no incluido. Se espera que con el tiempo la plantilla se amplíe a muchos otros luchadores clásicos –hay un total de 16 casillas-, de hecho parece una reacción a las críticas vertidas a Soul Calibur V que, por pretender traer una nueva generación de personajes, desplazó a personajes emblema, por ejemplo Sophitia y Taki. Tirando de tráilers –que podrían ser provisionales, o no- y declaraciones en entrevistas, parece que tarde o temprano se sumarán Raphael, Cassandra, Patroklos, Zasalamel, ZWEI o Seoung Mi-na.
El desarrollo general sonará a los aficionados del free to play porque utiliza muchos de los conceptos de gasto y equipamiento para una constante mejora –traducción: mantener enganchado al usuario para que nunca esté satisfecho con sus avances-. En líneas generales, nuestro objetivo es ir superando misiones de dificultad gradual o los eventos especiales, algunos de ellos por temporada, para ir desbloqueando mejor equipamiento, más luchadores y experiencia. Cada misión consiste en una serie de rondas contra enemigos manteniendo nuestra barra de vida –sin recarga- para todos ellos, podríamos decir que es un modo. Puede que seas un habilidoso jugador de SoulCalibur y que conozcas bien las manías de la inteligencia artificial, pero ten en cuenta que los oponentes juegan con nuestro desgaste, por lo que conviene liquidar los enfrentamientos de la manera más rápida y sin arriesgar.
Lost Swords tiene un breve tutorial sobre las reglas del juego, algunas diferentes por los cambios introducidos en cuanto a la personalización, pero también es verdad que trata poco el sistema de combate y creemos que se da por supuesto que el jugador conoce la serie de sobra -en especial las últimas entregas-, los personajes iniciales y sus estrategias. En nuestro caso no ha sido problema, aunque echamos en falta un modo de práctica con el que probar los movimientos y memorizarlos con tranquilidad; Tekken Revolution lo agregó mediante una actualización, y es deseable que aquí también lo haga próximamente.
En lo jugable no hay grandes cambios respecto a las normas de SoulCalibur IV y V, si exceptuamos por ejemplo la ausencia de sacar al rival del escenario que en pasados capítulos suponía la muerte instantánea, y la introducción de técnicas que rompen las armaduras del rival para cosechar mejores recompensas, las artes armamentísticas –movimientos especiales-, la explosión elemental y la ayuda temporal de un aliado creado por otro usuario cuando una nueva barra está completa. Esto último permite poner en contacto a los jugadores, que no se enfrentarán entre sí, prestándose sus luchadores con la personalización y nivel obtenido; si juegas tus cartas bien, te acompañarás de luchadores que complementen las carencias de tu principal. Además, aparecen cinco afinidades elementales que forman un círculo tipo piedra, papel o tijera: viento, agua y fuego, más dos que se contrarrestan entre sí, la luz y la oscuridad. Según los elementos del enemigo, este sistema ofrecerán ventajas o desventajas y nos interesará hacer uso de ataques verticales u horizontales para explotar mejor las debilidades.
Nuestro personaje comienza literalmente en paños menores y debe ir coleccionando equipamiento en forma de ropa, accesorios y armas que mejorarán su imagen, y más importante, sus parámetros. Aprovechar bien los ataques finales para destruir las armaduras rivales servirá para obtener mejores recursos en cada victoria, pero también podemos optar por mejorar los valores del equipo que utilizamos mediante la forja de objetos con materiales y el pago de una cantidad de dinero en moneda del juego, los simplemente llamados G. El funcionamiento es muy sencillo y debe ser así porque la jugabilidad es tanto la parte de los combates como la configuración correcta del equipamiento.
No sería un juego gratuito si no se contemplase algún tipo de microtransacción. En Lost Swords entrar en cada misión supone un gasto de puntos AP que se recuperan a razón de uno por tres minutos; a más dificultad y calidad de premios, mayor gasto de AP. Por lo que hemos visto hay unos costes de puntos razonables, aunque es un límite que siempre está ahí reduciendo la cantidad de combates sucesivos que puedes hacer sin esperas. Una opción para los más impacientes es hacer uso de una poción que rellena este indicador, y si careces de ella, tienes a tiro de piedra pasar por la PlayStation Store.
La tienda con dinero real ofrece todo tipo de ayudas, incluyendo una caja sorpresa "Premium" de equipamiento –armas, armaduras, piedras del alma, accesorios- de nivel alto que te facilitarán mucho la andadura por estas misiones, tickets de continuación para restablecer la salud –una forma de continuar cuando te derrotan sin perder los objetos conseguidos- o expandir los límites establecidos inicialmente -número de aliados-. Los precios van desde los 1,99 euros de un consumible a diversos packs –más rentables que el precio unitario- y a los 14,99 euros del cofre con los mejores extras. Como suele suceder en los free to play, estos precios son caros o baratos dependiendo de las horas de diversión que te proporcionen, y en principio podrás completar los retos sin necesidad de pasar por caja, aunque eso te supondrá un poco más de dedicación y esfuerzo.
Partir de proyectos comerciales con gran presupuesto como base hace que el resultado sea de mucha más calidad que otros lanzamientos de este modelo creados desde cero. Naturalmente los usuarios de Soul Calibur V verán reciclaje, ya sea en gráficos o animaciones, lo que no quita que Lost Swords siga impresionando por esa dirección artística que ha hecho tanto bien a la saga. Lo único que no parece tan pulido en este momento son los tiempos de carga, probablemente relacionados más con la conexión y los servidores que con el propio juego, que hacen la navegación por los menús un poco farragosa para tareas tan habituales como salir de las misiones y forjar equipamiento o equiparlo.
Un cuento de espadas y almas eternamente contado
En un principio suena descabellado un juego de lucha sin modo versus, pero SoulCalibur: Lost Swords es una buena oportunidad para iniciarse en la serie de manera gratuita o como puente ante la próxima entrega. De manera indirecta, quizás consiga animar a más de un jugador a interesarse por alguno de los lanzamientos "completos"; ahí está SoulCalibur V, relativamente reciente y disponible a un precio muy asequible.
Actualmente pese a que parece algo limitado en cuanto a contenidos –que no cabe duda que irán ampliándose- y algún que otro problema técnico en su debut, ya contiene suficiente diversión como para picar a los aficionados como mínimo para sacar los personajes ocultos e ir demostrando el nivel contra la consola. En cualquier caso, os animamos a darle una oportunidad; una de las ventajas del free to play es que no pierdes nada por probarlo.
