Tras su triunfal paso por PlayStation 2 y en menor medida en PC, la cuarta entrega de la serie Devil May Cry prepara el salto a la nueva generación con un capítulo que promete mantener los elementos más destacables del título original y la tercera entrega de la saga, pero incorporando también otros tantos elementos novedosos que prometen ofrecer un resultado final realmente espectacular. Y es que tras haber disfrutado del juego en su versión para PlayStation 3 durante el pasado evento E3, los responsables de Capcom Europa nos permitieron jugar, por primera vez desde su anuncio, a la versión del mismo para Xbox 360, dejándonos nuevamente claro que estamos ante uno de los títulos más prometedores y espectaculares del momento.
Con este trasfondo como telón de fondo dará comienzo este frenético juego de acción en el que volverá a primar el encadenamiento de brutales golpes, ya sean estos con armas blancas o con las clásicas pistolas, mientras resolvemos sencillos puzles o exploramos concienzudamente los entornos en busca de mejoras para nuestros protagonistas. En esta versión para Xbox 360 volvimos a recorrer las ya "clásicas" localizaciones de la ciudad portuaria y el exterior helado de un imponente castillo, aunque como decíamos fue la primera vez en la que se mostraba de forma jugable la versión del título para la consola de Microsoft.
En este caso, cabe remarcar, como ya destacaron los miembros del equipo de desarrollo, lo idénticas que resultan todas las versiones del juego, encontrándonos además con un sistema de control que se adaptaba a la perfección al mando de Xbox 360. Dicho esto, como comentamos durante el pasado evento E3, pese a mantenerse prácticamente idéntica la jugabilidad Devil May Cry, en esta cuarta entrega nos encontraremos con una serie de novedades que sin duda mejorarán todavía más esta fórmula jugable que tan buenos resultados le ha dado a Capcom.
Volviendo a primar, como decíamos, los espectaculares combos con movimientos aéreos y un constante uso de armas blancas y pistolas, Nero contará además con un nuevo ataque llamado "Devil Bringer" que le permitirá agarrar a los enemigos con su brazo infernal y realizar todo tipo de perrerías con sus ya difuntas víctimas. En este caso, por ejemplo, Nero puede coger a un rival y estamparlo de forma brutal contra el suelo, o agitarlo de un lado a otro golpeando al resto de enemigos para después terminar lanzándolo por los aires. Movimientos que por cierto se realizarán con una facilidad pasmosa. Además, esta habilidad no se centrará únicamente en los combates, sino que también por ejemplo nos permitirá coger objetos situados a una distancia considerable (lo usaremos a modo de bumerán), o realizar impresionantes saltos que en el caso del nivel en la ciudad portuario resultará vital para proseguir en la aventura (saltaremos de azoteas en azoteas, o subiremos varias plantas de un único salto). En todos estos casos, el sistema de control y la interfaz de usuario resultan realmente claros y efectivos, destacando este último punto en otra de las novedades que se introducirán con Nero.
En cualquier momento de la partida podremos cargar nuestra espada pulsando repetidamente un único botón, lo que después nos permitirá realizar ataques más devastadores que nunca con los que exterminar a los rivales en cuestión de segundos. Lo bueno de este movimiento es que no necesitaremos estar quietos para potenciar el arma, sino que lo podremos hacer mientras corremos hacia los rivales o esquivamos sus ataques saltando de un lado a otro. En este sentido, como resaltábamos, destaca la clara interfaz de usuario, ya que conforme mejoremos la potencia del arma conoceremos el nivel alcanzado mediante una representación muy gráfica del mecanismo interno de nuestra espada (cuando vibre con gran intensidad y muestra un color rojo significará que habrá alcanzado su nivel máximo). Además, como es habitual en la serie, en cada escenario encontraremos una serie de orbes que nos permitirán mejorar las habilidades de Nero y también desbloquear otras tantas nuevas.
Con respecto a Dante, y pese a que por el momento sigue siendo uno de los mayores secretos del juego, el popular caza demonios regresará con su imponente arsenal de armas blancas y sus dos pistolas, aunque los aficionados a la serie encontrarán aquí un importante cambio a nivel jugable. A diferencia de lo visto en Devil May Cry 3 donde teníamos que escoger un estilo de combate determinado antes de cada nivel o en puntos concretos en los mismos, en esta cuarta entrega podremos combinar todos estos estilos durante el transcurso de las batallas, lo que nos permitirá encadenar una gran variedad de golpes de forma espectacular y sencilla.
En cuanto al apartado técnico, pese a que todavía le quedan unos meses hasta llegar al mercado, Devil May Cry 4 ya presenta unos entornos de grandes dimensiones notablemente detallados y con un diseño francamente bueno. En este caso, destaca sobre todo el juego de cámaras por lo cinematográficas que resultan sin que por esto se entorpezca al usuario con ángulos muertos o nefastos movimientos de cámara que lo único que logran es dejar sin visión al jugador. Durante la presentación, por ejemplo, nos movimos por entornos amplios en los que estos ángulos de cámara resultan más fáciles de lograr, pero también en espacios reducidos como los interiores y calles del escenario portuario y seguíamos disfrutando de una visión total de la zona de combate. Tampoco podemos olvidar la soberbia fluidez con la que se movía toda la acción, y el diseño de todas las criaturas con las que nos encontraremos, destacando como no el aspecto del imponente demonio de fuego que nos saldrá al paso en un pequeño pueblo en el entorno helado. Es en este punto, o también en los combates contra varios enemigos a la vez, cuando nos damos cuenta de que esta nueva obra de Capcom no es un título menor a nivel gráfico: las animaciones, los efectos especiales, la amplitud y profundidad de los escenarios… todo en conjunto ofrece un acabado realmente bueno.
En definitiva, Devil May Cry 4 parece seguir, afortunadamente, los pasos del original y la tercera entrega de la serie ofreciendo un fantástico sistema de juego que premiará a los jugadores ágiles con espectaculares movimientos que nos dejarán con la boca abierta en más de un momento. También destaca, como es habitual en la saga, la sencillez en el sistema de control y resulta realmente prometedor el nuevo enfoque jugable con el que planean dotar a la serie con la participación de dos protagonistas distintos que se alternarán constantemente. Además, los enfrentamientos contra los clásicos jefes finales prometen ser realmente alucinantes, sobre todo porque el citado demonio de fuego que tan famoso se ha hecho durante estos últimos meses, pese a sus dimensiones y la brutalidad de sus ataques, será una de las primeras bestias con las que nos encontraremos en el juego, lo que nos permite hacernos una idea de cómo evolucionarán las cosas conforme avancemos en la aventura.
En este sentido, entre risas, el responsable de Capcom en Europa confirmó nuestras sospechas al resaltar bromeando la temprana aparición de esta imponente criatura, a la que como es habitual vencimos siguiendo una serie de estrategias de ataque que lógicamente se irán complicando más y más conforme avancemos en la historia. Por lo tanto, esta nueva obra de Capcom promete convertirse de nuevo en todo un referente en el género de la acción, y en un imprescindible para todos aquellos amantes del género ansiosos de abatir a decenas de enemigos con espectaculares combinaciones de golpes.