En la actualidad, hay miles de licencias de animes, mangas, cómics y demás pululando por nuestras consolas. En este sentido, el mercado del anime y del manga nipón es feroz, competitivo. Si a eso le sumamos que gran parte de las adaptaciones no cuentan con el beneplácito de algunos fanáticos y del público general, tenemos una ecuación un tanto extraña. De vez en cuando, muy de vez en cuando, se dan casos de especial interés. Series que gozan de un éxito inesperado, o de series que aún siendo ignoradas por gran parte del público, tienen una importancia o latencia en el mundillo brutal. Afro Samurai es el perfecto ejemplo de lo primero. Una serie que pintaba bien (como tantas otras) y que ha acabado siendo aún mejor de lo que se esperaba.
Con un presupuesto de infarto, y el apoyo de la famosa compañía de animación GONZO, Afro Samurai es un anime creado por el autor Takashi Okazaki. Tanta cantidad de mimo, también se deja notar por la calidad del doblaje, que cuenta, entre otros, con la presencia de Samuel.L.Jackson (con el papel protagonista y la voz cantante de Afro, aparte de productor) y Ron Perlman, conocido por su papel en HellBoy o Alien: Resurrección. Tenemos una cuidada animación, una historia bastante épica, y una ambientación de órdago.
¿Qué más se puede pedir? Pues una banda sonora conforme. Y es que Afro Samurai también cuenta con la presencia musical de los chicos de la RZA, especializados en ritmos de Hip-Hop muy electrónicos fuertes con mucha vida. Tras el presumible éxito de tal combinación ganadora, tenemos el honor (honor samurai, por supuesto) de presentar su adaptación al mundo del videojuego. ¿Hay algo mejor que repartir a diestro y siniestro y buscar venganza con una katana en la mano?
Afro Samurai, desarrollado por Namco Bandai Games, nos propone seguir el camino de Afro luchando por conseguir la cinta del número dos y retar al enemigo que destrozó su infancia, también conocido como Justicia (con la voz de Ron Perlman). En este sentido, Afro es un personaje serio, lleno de ira y muy silencioso. Si a eso le sumamos que cuándo habla, tiene bastante mala leche, tenemos a un personaje carismático y muy apático. Es un anti-héroe en toda la regla. Justicia, por el contrario, es un personaje algo fanfarrón, megalómano y algo charlatán. La yuxtaposición de ambos, es uno de los pilares de la serie.
Las animaciones parecen sacadas de la mismísima serie, y determinados aspectos como los saltos, los espadazos y sus expresiones, están muy trabajados. Parece que lo que decimos de pasar con todos sus pros la serie y su animación al videojuego se están cumpliendo.
Otro aspecto primordial aparte del gráfico es el ritmo de juego. Si en la serie los combates y situaciones rocambolescas estaban orquestados por el hip-hop de RZA, el juego no será menos, y es que ese mismo ritmo, será el leitmotiv para las luchas y peleas. Casi todos los enemigos que nos encontremos tendrán sus pautas y ritmos de ataque. Es decir, si hacemos bien nuestro trabajo y encaramos con Afro el combate, nuestras acciones bien ejecutadas tendrán su recompensa a modo de melodía bien acabada. Este sistema, premiará al jugador si sabe enlazar bien determinados combos o sabe defenderse o atacar a un tipo de enemigo, haciendo gala de su estilo. Sin lugar a dudas, una forma muy original de ser fiel a la serie, y por otra parte, de homenajear como se debe hacer al excelente trabajo de RZA. Aunque se sabe muy poco de este tipo de combates (que a priori, parece que serán casi todos), lo poco que se ha mostrado y hablado, hace pensar en positivo acerca de tal apuesta tan arriesgada.
Jugablemente, y descontando el tema del ritmo musical y el estilo en la peleas, está claro que nos encontramos ante un juego lleno de combos, peleas y niveles de fácil recorrido. La exploración, los puzles y otros elementos de juego aventurero quedarán en gran parte fuera de la tabla de dibujo de Afro Samurai. Aquí no hay tiempo que perder. Aunque nos encontremos con algún puzle y alguna pequeña fase de exploración, lo que hemos podido ver y probar nos hace pensar que quedarán reducidos ambos elementos a la mínima expresión.
Al respecto, en el juego se nos presentarán batallas contra decenas de enemigos que tendremos que eliminar para terminar satisfactoriamente con el nivel. Aquí, Afro, será controlado por los sticks analógicos y por los botones que combinaremos para realizar diferentes movimientos de ataque. No tendremos ninguna indicación en la pantalla, y deberemos saber cómo estamos de salud o energía por medio de determinados efectos gráficos, como blur (el conocido efecto de distorsión gráfica) o la aparición de algunos colores aclaratorios, como el morado o el rojo. Afro Samurai destila estilo hasta para eso.