Corrían los primeres meses de vida de la Xbox 360, allá por septiembre del 2006 cuando un impactante titulo resucitaba, y nunca mejor dicho un genero, "el survival terror" no apto para miedosos. Mucho ha llovido desde entonces, sobre todo en estas últimas semanas, y títulos como las dos entregas de Left 4 Dead o las nuevas versiones de Resident Evil han elevado un poco más el listón tenebroso. En el 2009 todas las segundas partes fueron excelentes, por lo que esperamos con ansias ver qué tal le sienta a Dead Rising 2 el 2010.
Sin aportar excesivas novedades, el primer Dead Rising, que precisamente estos días llega al servicio Games On Demand de Xbox Live a un precio reducido, se hizo un hueco en el catalogo de las exclusividades de Xbox a base de una historia tenebrosa en la que Frank West, un intrépido fotógrafo de prensa, se desplaza a un centro comercial asediado por los zombis. Ya dentro del centro teníamos un tiempo limite para ir encontrando pistas con las que resolver casos y poder avanzar en la aventura.
Una de las novedades fundamentales era que según íbamos aumentando nuestro contador de muertes mejoraba nuestra destreza, rapidez e incluso la cantidad de armas que podíamos llevar; y ya que hablamos de armas, el arsenal era inmenso, pudiendo utilizar cualquier cosa que encontráramos por las tiendas, a cada cuál más salvaje, con las cuales acabar con la ingente cantidad de zombis que generaban una sensación de ansiedad muy lograda.
Para esta segunda parte, que deja de ser exclusiva para Xbox y PC, llegando también a PS3, y como ya sabemos desde hace unos meses, cambiaremos de personaje pasando a controlar a Chuck Greene, un gran deportista, aficionado a las motos de cross, que además es padre soltero de una hija llamada Katey. Y cuyas hasta el momento desconocidas aventuras van a transcurrir en Fortune City, una ciudad abierta basada en Las Vegas, en la que encontraremos tanto escenarios abiertos, como cerrados, en contraste con el único centro comercial de su predecesor.
Para moverse por ella Chuck va a contar con su infatigable moto de cross como compañera, solo que esta vez ira convenientemente tuneada con varias motosierras a los lados y no precisamente para cortar el césped. Tendremos que usarla bastante a menudo a toda potencia ya que, según los desarrolladores del juego, el número de no vivientes que nos podrán llegar a rodear será de más del doble del anterior juego, llegando incluso a los 5000 zombis a la vez. Parece que la sensación de agobio y ansiedad que provocaba la primera parte esta más que garantizada para esta segunda batida.

Otro de los puntos fuertes tanto de aquella versión como de esta nueva será el arsenal a utilizar, que volverá a estar compuesto de todo aquello que encontremos y pueda valernos para destrozar enemigos. Merece una mención especial el uso que Chuck va a hacer de otras de sus aficiones preferidas, el rock, y es que una inocente guitarra eléctrica se puede convertir en una poderosa herramienta de decapitar zombis.