En el Captivate, la feria anual que celebra Capcom para presentar todas sus novedades, el pasado mes de abril anunció una nueva saga que llamó la atención de todos: Dragon’s Dogma. Dirigido por Hideaki Itsuno, director de Devil May Cry 3, y producido por Hiroyuki Kobayashi, productor de entre otros Resident Evil 4, ya con dos años de desarrollo a sus espaldas, nos encontramos ante un juego de acción con toques de rol que transcurrirá en un vasto mundo abierto.
Lo primero que pensamos todos cuando vimos los primeros vídeos es que se trataba de un juego de acción cooperativa a través de internet, al ver a un equipo de cuatro personajes combatiendo, pero pese a ello, Capcom no confirmó esta posibilidad. Pensábamos que sería cuestión de tiempo que se anunciara, pero han pasado las semanas y los meses y se sigue sin decir nada al respecto, por lo que de momento, y hasta que digan lo contrario, Dragon’s Dogma no se puede jugar de manera cooperativa, ni de manera local ni a través de internet. Algo respetable claro, pero que extraña al ver y experimentar la estructura de juego muy orientada hacia ello.
La historia nos sitúa en un mundo fantástico y más concretamente en un pequeño pueblo, que sufre el ataque de un dragón por primera vez en mucho tiempo. Este monstruo elige a nuestro protagonista como su alumno y le roba el corazón, al hacer esto, nuestro personaje queda bajo su órdenes y empieza a recibir instrucciones, comenzando por la misión de ir a buscarle en caso de que quiera recuperar su corazón. A partir de aquí el dragón se comportará como un maestro, y sus enseñanzas revelarán los secretos del mundo que nos rodea.
Cuando comencemos tendremos que crear nuestro personaje, algo que no hemos podido experimentar, ya que en la demo que hemos probado, estaba predefinido en cada fase. Habrá tres clases principales: Luchador, Strider y Mago. La primera la clásica en la que somos hábiles en las peleas a corta distancia gracias a nuestra espada y escudo; en la segunda seremos buenos a larga distancia gracias al arco; y por último los magos, que podrán usar hechizos y encantamientos. Una vez hayamos avanzado lo suficiente y subido nuestro nivel de experiencia, podremos dar el salto a otras seis clases avanzadas: Guerrero, Ranger, Hechicero, Asesino, Arquero mágico y Caballero místico.
Las tres primeras -Guerrero, Hechicero y Ranger- son las respectivas clases avanzadas de las básicas, mientras que el resto son híbridas. Por ejemplo Asesino es una mezcla de Strider y Luchador, teniendo un gran poder de ataque y mucha agilidad, hábil realizando ataques sorpresa y nocturnos, aunque un poco débil en defensa. O los Arqueros mágicos, mezcla de Strider y Mago, que pueden lanzar flechas mágicas con diferentes atributos elementales.
Una vez empezamos a jugar los controles son aparentemente sencillos, dos tipos de ataque, normal y fuerte, salto, la posibilidad de cubrirnos con el escudo, un botón para interactuar y otro para agarrar objetos o enemigos, además de poder correr. Pero cuando pulsamos uno de los dos botones superiores (L1, R1 o LB, RB) desplegamos nuevas acciones, que aparecen indicadas en pantalla asignadas a cada botón. De esta manera podremos realizar la habilidades propias de cada clase de personaje, como lanzar hechizos o realizar cargas con el escudo. Aunque al contar con solo dos ataques de espada no parece en un principio que el sistema de combate vaya a ser lo suficientemente complejo, cuando entran en juego el resto de habilidades, este demuestra no ser tan simple.
Tenemos un completo inventario con objetos curativos, herramientas como una linterna –muy necesaria en los momentos de oscuridad, que abundarán-, materiales que imaginamos servirán para vender o realizar algún tipo de alquimia, llaves y otros objetos. Pese a lo completo que vimos este aspecto, en cambio en lo correspondiente a armaduras y accesorios, estadísticas y puntos de experiencia, o afinidad a los elementos, no parece tan complejo y que le den importancia, reafirmando la idea que intentan transmitir sus creadores de que no nos encontramos ante un juego de rol, sino más una aventura de acción con toques de rol.
Al menos en lo que pudimos jugar siempre nos seguía al menos un compañero, pudiendo formar un grupo de hasta cuatro personajes. Estos son manejados por la inteligencia artificial del juego de manera correcta, pero también les podemos dar instrucciones. Con la cruceta digital, podemos indicarles avancen, que nos ayuden o que vengan hasta nosotros. La cooperación es muy importante, y al igual que en ocasiones cuando un personaje es derrotado le tenemos que ayudar y curar, ellos también los hacen con nosotros. Además las habilidades propias de cada personaje son muy necesarias dependiendo de la situación y en un mismo combate, como comprobamos nos hará la misma falta un mago lanzando hechizos, un arquero disparando desde lejos y un guerrero que pueda realizar potentes ataques cuerpo a cuerpo.
En esta demostración había dos niveles, un enfrentamiento contra un grifo –esa mezcla entre león y águila- en una extensa pradera, y una fase en la que recorríamos unas oscuras mazmorras, matando todo tipo de criaturas clásicas de los juegos de rol como goblins y arpías, explorando distintas estancias recogiendo objetos, hasta enfrentarnos a otro jefe, una quimera -una mezcla de león, cabra y serpiente-. Espectaculares enfrentamientos contra jefes finales, con estas y otras criaturas como dragones e hidras que ya hemos podido ver, y que serán muy épicos, a la vez que duros y largos. En el combate contra el grifo, controlando un arquero, podíamos acertarle mientras volaba, pero otros personajes como el guerrero tenían que esperar su oportunidad a que descendiera del cielo.
En ambos jefes finales vimos dos cosas comunes que podemos hacer a estas monstruosidades, por un lado quemarlos, si se les lanzan flechas de fuego se prenden haciéndoles daño y en el caso del grifo incluso provocando que descienda del cielo. Y por otro subirnos a ellos, algo que cuando vimos por primera vez a muchos nos recordó a Shadow of the Colossus, y es que parece que hasta el fin de los tiempos a todo juego que se le ocurra incluir algo parecido lo compararán con la obra maestra del Team ICO (y si no, que se lo digan a Castlevania: Lords of Shadow).
Como ya han dicho sus creadores, podremos subirnos sobre cualquier monstruo de gran tamaño para herirles con nuestra espada, algo necesario en enfrentamientos con enemigos voladores, cuando controlamos a un guerrero, ya que será la única manera de poder hacerles daños, o esperar a que bajen a tierra de alguna manera. No hace falta explicar lo espectacular que resulta volar a lomos de un grifo por un enorme entorno, mientras te afanas en herirle y tus compañeros desde abajo le lanzan flechas. Uno de los puntos fuertes de estos enfrentamientos es que cada criatura exigirá una estrategia diferente, y por supuesto la cooperación entre los cuatro personajes. Por ejemplo en la pelea contra la quimera, íbamos derrotando sus distintas partes, y había que tener cuidado con la cola de serpiente, que nos envenenaba, para lo que era imprescindible el mago curándonos.
Esto es más o menos lo que pudimos jugar y ver, pero habrá otras muchas características. Un enorme mundo con ciudades y hasta 200 personajes no jugables, con los que podremos dialogar y que nos encargarán misiones. Un ciclo dinámico de 24 horas con su noche y día, que dependiendo del momento del día ocurrirán unas cosas u otras, con diferentes enemigos y sorpresas. Y una duración se dice alrededor de las 30 horas, que puede llegar hasta las 100 si se quiere superar todos los retos, una cifra bastante grande que han indicado sus creadores
Gráficamente nos ha gustado bastante, no por la técnica, ya que todavía se nota un poco verde con falta de fluidez y unas bajadas notables en la tasa de imágenes por segundo, pero sí por su diseño artístico, y la elaboración de los enemigos y escenarios. Estos son muy detallados, con algunos efectos muy logrados de fuego, agua y humo, y aunque pueda parecer un poco genérico, o a medio camino entre la estética de un juego como Demon's Souls o un título de rol occidental, la verdad es que resulta bastante atractivo y vistoso, pese a las carencias técnicas que hemos mencionado, y que esperemos todavía con el tiempo que queda de desarrollo se puedan pulir.
Además de la notable dirección artística, una de las características que llama la atención desde un primer momento, a todo aquel que le importe claro, es la música, muy bella. Épica y emocionante, sube enteros a los espectaculares combates contra los jefes, y ya desde la pantalla de inicio notas que está muy cuidada, nos ha encantado.
Una ambiciosa producción de Capcom en Japón, con un equipo e 150 personas trabajando tres años para dar a luz a esta prometedora aventura de acción. Cuentas con numerosos elementos de los juegos de rol, comenzando por su aspecto, pero en el fondo no se adentra en un mar de estadísticas y parámetros, siendo bastante sencillo en este aspecto, aunque contando con un mundo por explorar y cientos de personajes con los que interactuar. Todo promete bastante aunque no nos acabamos de creer que no vaya a tener juego cooperativo. Diseñas una estructura de juego en la siempre vas acompañado de otros tres personajes, en la que es importante la colaboración para vencer a enormes enemigos, y cuando más de moda está jugar por internet con otras personas, ¿no incluyes esta posibilidad?
Suena cuanto menos raro, y una vez lo juegas y experimentas lo entiendes menos, por lo que es de esperar que de aquí a su lanzamiento, en marzo de 2012, hagan algún anuncio al respecto. Nos parece respetable que quieran hacer un buen juego para un jugador, pero nos extraña que vayan a desaprovechar la oportunidad, pudiendo vender unas cuantas miles de unidades más. Mientras se deciden o lo anuncian, seguiremos de cerca el progreso de este atractivo juego, que entra tanto por los ojos como por los oídos, y que, pese a lo poco que hemos jugados, nos pareció bastante entretenido.
