En septiembre de 2011 pudimos disfrutar de Dead Island, un juego de acción en primera persona que se desarrollaba en una isla paradisiaca convertida en un infierno repleto de zombis, y cuyo mayor atractivo era su modo cooperativo para cuatro jugadores, además de sus marcados toques roleros, que hacían que fuera muy entretenido machacar decenas enemigos, superar misiones y mejorar a nuestro personaje. Un juego con no pocos defectos y bugs aunque también con muchas virtudes, que divirtió y conectó con miles de jugadores siendo todo un éxito de ventas, con más de cinco millones de unidades vendidas.
Este mes de abril llegará una continuación, más importante que un DLC o expansión, un juego en cuanto a contenidos igual de grande que la primera entrega, pero al que sus creadores no han querido considerar como una auténtica secuela, y por eso no lleva un dos en el título.
Ya lo hemos podido jugar y entendemos la decisión, ya que es prácticamente lo mismo que la primera parte, apenas hay novedades de peso, aunque todos los contenidos son nuevos, misiones, escenarios donde se desarrolla y la historia, que continúa los hechos ocurridos en Dead Island.
Sin necesidad de hacer demasiados spoilers, Dead Island Riptide empieza horas después de acabar la primera aventura, en un buque en el que los cuatro protagonistas ya se creen a salvo. Aquí una terrible tormenta, junto a la maldita infección zombi que les persigue, hará que el barco encalle cerca de una nueva isla, Palanai, lugar donde transcurrirá esta nueva entrega. Antes de todo esto, en el buque militar, conoceremos a un nuevo personaje, el quinto, John Morgan, un soldado de la fuerza de defensa australiana, que al igual que el resto de protagonistas, tiene un oscuro y turbulento pasado, que le ha llevado a ser un mero cocinero en un buque de guerra.
Este nuevo personaje es un experto en el combate cuerpo a cuerpo, tiene un aprendizaje más rápido de habilidades con armas, potentes ataques especiales, como ganchos y patadas voladoras, probabilidad de recuperar salud en vez de morir, y durante el modo Furia tiene una mayor probabilidad de causar ataques de zona, como realizar decapitaciones. Una característica muy interesante es que podremos importar nuestro personaje de la primera parte, manteniendo su nivel, habilidades y mejoras de equipo. Así que si conservas tu partida guardada de Dead Island, no tendrás que empezar desde cero.
Las fuertes tormentas que han azotado las islas han provocado que las áreas selváticas de la isla de Palanai y la ciudad de Henderson estén inundadas y los botes se han convertido en el medio de transporte más importante. El agua tendrá un gran protagonismo, tendremos que atravesar zonas pantanosas a pie o bien a bordo de una lancha, y muchas localizaciones estarán inundadas, lo que nos impedirá correr y movernos rápidamente. La nueva ciudad de Henderson es más grande y desarrollada que la que vimos en la primera entrega, además de tener una arquitectura muy vertical, y promete dar mucho juego. También habrá condiciones climatológicas cambiantes, que entorpecerán las visión, como lluvias torrenciales y niebla.
En términos jugables, al menos en las primeras horas, no apreciamos demasiados cambios respecto a la primera entrega, más allá de nuevas armas, y una mayor personalización de estas. Podremos crear armas bastante peculiares y excéntricas, y los creadores del juego nos mostraron que por ejemplo podremos crear una espada o cuchillo eléctrico, gracias a un sistema de mejoras y creación de armas más versátil. Además el juego nos premiará por usar repetidamente un tipo de arma, algo similar a lo visto en The Elder Scrolls V: Skyrim, y si usamos mucho los cuchillos, mejoraremos esta característica, así como las armas de fuego, ataques cuero a cuerpo, etcétera.
En cuanto a las misiones, la mayor novedad son las nuevas tipo horda, situaciones en las que tendremos que defender una localización junto a otros supervivientes. Jugamos una de estas escenas y antes de que comiencen las oleadas de zombis nos permiten prepararnos, teniendo que situar alambrada en distintos puntos del escenario para dificultar el avance de los enemigos, aunque una vez empieza la acción, poco a poco rompen estos obstáculos. También podremos colocar trampas, torretas, y veremos en todo momento un barra que nos indica cuánto queda para que se termine el ataque zombi.
Otros supervivientes controlados por la inteligencia artificial del juego nos echarán una mano, y cuando un zombi los atrape tendremos que ayudarles y quitarles el caminante de encima. En estos lugares habrá bancos de armas donde podremos reparar nuestro arsenal en todo momento, y prometen ser momentos bastante emocionantes y divertidos, que aportarán algo de variedad al desarrollo de la aventura. Además cuando juguemos de manera cooperativa a través de internet con nuestros amigos, estas situaciones requerirán de más estrategia y juego en equipo que nunca, una jugabilidad cooperativa que nos recordará a lo vivido en títulos como Left 4 Dead o el modo zombis de Call of Duty.
Los controles, los gráficos, la interfaz, todo permanece igual que en el primer Dead Island, estamos ante una continuación muy continuista, que no deja de ser una nueva historia con nuevas misiones, para satisfacer el hambre de matar zombis, hasta que llegue una hipotética y verdadera segunda entrega titulada Dead Island 2, que no nos extrañaría que ya aterrizara en la nueva generación de consolas. A pesar de su apariencia de mera expansión, sus responsables nos dijeron que en cuanto a contenidos será igual de grande que la primera parte, por lo que volveremos a estar ante una aventura bastante larga, con muchas misiones y horas de juego, y sobre todo muy divertida junto a unos amigos.
Previsto para el 26 de abril en Xbox 360, PlayStation 3 y PC, saldrá a la venta a un precio reducido de 49,95 euros en consola y 39,95 euros en ordenador, y aunque es más de los mismo, con idénticos defectos y virtudes que la primera entrega, esto seguro que no importa demasiado a los muchos jugadores que disfrutaron con él, que además podrán seguir jugando con los mismos personajes que crearon. Bellos paisajes, mucha acción, toques de rol y una adictiva y honesta propuesta en la que descargar adrenalina desmembrando a decenas de zombis, una fórmula que funciona de maravilla.