Espadazos, disparos, combos, ataques conjuntos espectaculares y un estilo increíble. Zenless Zone Zero pinta genial. Lo nuevo de HoYoverse, los creadores de Genshin Impact y Honkai Star Rail, se puede definir como un hack and slash con los elementos propios del estudio chino. Es una aventura de acción con toques de rol, con mecánicas gacha, y ojo, con puzles, ambientado en un mundo postapocalíptico con una estética anime futurista y urbana. Una mezcla de Devil May Cry y Persona, pero con sus diferencias e ingredientes propios.
Mercenarios en el postapocalipsis
Nueva Eridu es el escenario de la aventura. El mundo se ha ido al traste tras la aparición de las Cavidades, extraños fenómenos que alteran el espacio y el tiempo de un lugar en el que surgen monstruos, los Etéreos. Esta ciudad es el refugio de la humanidad. Pero en las Cavidades también hay recursos fundamentales para el nuevo modo de vida. Ahí es donde entran los proxies, una especie de mercenarios organizados en grupos que son contratados para entrar en esos lugares y saquearlos.
La historia comienza cuando una de esas bandas de proxies, los Liebres Astutas (que tienen poco de ello), deben hacerse con una caja negra que quedó atrapada en una Cavidad después de que su trabajo para robársela a otra banda saliera regular. El contenido del objeto es un misterio, pero sin duda es importante por cómo a lo largo de la trama, o al menos de sus primeros compases, implica a órganos gubernamentales y otros grupos de proxies.
Conforme se desarrollan las misiones principales se conocen a nuevos grupos de proxies, pues algunas de esas misiones exigen jugar con ciertos personajes concretos. La estructura narrativa evoluciona respecto a los anteriores títulos de HoYoverse: la parte de novela visual es la que más abulta, pero las explicaciones de acontecimientos en textos largos se han sustituido por viñetas dinámicas de cómic y no faltan las escenas cinematográficas de buena factura técnica.
Un combate vistoso y accesible
El principal atractivo de ZZZ está en el combate, que tiene lugar en las arenas que encontramos en las Cavidades. Es un hack and slash en el que combatimos en grupo: hacemos el equipo con tres personajes de entre un amplísimo listado que no dejará de crecer, cada cual con sus ataques, magias, especiales, clases y sinergias. Estos enfrentamientos contra monstruos etéreos de distinto tipo y humanos son muy vistosos, espectaculares incluso, aunque no tengan tanta profundidad como sus referentes: al fin y al cabo, es un juego pensado para controlarse con una pantalla táctil.
No falta lo básico: ataques débiles y fuertes normales y cargados, habilidades y potentes ataques en grupo. La importancia no está en la ejecución de combos complejos, sino en identificar el momento de lanzar las magias para infligir estados a los adversarios y romper barreras, y sobre todo, enlazar adecuadamente los cambios de personaje. Con una sola pulsación de botón cambiamos a otro proxy, y si se hace en el momento oportuno (bien explicitado en la interfaz), el que entra a la batalla lo hace con un poderoso movimiento.
Cuando participamos en la prueba de ecualización (la segunda beta cerrada) de finales de 2023 nos quedó claro que el combate es la mejor baza del juego. A pesar de quedarse a años luz de la interactividad directa de un hack and slash clásico, en la pantalla se desata una acción espectacular a poco que se juegue un poco bien. Sin embargo, los enfrentamientos duran un suspiro, incluso contra los jefes: al fin y al cabo, están pensados para que puedas comenzarlos y terminarlos en un trayecto en bus.
Puzles sosos que rompen el ritmo
Lo buenos que son los combates y el poco tiempo que pasamos en ellos contrasta con lo aburridos que son los puzles y la preeminencia que tienen. Las Cavidades no se exploran como en cualquier otra aventura, sino que el avance por ellas hasta llegar a una batalla se reflejan en un minijuego en el que pasamos de un televisor a otro. Por el camino encontramos recompensas, trampas, combates y obstáculos que sortear con rompecabezas estilo sokoban muy sencillos.
No es horrible, pero esto no es ni mucho menos el juego que están vendiendo en los tráileres, y entorpece constantemente la partida solo para que puedas conseguir recursos y divisas. Estás deseando combatir, o llegar al próximo hito narrativo, y de repente tienes que completar otro de estos puzles desangelados. Se carga la estructura, el ritmo. Por supuesto, esto lo comentamos teniendo en cuenta nuestra experiencia de apenas unas horas con la prueba que terminó el 24 de diciembre. Ha habido quejas sobre esto, así que quizá cambie de cara al lanzamiento y en próximas betas.
Nueva Eridu: una urbe con tanta personalidad como sus habitantes
Este minijuego no solo contrasta con el genial combate, sino también con la exploración de la ciudad, por la que sí nos podemos mover libremente. Es imposible no acordarse del Tokio de Persona 5 al desplazarnos por Nueva Eridu, que también se estructura en diferentes enclaves que descubriremos poco a poco a la vez que se añaden otras zonas paulatinamente. Hay videoclubs, cafeterías, salones recreativos, puestos de fideos, cines y un tenderete regentado por un perro adorable. Es una urbe con encanto en la que charlar con personajes, aceptar encargos, y por supuesto, comprar objetos consumibles, potenciadores para los personajes y más.
El estilo de anime urbano y futurista se ve en las calles y en su decoración, pero también en los personajes y su vestimenta. Como comentábamos antes, los proxies están separados en bandas con temáticas curiosas como Servicios Domésticos Victoria (maids y mayordomos), Construcciones Belobog (mecánicos y obreros) o la División Nº6 (como samuráis cibernéticos). Como es habitual en HoYoverse, a los variopintos integrantes de cada uno de esos grupos se les dará contexto argumental dentro y fuera del juego a través de vídeos, cómics y otros medios.
¿Son agresivos los micropagos?
Por supuesto, para poder usarlos fuera de la historia principal (en la prueba no hacía falta desbloquearlos en esas misiones) es necesario conseguirlos a través del gacha. No nos queremos detener mucho en el sistema de microtransacciones y divisas porque puede cambiar, y esperamos que así sea. Para hacer tiradas en los distintos banners del gachapon son necesarias cintas de vídeo que se consiguen jugando, pero esas cintas también sirven para restaurar energía. Parece algo de otro tiempo, pero en ZZZ hay un sistema de energía (te dan un poco gratis al día) necesaria para hacer misiones principales, secundarias y actividades para mejorar a los personajes.
Esto, y la preeminencia del minijuego de las televisiones, son dos aristas importantes que ojalá se pulan de cara al estreno. Tienen tiempo por delante, pues Zenless Zone Zero aún no tiene fecha de lanzamiento, pero sí plataformas confirmadas: saldrá en dispositivos móviles Android y iOS, PC y PlayStation 5. A buen seguro que se realizarán nuevas pruebas cerradas o abiertas antes: si queréis participar solo tenéis que registraros gratis en la web oficial.