A medida que se acerca un mundial, crecen los adictos al balompié. Brasil engalana sus calles para ver la canarinha jugar a ritmo de samba y jogo bonito, Argentina se detiene por completo para ver jugar a la albiceleste y los mimos de Riquelme al balón. Si bien en España vivimos el mundial de con menos euforia (al menos se nos suele apagar en cuartos) eso ni quita para que éste sea un país con grandes ansias de devorar todo lo que huela a fútbol; por ello, cada entrega de Pro Evolution Soccer es recibida con gran expectación, de ahí que este Winning Eleven, versión japonesa del futuro Pro Evolution Soccer 6, nos muestre muchas de las novedades de su entrega por estos lares, por eso, empecemos a ver lo que nos ofrece.
Juego nuevo, intro nueva. La estrella de la selección japonesa vuelve a hacer acto de presencia junto a el entrenador Zico mientras banderas de varios países surcan el cielo, claramente haciendo referencia al mundial, puesto que si se ha adelantado esta entrega en Japón es para llegar a tiempo antes de que empiece, aunque sea exclusivamente en el país Nipón. "Una jugada puede cambiar un mundo", reza en varios idiomas el slogan de Winning Eleven 10, algo que sin duda no hace sino aumentar las ganas de disfrutar más con este nuevo titulo. Y mientras esperamos hasta octubre, veamos porque la critica la está considerando la mas equilibrada de las entregas.
Ya en el menú del juego podremos ver un estilo continuista, pues se aprecia que se han cambiado pocas cosas en cuanto a estilo, más bien, se utiliza la misma base y la misma fuente de letras desde hace varias entregas, algo que quizás ya a estas alturas sea un problema menor, aunque sería de agradecer un pequeño lavado de cara en la navegación de los menús. El antiguo "Internacional Challenge" que hacía acto de presencia en el anterior Winning Eleven, se mantendrá en su versión europea, por lo que podremos llevar a una selección nacional a el campeonato del mundo, aunque en nuestro caso, llegará tarde para aprovechar el tirón del mundial, como si han hecho otras sagas.
Empezando por el motor gráfico, nos encontraremos con una nueva versión mejorada sobre la base del anterior Winning Eleven 9. Si bien una parte duramente criticada del anterior Winning era por ejemplo la desaparición del público, aquí veremos cómo se ha optado sencillamente por bajar la calidad general de éste, y durante el juego veremos una textura plana representándolo; algo que realmente ahorra polígonos, pero es bastante llamativo. Esto realmente en momentos de juego no molesta para nada, y en cambio ahora veremos unas expresiones faciales mas logradas, aunque siempre limitados por el techo tecnológico que marca Playstation 2, pues se vuelve a utilizar como piedra angular ante posibles conversiones a otras plataformas -menos Xbox360, que será el Pro Evolution de nueva generación con un nuevo motor gráfico-.
Las ralentizaciones en esta versión son mínimas y las texturas del campo han mejorado poco por no decir nada. Los estadios serán ampliados con nuevas incorporaciones, como por ejemplo el Santiago Bernabeu, con todo lujo de detalles, como por ejemplo los banquillos acolchados, que de nuevo vuelven a aparecer vacíos y sin un mísero sprite haciendo las veces de entrenador.
Si en la anterior entrega hablábamos de nuevas animaciones, aquí debemos hablar de una nueva vuelta de tuerca, pues muchas de éstas serán completamente nuevas –parece que el equipo de Konami Tokyo no se cansa de hacer nuevas capturas de movimientos- pues muchas de estas animaciones son completamente nuevas y más acertadas; donde antes se podían utilizar dos animaciones para un control y giro, ahora se aplicará de manera más inteligente –y con el consecuente realismo que conlleva- por ejemplo: un control orientado hacia la dirección marcada, son pequeños detalles que solo apreciarán quienes quieran observar el juego con lupa. Esto dotará al juego de un nuevo acercamiento hacia la simulación que solo se ve limitada por el hardware de la consola.
La pelota volverá a ser la protagonista con su casi perfecta física, física que ahora también estará mas equilibrada en el tema de las cargas, pues si también se criticó duramente la relativa sencillez con la que los jugadores se iban al suelo en las cargas y los consecuentes parones en el juego, ahora veremos que se ha actuado con más lógica, permitiendo carreras con roces en las que los jugadores que hacen la carga pueden perder velocidad en las jugadas al hacer esa acción, o simplemente recuperar el balón, algo que se ha dejado para el propio jugador, pues ahora se precisará presionar el botón en el momento justo para recuperar el balón y no será tan aleatorio como antes.
Detalles nuevos como choque entre jugadores, con el consecuente desequilibro, o levantar el pie cuando un jugador sabe que ese balón no va para el y reacciona levantándolo para que lo recoja un compañero, no hacen sino ver cómo miman los chicos de Konami a este titulo, dotándolo de nuevas pequeñas perlas que hacen en conjunto éste un juego difícilmente superable en ese aspecto.
Las animaciones de los porteros merecen un capitulo aparte, pues ya esperamos en cada entrega una nueva animación para éstos, o algún ajuste en su inteligencia artificial que los haga todavía mas creíbles y espectaculares. Tenemos que decir que ante lo visto vamos a tener unos porteros en los que las nuevas animaciones estarán ahora orientadas hacia la espectacularidad -por las nuevas palomitas, despejes desde el suelo, paradas a una mano- y hacia más jugadas interesantes y lógicas, pues algunos tiros lejanos serán despejados por el portero hacia alguno de los laterales, pudiendo quedar para una posterior continuidad de la jugada, aunque por la parte negativa, podemos ver que responderán de manera mas insegura ante disparos cercanos, donde antes simplemente sabíamos que iba a ser repelida; esperemos que mejore en su versión Pal.
También se ha incorporado un –largamente demandado- saque rápido donde, si nos hacen una falta en un contragolpe, ya no aparecerán por arte de magia colocados a treinta metros los jugadores, tras la transición, sino que al pulsar una combinación de botones, un jugador recogerá el balón y lo sacará al primer toque hacia el compañero que elijamos con la dirección; de nuevo, una nueva opción jugable que amplía el ya de por sí gran espectro de posibilidades del juego.
Sobre la I.A se hablara más en profundidad en el análisis, aunque hemos notado un inexplicable bajón en los temas defensivos, ante jugadores que pierden la posición o simplemente se apartan, algo que resulta tremendamente molesto, pues obligará a presionar manualmente y será mas difícil parar al atacante.
En el tema de centros y pases en profundidad, donde sabemos que en cada entrega se vuelven a calibrar, podemos decir que aquí serán mas prácticos, pues tanto los centros como los pases en profundidad ahora son más efectivos, lo que por una parte producirá el enfado de los más puristas –y aquellos que se quedaron meses en casa practicando un cambio de juego de cuarenta metros- y por otra parte acaba siendo un factor a favor de la jugabilidad.
Los disparos a puerta ahora serán mas "duros", al exigirnos una buena colocación y velocidad para efectuar buenos tiros, pues más de uno se nos ira a las gradas, incluso al presionar levemente el botón de disparo, por una parte de nuevo se aplica la lógica –y si no, probad en la realidad a tener el balón pegado a los pies y hacer un giro de 180 grados sin espacio y sin margen y nos vemos en la UVI-.
Tanto la I.A defensiva, como algunas acciones de los porteros, se espera que se solucionen para el mercado PAL, donde solemos ser más exigentes en temas de dificultad, y donde se nota que las mejoras van siendo menos por la limitación del hardware. Mientras esperamos el cambio generacional, nos quedamos con las ganas de hincarle el diente a esta versión de PlayStation 2 de la –posiblemente- mejor entrega de Pro Evolution Soccer en el mercado. Mientras tanto disfrutaremos con el mundial.
