Lo que llama la atención a primera vista de este juego de Atari es la notable influencia de tanto la saga Metal Gear Solid como de Splinter Cell, ya sea en gráficos, ambientación o movimientos. Encarnamos una vez más al agente Ethan Hunt (Tom Cruise), en una nueva misión que empieza en un helipuerto que debe cruzar sin que nadie le descubra (¿a alguien le suena?). Nosotros probamos la versión PS2 del juego, que en principio saldrá para las tres plataformas.
Puestos en situación, los gráficos, pese a no superar a las dos obras maestras que tiene como "influencias", rayan a un buen nivel, gracias a las trabajadas animaciones del protagonista y unos escenarios grandes y más que correctos. Jugablemente el juego se antoja a primera vista algo raro, pues la disposición de botones y acciones hará que fácilmente saltemos al vacío en un par de ocasiones antes de encontrar el botón correcto.
Sin embargo, el problema más grave que el juego debe afrontar es, una vez más, la cámara. Esta vez es libre, y controlable mediante uno de los sticks analógicos del mando, pero aún así deja bastante que desear, pues su movimiento marea excesivamente, y resulta muy complicado conseguir la visión deseada por el jugador. Problemas de cámara aparte, los movimientos que puede realizar Ethan son numerosos y bastante bien realizados, aunque guardan demasiada similitud con Splinter Cell.
La trama del juego tratará acerca de un virus que puede infectar cualquier ordenador del mundo. Para no romper la rutina, Ethan Hunt es enviado a Nuevo México para investigar los hechos. La mecánica del juego mezclará exploración, sigilo, acción y algunos puzzles, y entrarán en escena muchos objetos que nos ayudarán en determinados momentos. Sin embargo, como ya hemos comentado, la influencia especialmente de Splinter Cell se hace demasiado evidente. Veremos si con la salid a finales de este año o principios del próximo de las versiones PS2 y Xbox puede desmarcarse lo suficiente como para aportar novedades jugables.