Lo cierto es que aunque las ventas no acompañaron tanto a Dead Space como se hubiese deseado, a tenor de su calidad incuestionable, el juego distó mucho de darse un batacazo en las tiendas, y consiguió cifras suficientes como para que Electronic Arts no se echara atrás y preparara una segunda parte, mientras sus creadores, Visceral Games lanzaban un buen título en Wii, pero que al apostar por un cambio de género, hacia la pistola, y olvidarse, en un movimiento patético por parte de EA, de su localización al español, no consiguió alcanzar cifras equiparables.
Ahora, Dead Space 2 está a punto de llegar a las tiendas, y contará con el modo multijugador como su novedad más destacada.
Lo interesante es que, aunque pierde el factor sorpresa con el que contaba su predecesor, como en todo título inaugural de una saga, parece que ha conseguido renovarse para volver a sorprendernos. Al menos, nuestras primeras horas con el juego así lo muestran.
Isaac Clarke vuelve a ser el protagonista, pero esta vez ya sabe de qué palo van los necromorfos, estas terribles formas de vida parásitas capaces de aniquilar cualquier forma de vida. Y el jugador también, así que había que hacer algo para renovar la fórmula, manteniendo el espíritu original.
Nuestra sensación inicial con la versión final del juego es que la acción y la tensión cobran algo más de relevancia, aunque habrá que esperar todavía a hacer el balance definitivo. Lo que hemos podido comprobar, también, es que la atmósfera tensa no se sustenta sólo en oleadas de enemigos ni en sustos genéricos, sino que realmente se ha conseguido cambiar de localización, llevar a Clarke a otro lugar, y mantener el terror, algo que otras sagas no han conseguido.
En buena medida, esto se logra también por la historia y su narración, pero dado que la primera parte terminaba con un clímax narrativo bastante intenso, y la demo que se publicó hace meses no desvelaba las claves que hilan ambos juegos, nosotros no vamos a entrar en ningún tipo de detalle sobre la historia que se desarrolla en este Dead Space 2. Basta saber que estaremos en una ciudad, una colonia, situada en Titán, una de las lunas de Saturno, y que los necromorfos también van a hacer de las suyas.
Hemos podido comprobar cómo el juego ha conseguido dar un paso en su apartado visual, algo digno de mención teniendo en cuenta que el primero ya lucía estupendamente, y sigue haciéndolo todavía hoy. Parece que se ha trabajado sobre todo en ofrecer una sensación mucho más natural en el movimiento de los personajes, tanto humanos como monstruos, resultando todo más natural y, por qué no decirlo, también más visceral. Si le sumamos que se ha trabajado también en una física consistente y mucho más interactiva entre los objetos, capaces de reacción con naturalidad a las explosiones y lo que sucede a su alrededor, todo resulta más vívido.
Se volverá a apostar por la cámara por encima del hombre de Clarke, como en el anterior juego. Se trata de una perspectiva que ha dado muy buenos resultados en el género, tanto en las propuestas más orientadas al terror como a la acción, y que ha sido exprimida especialmente desde que se estrenó Resident Evil 4. Como ya sucedía en la primera parte, está claro que los desarrolladores han vuelto a sacarle todo el jugo a esa cámara, ofreciendo un acción mejor integrada y eficaz que los chicos de Capcom, al tiempo que aprovechan también la perspectiva para darte un par de sustos.
Durante nuestras primeras horas de juego hemos podido comprobar, asimismo, que el sistema de control se ha mantenido, en esencia, inalterado, por lo que será muy accesible no sólo para quienes jugaran a las primera parte sino, como decíamos, a quienes sean habituales del género, ya que se trata de un sistema muy convencional, pero eficiente. Pronto el jugador se encuentra con nuevos enemigos, algo importante, ya que muestra las intenciones del título desde el primer momento: va a ser familiar, pero tendrás que estar preparado para todo lo nuevo que hemos creado.
Desde luego, si el juego mantiene su ritmo de acción, sustos y situaciones tensas, no sólo va a superar en ambientación a un muy cohesionado Dead Space, sino que irá más allá. Y es que a la mayor variedad de enemigos, lo cierto es que esta segunda parte promete una mayor variedad de entornos y situaciones. Las previsiones que tenemos, al menos, apuntan claramente en esa línea, y logrará por tanto solventar algunas de las pocas críticas serias que se hicieron al primer título, pues la nave en la que se ambientaba no daba pie a suficiente variedad, incluso cuando ésta deficiencia se sustentaba completamente en la localización y el guión.
Por ejemplo, y sin entrar en más detalles de los necesarios, debemos tener en cuenta que algunos enemigos apuestan por comportamientos y apariencias completamente diferentes a los de la primera parte, con inspiraciones en animales diversos. Pero también, por ejemplo, en bebés. Cosas de que los necromorfos hayan llegado a una colonia humana. Uno de los primeros enfrentamientos en el juego va en esa dirección de situaciones nuevas, con nuevos enemigos, y, como ya hemos dicho, nos presenta algo bien diferenciado a lo que habíamos experimentado en la primera parte.
Para hacer frente a la mayor variedad de enemigos, en esta ocasión vamos a contar con un arsenal quizás más apropiado. Isaac Clarke, el protagonista, es un ingeniero que se encontró en una peligrosa situación luchando por su supervivencia, pero aquí ya sabe de qué va el asunto y no vamos a tener problemas a la hora de encontrar "herramientas" más contundentes, como bombas. Los que jugaron al anterior título recordarán también que Clarke escondía poderes telequinéticos, y eso estará también presente aquí, con un mayor peso específico en el desarrollo jugable.
A la espera de que Dead Space 2 se estrene en Europa a finales de este mes, no podemos olvidarnos tampoco de pintar unas trazas sobre la experiencia mulitjugador, algo que, a buen seguro, atraerá a los jugadores. Podemos dar por seguro que la presencia de esta modalidad no ha afectado a la historia, aunque todavía nos falta llegar hasta los créditos para ver cuántas horas puede ofrecer. El modo multijugador ofrece partidas de cuatro contra cuatro, en las que un grupo de jugadores se ponen en la piel de humanos (con trajes similares a los del protagonista), y el otro equipo toma el papel de los necromorfos.
Cuando un equipo gana, alcanzando los objetivos marcados, en el siguiente turno se cambian los roles, por lo que hay que saber manejarse tanto como humano como en la piel de un necromorfo. Se integra un sistema de experiencia en el multijugador, pero es algo de lo que habrá que hablar con detenimiento una vez el juego ya esté en la calle.
En todo caso, la novedad más interesante es la de poder jugar como un necromorfo, ya que ofrece una amplia variedad. Los jugadores deben escoger qué tipo de mal bicho quieren ser, lo que viene a asemejarse, a su manera, a un sistema de clases. Cada criatura tiene funciones y movimientos muy diferenciados: escupir ácido, aprovechar su menor tamaño y velocidad para sorprender y atacar, etc. En esencia, nos permite hacer lo mismo que hacen esas criaturas cuando las machacamos en el modo historia… y es muy divertido.
Sea como fuere, pese a que hay diferentes modalidades multijugador, que resultan en variaciones lo suficientemente adaptadas de estilos de juego como capturar la bandera, todo lo que hemos probado se basa en enfrentamientos como los que hemos descrito antes, aunque, claro, los objetivos a alcanzar y que determinan quién ha ganado la partida cambian.
Lo más interesante, en todo caso, es que estas modalidades han sido bien adaptadas a las circunstancias del juego y no resultan artificiosas ni forzadas, aunque habrá que evaluarlas en detalle cuando hayamos echado una buena cantidad de partidas. En cualquier caso, lo que hemos observado es que los jugadores tendrán que tener muy claro es que frente al estilo más tenso de la historia, el multijugador es acción pura, y esto, claro, quizás no guste a los aficionados al terror. Nuestra sensación es que va a resultar compensado, ofreciendo dos experiencias complementarias, que no interfieren entre sí. Hay otros juegos que han seguido esta línea, como la saga Resident Evil con sus Mercenarios, pero también es cierto que quizás la acción se había convertido en un factor de mucho más peso en su concepción general.
Eso sí, todavía faltan unas semanas para hacer una evaluación completa de lo que va a darnos este Dead Space 2, y para ver cómo se equilibran todos esos factores: acción y terror, historia y multijugador, para ofrecer a los jugadores una nueva dosis de gritos en el espacio. Ya podemos decir que la sorpresa no va a ser un factor a tener en cuenta, pero está claro que en el estudio han trabajado mucho para conseguir ofrecernos algo nuevo. La cuestión va a residir, sobre todo, en cómo va a reaccionar el público ante el multijugador y si éste era, en definitiva, el impulso adicional que le faltó al primer juego para reclamar una posición más destacada en las tablas de ventas.
