Pro Evolution Soccer y FIFA llevan más de una década manteniendo una pugna anual por la supremacía en los juegos de fútbol, una cuestión de honor y lucro, por los millones de unidades vendidas cada año del juego de fútbol de cada temporada. El liderazgo de Pro Evolution Soccer durante toda la pasada década comenzó a tambalearse con la llegada de la nueva generación, y desde hace un par de años el partido lo gana FIFA claramente, gracias a las mejoras constantes del juego de EA Sports, y al estancamiento de Pro Evolution Soccer, sobre todo en los años 2006, 2007 y 2008.
Konami lleva un tiempo prometiendo una renovación completa de la saga y, mientras que el año pasado se quedó a medidas, este año Pro Evolution Soccer trae grandes cambios. Esto es algo que se ha dicho de entregas anteriores, especialmente la del año pasado, pero en esta ocasión, como os hemos adelantado en nuestros sucesivos contactos con el juego, la renovación es mayor que nunca.
El veterano equipo de Konami Tokio ha reconstruido casi desde cero algunas partes del juego, y la sensación general es muy diferente a la de la anterior entrega. Tras probar unos partidos en un viaje a Tokio, en el E3 y hace unos días en Madrid, finalmente contamos con una versión preliminar del juego en nuestra redacción, a la que hemos podido echarle varias horas, para comprobar hasta qué punto son profundos y acertados estos cambios. La conclusión os la adelantamos: ha cambiado mucho, y también ha mejorado. Pero estos dos meses que le faltan de desarrollo serán cruciales a la hora de depurar el juego y hacer que esos cambios logren hacer de Pro Evolution Soccer el gran simulador que Konami aspira a recuperar.
Una barra de energía para todo
Como os contamos en nuestro primer contacto con el juego, lo primero que llama la atención del nuevo Pro Evolution Soccer es que hay una barra de energía para todo. Pases, centros, pases en profundidad y tiros comparten ahora una barra de potencia que se sitúa no en la parte inferior de la pantalla -salvo en corners y faltas-, sino alrededor del jugador, trazando una circunferencia.
A algunos les puede desagradar esta idea de la barra de energía, y de hecho en los primeros partidos cuesta bastante acostumbrarse a ella. Pero la situación de la barra en el jugador es un acierto que hace que no tengamos que desviar nuestra atención del terreno de juego para mirar abajo. Para los centros sigue funcionando, sin embargo, el mismo sistema de los juegos anteriores, dependiendo el tipo de centro de la cantidad de veces que pulsemos el botón, y de si estamos manteniendo pulsado L1/LB.
Este sistema de barras de potencia, como comentábamos, enrarece un poco el juego al principio, ya que estamos demasiado acostumbrados a que los pases no requieran de mucha precisión, pero es fácil acostumbrarse tras unos minutos y, a la larga, ese extra de precisión se agradece, especialmente a la hora de hacer pases en profundidad. La potencia es cosa nuestra, pero la dirección sigue contando con asistencia, así que si nos internamos por la banda izquierda y queremos hacer un gran pase en profundidad a un extremo que corre por la derecha, el juego interpretará, por la potencia que estamos aplicando, que queremos hacer eso.
Contacto con los jugadores y el balón
Otro de los mayores cambios que hemos podido apreciar en el juego es el sistema de física que gobierna el comportamiento de los jugadores y el balón. Pro Evolution Soccer siempre ha destacado por la física del balón; en sus primeras entregas especialmente: cuando el resto de los juegos de fútbol vinculaban la pelota a una serie de animaciones de los jugadores, en la saga de Konami ésta siempre tuvo un comportamiento aparte. La física del balón había sido un punto flojo en las últimas entregas, pero en esta edición se ha mejorado, y se complementa con el nuevo sistema para los jugadores.
Ahora el concepto de posesión del balón es algo más abierto, y de hecho es posible perderlo mientras hacemos -o, mejor dicho, intentamos- fintas. Al mismo tiempo, el contacto entre jugadores toma un papel muy importante a la hora de cubrir la pelota o intentar mantener su posición, y también al luchar con un balón. Aunque es un apartado al que todavía le faltan bastantes retoques, pues a veces se producían errores en la lucha con el balón, el cambio se nota bastante, y también a la hora de defender. Aparte de presionar a los jugadores rivales, ahora hay que pulsar el botón de entrada con la sincronización correcta para lograr quitarles el balón; de lo contrario solo les atosigaremos, sin intentar quitarles la pelota, y si lo pulsamos a destiempo haremos falta o nos regatearán.
Más cambios
Otro de los cambios más comentados es el de la velocidad de juego, que se ha pausado considerablemente haciéndola más parecido a la de un partido real; sin embargo, en las opciones podremos modificar esto, haciendo que el juego aumente o disminuya su velocidad. La cámara dinámica es otra de las novedades del juego y encaja tan bien que pronto no nos daremos cuenta de que ha cambiado. En vez de adoptar un punto fijo, varía ligeramente su ángulo y su inclinación según los lances del juego, haciendo que veamos algo mejor a nuestros compañeros a la hora de pasar el balón desde las bandas. Sin embargo, en el pitido inicial adopta un ángulo demasiado plano que confunde un poco, aunque lo abandona segundos después.
Las animaciones, como Konami ha prometido varias veces, se han cambiado considerablemente; no tanto como Konami argumenta, pero sí mucho más que lo que dicen aquellos que critican ahora tanto a Pro Evolution Soccer como en su día lo hacían con FIFA. El nuevo sistema de regates se beneficia de este renovado y mayor repertorio de animaciones, existiendo los regates tradicionales (driblando con el stick o usando R2 para hacer cambios de dirección más grandes), y los nuevos regates que se realizan con el stick derecho.
Podríamos decir que hay tres tipos de regates con el stick derecho. Están los que no tocan el balón, que se realizan pulsando el stick y haciendo que nuestro jugador haga amagos, incluso bicicletas, para intentar evadir a los defensas. Pulsando LT o L2 hacemos regates tocando el balón, algunos de ellos realmente vistosos (si la puntuación de habilidad de nuestro jugador se lo puede permitir). Finalmente, pulsando L1 o LB, junto con una dirección del stick derecho, hacmeos "link feints", regates compuestos, que podemos definir en nuestra pantalla de configuración. La idea de Konami, aparentemente, está en dejar a los jugadores crear sus propios "combos de regate" para intentar sorprender a los rivales.
Estrategia
El sistema de estrategia que ya hemos comentado varias veces sigue presente, y sigue demostrando lo bien que funciona. Como ya os habíamos contado, nos encontramos con una especie de pizarra donde se nos muestra el once del equipo, y podemos seleccionar a los jugadores y moverlos por ella, adoptando los roles de cada posición e indicándonos el juego qué calidad tiene cada jugador en uno de ellos.
Resulta especialmente cómodo para definir la forma de jugar de nuestro equipo, aunque algunos roles, o al menos en esta versión, tendremos que configurarlos por el carácter "conservador" del identificador automático. Para que identifique a un jugador como extremo tendremos que ponerlo muy delante y muy hacia los lados, y del mismo modo pasa con la posición de mediapunta, interior o medio centro defensivo. En cualquier caso, este sistema hace mucho más cómoda la variación de los onces de nuestros equipos, y el resultado lo veremos rápidamente en la forma de jugar y el comportamiento de los jugadores individualmente y como bloque.
Aparte de este "abecé" de la organización táctica del equipo, existen numerosos parámetros que configurar, tanto de cada jugador individualmente (su tendencia hacia atacar y defender) como del equipo, así como estrategias que podemos llevar a cabo en los partidos pulsando select y un botón frontal del mando. Las pantallas de configuración de todo esto han recibido un considerable lavado de cara y son ahora mucho más intuitivas.
Plantillas y clubes
En el apartado de clubes, no hay grandes sorpresas. Algo que ha lastrado a Pro Evolution Soccer a lo largo de los años ha sido, primero, la ausencia de clubes y, siempre, la carencia de licencias. La discreta representación de clubes de las primeras entregas (cuando prácticamente solo los clasificados para Champions de cada país salían) ha ido paliándose a lo largo de los años, pero la ausencia de licencias ha acabado poniendo freno a las ganas de Konami, especialmente en el caso de la Liga Alemana, inexistente en la anterior entrega.
En esta versión que hemos podido probar, hay tres clubes alemanes en la categoría de otros clubes europeos: Bayern Munich, Werder Bremen y Schalke 04, aunque por supuesto, y siguiendo la tradición de Pro Evolution Soccer, con los nombres del río que pasa por las respectivas ciudades (Isar, Weser y Ruhr). La diferencia con aquella época es que, por los problemas con la liga alemana, los nombres de los jugadores tampoco son reales, por lo que habrá que echar mano del editor para poder renombrar al mito del Real Madrid, ahora jugador del "Ruhr".
Junto a estos clubes alemanes, en el apartado de otras ligas europeas aparecen clásicos del viejo continente, es decir, exponentes destacados de ligas que no tienen su propio apartado en el juego. Desde clubes punteros de ligas pequeñas del oeste de Europa como Rangers o Celtic de Escocia, Benfica u Oporto de Portugal, Anderlecht, Basilea y otros, hasta equipos del este de Europa que despuntan últimamente, como el Rubin Kazan, el Zenith de San Petersburgo, Dinamo de Kiev, Sparta de Praga o varios de la liga turca.
En cuanto a las ligas "con apartado propio", es decir la española, inglesa, italiana, francesa y holandesa, estas tres últimas están al completo, con los nombres, escudos y equipaciones oficiales. De la inglesa, únicamente el Manchester United cuenta con la licencia al completo, mientras que en la liga española solo hay seis excepciones: Málaga, Osasuna y Sevilla, y los recién ascendidos Hércules, Levante y Real Sociedad. Todo esto puede cambiar hasta el lanzamiento del juego, o incluso después, como ya pasó el año anterior. Pese a no contar con el nombre real en algunos casos, todos los equipos de las ligas de Inglaterra y España cuentan con sus plantillas oficiales con nombres reales.
En cuanto a Sudamérica, hay dos apartados: uno donde salen "otros equipos", que en esta versión son tres: River, Boca e Internacional de Portoalegre, y otro con todos los integrantes de la Copa Santander Libertadores, la nueva licencia adquirida por Pro Evolution Soccer este año, que incluye los equipos del continente que participan en esta edición.
En esta versión del juego (unos meses antes de su lanzamiento), los fichajes de esta temporada todavía no se han implementado y las plantillas son las mismas que finalizaron la 2009/2010. Villa sigue en el Valencia, pese a lo temprano de su fichaje, y la valoración de los jugadores tampoco parece estar demasiado puesta al día; Snejder es simplemente bueno, al igual que Villa, mientras que jugadores que han despuntado este año, y en el Mundial, todavía no tienen la calidad que han demostrado en los últimos meses. En cualquier caso, esto es evidente que va a cambiar tanto como las plantillas y es de esperar que el juego salga con todo al día y, si no, que las actualizaciones de contenido hagan el resto.
Nuevas mejoras gráficas
El anterior Pro Evolution Soccer quizás tuviese un tono muy apagado en sus colores, pero destacaba gráficamente en algunas facetas, especialmente en los rostros de los jugadores. La progresión en este sentido ha continuado en esta nueva entrega, y especialmente los jugadores estrellas tienen un gran parecido con sus homónimos reales. Aparte de la renovación en las animaciones, el juego simplemente luce mejor que el año pasado, con mayor brillo en los gráficos, estadios más detallados y un motor gráfico mucho más fluido.
Destacan también, en el repertorio de animaciones de los jugadores, aquellas que no están relacionadas con el control de la pelota en sí: los gestos, las celebraciones, la forma de reaccionar en el campo a las jugadas o de protestar al árbitro.
Renovado, pero... ¿Suficiente?
Las impresiones que nos deja este Pro Evolution Soccer 2011 son buenas, y definitivamente es una gran renovación de la saga, la mayor en muchos años y mucho más radical que la del año anterior, aparte de mejor llevada. La clave residirá en lo mucho que logre Konami pulir en juego en los meses de desarrollo que queden. Hay facetas muy prometedoras que dependen de un toque final para funcionar correctamente, mientras que hay otras casi definitivas que nos han gustado mucho, como el sistema de estrategia o la colocación de la barra de potencia.
La segunda cuestión, dando por hecho de que Konami refinará el juego y pulirá todos sus errores, está en si esta nueva apuesta será suficiente para contrarrestar lo que FIFA 11 tiene entre manos, sobre la ya excelente base del año pasado. La iniciativa está ahora del lado de EA, así como la mayor parte del público, pese a que en algunos países, muy pocos, Pro Evolution Soccer todavía sea líder en ventas. Habrá algunos jugadores que, enganchados a la dinámica de FIFA, no le den una nueva oportunidad a Pro, del mismo modo que pasó a la inversa durante años. Pero aquellos a los que no acabe de enganchar FIFA, o que todavía mantengan la "fe" en Konami en agradecimiento por aquellas largas tardes de hace años enganchados al mando de PlayStation 2, quizás sean reconquistados por esta nueva entrega de Pro Evolution Soccer 2011.
