Que la nueva generación de videoconsolas ha traído consigo un aluvión de títulos conocidos como los juegos de acción en primera persona no es ninguna novedad. Call of Duty, Resistance y multitud de variantes del género apuestan cada día por trasladar el conflicto bélico a las consolas de nueva generación. EA Dice, por su parte, no iba a dejar la oportunidad de hacerse con un pedacito del pastel, por lo que presentó el año pasado un más que convincente Battlefield Bad Company, un título donde la acción y las malas compañías estaban a la orden del día. Sin embargo, el concepto es demasiado goloso como para dejarlo aparcado, por lo que los chicos de Electronic Arts vuelven a la carga con una secuela que viene cargada de novedades, así como un potenciado modo multijugador para aumentar considerablemente las horas de juego. Desde Vandal Online, hemos podido probar la beta cerrada multijugador de la obra, por lo que os contamos, de primera mano, los detalles y elementos que nos encontraremos -siempre dentro de lo que cabe- en el producto final.
Battlefield Bad Company 2 promete ser una experiencia más que frenética en todas sus vertientes, sin embargo, pese a que el juego contará con un digno modo historia, en este artículo vamos a centrarnos en las particularidades de su vertiente online, analizando todos y cada uno de los aspectos de la beta cooperativa -y competitiva- que la desarrolladora ha preparado para nosotros, dejando el conjunto global para su correspondiente análisis cuando el producto final aparezca en el mercado.
Como decíamos, uno de los exponentes más queridos dentro de la nueva generación es el modo online, tanto en su vertiente competitiva como colaborando con los demás jugadores para llevar a cabo un fin común. En esta ocasión nos encontramos con un videojuego de guerra, y, desde luego, el conflicto bélico -y la diversión, por ende- está más que asegurado. Así pues, lo único que tendremos que hacer nada más entrar en cualquier partida que se esté disputando es escoger entre uno de los cuatro grupos de personajes que la desarrolladora ha puesto a nuestra disposición.
Tenemos asaltantes, ingenieros, médicos y patrullas de reconocimiento, y evidentemente seleccionar el jugador que más se acerca a nuestro perfil de jugador es lo principal dentro del juego. Como era de esperar, cada personaje cuenta con sus propias armas y habilidades, disponiendo así de una AEK871 los asaltantes en pos de un rifle de francotirador aquellos quienes quieran reconocer el terreno.
La diversión -y la gracia del asunto- es formar equipos con componentes equitativos a la batalla. Es decir, todos sabemos que ser el soldado de turno es más divertido que curar a un compañero cada dos por tres, pero ningún equipo ganará la batalla si no cuenta con una variedad de personajes para cada situación. Un médico es nuestro mejor aliado siempre que contemos con un equipo novato, o un francotirador puede convertirse en una pieza clave a la hora de defender una base. Habrá que ver si todos los jugadores aceptan ejercer el rol pertinente. Así pues, una vez hayamos escogido al soldado, nuestra misión será bastante clara: acabar con la amenaza enemiga sea como sea, y para ello contamos con bastantes peculiaridades al respecto.
En primer lugar estamos ante un videojuego donde los mapas multijugador no se limitan a una zona pequeña concreta, sino que nos encontraremos auténticos niveles de lo más grandes, abiertos, con varias rutas a seguir, muchos kilómetros que recorrer y, desde luego, enemigos que aniquilar. El cómo desarrollemos nuestra ofensiva es, precisamente, donde reside la diversión en este título. Generalmente nos moveremos por escuadrones -pudiendo alistarnos en uno ya hecho o crear uno de cero con nuestros compañeros-, aunque siempre podremos hacer el loco en solitario para explorar el nivel o hacer un poco de jugador solitario. Sea como sea podremos ir tanto a pie como en los distintos vehículos que nos encontraremos en la fase, como tanques, quads y demás. Como era de esperar, el videojuego ha heredado la espectacularidad de su predecesor, mostrando así unas destrucciones más que satisfactorias que gustarán a los jugadores más tecnicístas; en Bad Company no hay lugar para escondernos, puesto que un arma potente puede hacer volar una pared en pedazos mostrando la localización de varios enemigos -o hacer un agujero como ruta de escape en la base enemiga, según se mire-.
Los vehículos cobran una gran importancia dentro del videojuego, pudiendo controlarlos en cualquier momento de la batalla para llevar a cabo nuestras ofensivas más fuertes. Tanques, quads y demás estarán repartidos por el escenario, haciendo gala del componente multijugador para emplear sus ataques, es decir, no bastará con conducir el tanque de turno, sino que si queremos hacer una ofensiva completa tendremos que avisar a algun compañero para que se ponga en los controles de la metralleta incluida, mientras nosotros conducimos y lanzamos las bombas más demoledoras del juego. Por suerte, la dificultad está bastante bien ajustada, siendo posible tanto la destrucción de un tanque por parte de los enemigos como la superioridad que representa llevar un vehículo de ese calibre. No por contar con un tanque habremos ganado la partida.
Hay que reconocer que muchos de los aspectos que destacan en Bad Company 2 aparecen en los demás juegos del género, aunque aportando, eso sí, su propio sabor para hacer una obra completamente diferencial. Detalles como recuperar la vida poniéndonos a cubierto durante un rato -algo impensable en los videojuegos de antaño- o los vehículos en las batallas son elementos que ya han aparecido dentro de otros exponentes del género. Sin embargo, como decíamos, lo que hace especial al videojuego -y en general a su vertiente online- es la simplicidad con la que ha sido llevado todo, abogando más por la diversión propia de un Call of Duty que en una experiencia real -y en ocasiones frustrante- como en Operation Flashpoint. Por suerte, el control del videojuego es fácil y preciso, así como los movimientos de los personajes que aparecían en pantalla. Si bien es cierto, el juego todavía cuenta con algunos errores gráficos, como puede ser la presencia de una carga brusca de texturas o fallos en la iluminación que, a buen seguro, estarán corregidos para el lanzamiento del juego. Los controles utilizados para la ocasión beben directamente de los grandes del género, haciendo una vez más un videojuego fácil de controlar con la garantía de que el frenesí del título va a ser obra nuestra y no al revés. Eso sí, está recomendado encarecidamente disponer de un micrófono para llevar a cabo las ofensivas más completas con nuestro pelotón, puesto que conocer a todos y cada uno de los soldados será importante para completar la misión.
El apartado técnico de la obra es sobresaliente, con unos escenarios muy grandes que harán las delicias de los más curiosos dentro del género. Evidentemente todavía existen algunos detalles que deberían depurarse, como los errores anteriormente mentados, aunque estamos casi seguros de que estarán corregidos para el lanzamiento del juego. Tanto los personajes, entorno y vehículos cuentan con una puesta en escena bastante notable, en especial las explosiones y la física de los edificios al desmoronarse pieza por pieza. Un espectáculo que no debería dejar pasar ningún aficionado.
Todavía faltan unos meses para que Battlefied Bad Company 2 llegue a nuestro mercado, por lo que los desarrolladores no dudarán en ultimar los preparativos para lo que promete ser uno de los mejores juegos de acción de principios de año. Los gráficos fotorealistas, la acción que desprende la endiablada jugabilidad, su ambientación, las posibilidades jugables y, como no, su vertiente online, hacen que Electronic Arts Dice esté en el punto de mira de los aficionados al género. Y hay bastantes razones para seguirles la pista. El 5 de marzo saldrá al mercado tanto para las consolas de nueva generación con gráficos de alta definición como a compatibles.