Desde siempre, uno de los géneros más presentes en los videojuegos ha sido el de la estrategia, con muchos estilos de juegos diferentes. Aunque habitualmente, se ha dividido este género en estrategia en tiempo real y por turnos, en realidad esta división sería más compleja si atendemos a los distintos juegos con los que nos hemos encontrado. Ahora nos llega una nueva apuesta de Ubisoft, Ruse, que actualiza los juegos de tablero de forma sorprendente, para PlayStation 3, Xbox 360 y PC.
Ruse nos traslada (una vez más) a la 2ª Guerra Mundial, permitiéndonos revivir distintos episodios de dicho conflicto, poniéndonos para ello en la piel seis facciones diferentes. Para ello, el sistema de juego nos pondrá frente a un tablero, donde nuestras unidades serán fichas que desplacemos en tiempo real por el mismo. Este tablero estará dividido en sectores, aunque no podremos fiarnos de todo lo que veamos en ellos, pues uno de los pilares del juego será el engaño.
Y es que lo que veamos y lo que sea en realidad, no tendrá porque ser lo mismo, ya que podremos usar distintas estrategias o trucos para engañar a nuestro adversario. Así, en nuestra pantalla veremos como el enemigo ataca masivamente uno de nuestros flancos y prepararemos la defensa, pero en el último momento descubriremos que este ataque es una pantomima que en realidad nos está distrayendo del ataque real que nos llega por el lado contrario.
Échate faroles
En este sentido, el juego nos recordará a un juego de cartas en el que tenemos nuestras cartas en la mano, que no ve nuestro oponente, las cartas sobre la mesa, que podemos ver los dos, aunque podremos lanzar algunas para despistar y las cartas del otro jugador que desconoceremos. Esto hará, como decíamos antes, que la estrategia del juego sea tremendamente importante, pues no sólo deberemos manejar con éxito nuestras tropas, sino que será vital engañar a nuestro oponente para que nuestros ataques le pillen por sorpresa. Para ello tendremos distintas habilidades que nos permitirán acciones como volver invisible un sector a nuestros enemigos, o simular un ataque en una zona determinada.
Como en otros juegos de estrategia, deberemos llevar a cabo cierta gestión de recursos que nos permitirán crear nuevas construcciones y unidades. En la partida que vimos, este factor era más importante en el modo multijugador que en la campaña, dónde se recibían unas tropas iniciales con las que se debía aguantar, aunque suponemos que según avance el modo historia, la gestión de recursos se hará necesaria (tan sólo vimos una misión del modo principal, por lo que es pronto para saber todos sus contenidos). Además, al principio de la partida, deberemos elegir con que habilidades equiparemos a nuestro ejército para ayudarnos a engañar a nuestros enemigos. En la versión que vimos, había diez de estas habilidades, aunque se espera que en la versión final nos encontremos con un número superior.
Ni un segundo de descanso
Como comentábamos antes, el juego de desarrollará en tiempo real, aunque quizás el ritmo sea algo menor a otros juegos del género. Esto es debido sobre todo a dos factores: el primero es el fuerte componente estratégico del título, que obliga a jugar de una forma más reflexiva; por otra parte, los escenarios serán enormes, obligándonos a dedicarles bastante tiempo a la hora de recorrerlos. De cualquier modo, aunque su ritmo sea algo menor, no tendremos la sensación de estar ociosos, pues tendremos bastantes cosas que requieran nuestra atención.
Esto no quiere decir que el juego esté dirigido sólo a expertos del género, pues sus desarrolladores han tratado de ofrecer un interfaz sencillo y que sirva de apoyo al jugador. Así, cuando una de nuestras unidades se enfrente a otra, sabremos en todo momento cual tiene mayores posibilidades de vencer o cómo afecta el terreno sobre el que nos encontramos.
Antes decíamos que el juego nos presentaba un tablero dónde nuestras unidades estarán representadas por fichas, pero esto es verdad a medias. Es cierto que cuando comencemos la partida será así, incluso veremos la habitación (y la mesa) donde está el tablero, y podremos ver como nuestras unidades son fichas con la unidad representada encima (por ejemplo un tanque). Pero cuando acerquemos la cámara, el mundo irá creciendo, pasando a ver a nuestras unidades moverse, los árboles y los caminos aparecer y hasta, si nos acercamos lo suficiente, ver a nuestras unidades individuales moverse a la escala real del tablero. Por ejemplo, si tenemos una unidad de infantería, primero veremos el modelo de un soldado quieto sobre una ficha. Si nos acercamos un poco, este soldado comenzará a moverse (siendo muy grande si tomamos como referencia el escenario) y si seguimos acercándonos, acabaremos viendo como este soldado se convierte en tres que se mueven individualmente y que acaban con las proporciones adecuadas.
Para verte mejor
En este sentido, es impresionante la fluidez con la que se acerca la cámara y como van apareciendo los elementos. Es cierto que estos acaban surgiendo de repente (al fin y al cabo, cuando tenemos la vista más lejana se aprecian pocos detalles) pero lo hace de una forma tan suave que no resulta molesta en absoluto. La verdad es que nos ha gustado mucho y nos parece algo que distinguirá al juego de otros del género, y es que es realmente delicioso ver aparecer detalles como árboles, vacas, casas e incluso paracaidistas lanzándose desde un avión.
La verdad es que en un primer momento el apartado gráfico de Ruse puede dejar indiferente a más de uno, sobre todo si tan sólo se ven las capturas, pero lo cierto es que hay que verlo en movimiento, ver la suavidad de las transiciones, para apreciarlo en todo su esplendor. De cualquier modo, esto no significa que el apartado gráfico no esté trabajado, pues como decimos, al acercarnos apreciaremos una gran cantidad de detalles. A la parte gráfica acompaña estupendamente un apartado sonoro que nos ayuda a meternos más aún en situación, haciendo que oigamos las explosiones y tiroteos cuando acerquemos la vista y estos sonidos se vayan apagando al alejarnos.
Aunque la versión que vimos era bastante temprana, ya pudimos apreciar que se está trabajando bastante en el modo multijugador. Como comentábamos al principio, el juego contará con seis facciones diferentes y con una amplia gama de posibilidades a la hora de configurar nuestras partidas. La que más nos llamó la atención, fue la posibilidad de poner una fecha, lo que repercutirá en las unidades que estarán disponibles (no podremos acceder a las que sean posteriores al año en que jugamos), pudiendo llegar a jugar incluso con prototipos reales de la época.
Una grata sorpresa
La verdad es que este Ruse nos ha sorprendido gratamente y es sin duda un juego que hay que ver en movimiento para saber de lo que se trata, pues las capturas no le hacen ninguna justicia. De entrada, si tan sólo viéramos pantallas del juego en el modo tablero, nos daría la sensación de ser un simple juego de estrategia bastante pobre técnicamente y que no aporta nada al género. Pero nada más lejos de la realidad. El hecho de poder acercarnos al terreno del juego no sólo es un detalle que embellece al juego a nivel gráfico, sino que realmente afecta a la jugabilidad, pues es como si jugáramos a distintos niveles. Además, el título juega mucho con el engaño y los faroles, ofreciendo un toque más estratégico que otros títulos del género que sin duda gustará a muchos. Sin duda este Ruse ha sido toda una sorpresa y sin duda estaremos pendientes de él.