El anuncio de The Outer Worlds en The Game Wards 2018 inmediatamente nos recordó a una combinación de tres conocidas sagas: Fallout, Mass Effect y algo de BioShock. Palabras mayores que podrían pecar de ser demasiado ambiciosas, pero cuando hablamos de Obsidian Entertainment, el estudio adquirido recientemente por Microsoft y creador de Fallout y Fallout: New Vegas, entonces empezamos a pensar que quizás este juego vaya en serio y estemos ante un nuevo clásico del rol occidental.
Con un rápido vistazo a su primer tráiler podemos ver que el tono buscado en este proyecto que lleva dos años en secreto es humorístico y no se toma muy en serio, algo habitual en los Fallout de Tim Cain y Leonard Boyarsky –codirectores de The Outer Worlds-.
Para cambiar de aires, nos olvidamos de páramos postapocalípticos y viajamos a un futuro alternativo donde la humanidad ha empezado a colonizar planetas alienígenas. La humanidad o mejor dicho, las megacorporaciones.
Nuestro protagonista se despertará de su cámara criogénica en Terra 2, una localización en la que las grandes compañías -que ponen marca a todo- y los forajidos luchan por el poder. A este lugar se enviaron dos naves, una que llegó sin problemas y otra -la nuestra- que terminó perdida, así que hemos pasado los últimos 70 años congelados junto al resto de la tripulación. Un día seremos rescatados por un científico interesado en salvar al resto de la tripulación, pero entonces nos empezarán a asaltar dudas sobre lo que ha pasado en estas últimas décadas, por qué la nave quedó abandonada y la verdadera motivación de este científico. ¿Aceptaremos este encargo o nuestros primeros pasos serán de un antihéroe?
Detrás de esta premisa no se encuentra un juego de exploración a lo No Man's Sky ni un shooter en plan Destiny. Obsidian sabe cuál es su fuerte y lo que tenemos nos recuerda mucho a un Fallout espacial: rol en primera persona –pese a lo que contará con un editor de personaje-, toques de acción y muchas opciones en las conversaciones –donde el protagonista no tiene voz-, algo en lo que los creadores de Pillars of Eternity siguen demostrando su maestría. Estas decisiones abarcan respuestas que van desde las más heroicas hasta lo absurdo, algo que influirá en la historia y reacciones de compañeros, que no dudarán en molestarse si el comportamiento no es el adecuado. Un sistema muy flexible, si bien se confirma que se descartan opciones de romance.
Si bien disponemos de una nave, el juego no consiste en explorar planetas libremente; este vehículo se convierte en nuestro inventario y hogar, además de servir para el viaje rápido entre las zonas que vamos desbloqueando. Es algo así a la Normandía en Mass Effect, un lugar en el que hablar con los personajes, conseguir nuevas misiones de alguna de las facciones de este mundo –cada persona está afiliada a una compañía- y escuchar sus historias.
Hay que tener en cuenta que Obsidian no es un equipo de las dimensiones o recursos de Bethesda y por ello The Outer Worlds no aspira a ser un enorme mundo abierto a la altura de The Witcher III o un The Elder Scrolls. Habrá ciertos puntos de no retorno, pero es lo suficientemente grande y no lineal como para dar recompensas a la investigación. Sin embargo, algunas rutas estarán bloqueadas por pases que debemos comprar o simplemente algún tipo de enemigo de nivel muy elevado.
A lo largo del juego encontraremos múltiples personajes, y varios se unirán a nosotros como compañeros. Cada uno tiene sus propias habilidades especiales y ataques, así que a la hora de elegir quién colabora con nosotros en el combate y quién queda en la nave será necesario prestar atención a unas características que se complementen con las nuestras. Ten en cuenta que el primer planeta en el que desembarcamos es "amistoso" para los humanos, pero al menos hay otro, Monarch, donde la terraformación no salió bien y está plagado de criaturas salvajes.
Según avanzamos conseguiremos puntos de experiencia que se utilizan para subir de nivel y desbloquear nuevas habilidades, tanto nuestras como de otros personajes; por cada 20 puntos ganamos un bonus. Esto nos especializará en alguna de las tres clases: ciencia, medicina e ingeniería, con diferentes tecnologías y estrategias para el combate, efectividad de equipamiento o la posibilidad de modificarlo. Habrá, por ejemplo, un rayo reductor que hace diminutos a nuestros enemigos, perfecto para que sean eliminados con facilidad por nuestros compañeros.
Cada arma está asociada a un fabricante, y algunos se orientan a armas baratas mientras que otras compañías prefieren equipo que acepte muchas modificaciones –optimizando sus tiros contra un tipo de enemigo concreto- y las punteras, que obviamente serán las más caras. Pero claro, puede que seamos un héroe y no nos interese comprar los productos de una corporación de ética dudosa.
Por supuesto, la mayoría de situaciones se podrán superar de la manera en la que deseemos, sea con fuerza bruta, sigilo o persuasión que evite los conflictos gracias a nuestros argumentos, mentiras o amenazas; y si la lucha es inevitable, puede que ayude a reducir la ofensiva rival. Hay otro estilo más de juego, el de líder, que es el jugador que hace concesiones a sus compañeros y se apoya en las habilidades individuales de cada una de estas unidades. Como líder, podremos aumentar el daño que causan o reducir el que reciben para desarrollar un perfil que dependa mucho del grupo, no tanto de nuestras victorias.
Te puede interesar ser un héroe que no deje un rastro de cadáveres, o buscar un estilo más anárquico que pase por traicionar siempre que tengas la mínima oportunidad. Algunas decisiones no gustarán a nuestros compañeros y se volverán a la nave antes que seguir ayudándonos, pero seremos capaces de convencerles para ganar de nuevo la confianza. ¿Y si quieres hacer una partida completamente pacifista? En principio habrá que liquidar algunos robots, pero podremos bajar la acción al mínimo.
El combate incluye armas blancas –en uno de los vídeos de jugabilidad aparece una guadaña futurista-, de energía y de munición, con tres tipos: ligera, mediana y pesada. Su daño, que depende de la propia arma y de nuestras estadísticas, es modificable con diversas mejoras, y su control será más similar al de BioShock que al del típico FPS. En cuanto al hackeo y la posibilidad de forzar cerraduras no existe un minijuego asociado, sino que dependen de nuestras seis estadísticas –las habituales categorías de inteligencia, fuerza, etc.-.
Nuestra puntería seguirá siendo importante y no todo depende del nivel y parámetros: un tiro a la cabeza es crítico. No obstante, quienes prefieran una jugabilidad más rolera que no se base tanto en la habilidad, Obsidian ha creado su nueva versión del VATS de Fallout, el Tactical Time Dilation, un supuesto efecto secundario de nuestra criogenización que ralentiza el tiempo para ayudar a conocer información detallada de los enemigos. Eso sí, el disparo sigue siendo manual en este modo.
Una de las novedades de The Outer Worlds es el sistema Flaws, que son rasgos opcionales negativos. Se aceptan tras algún evento, caso de recibir daño reiterado de un tipo de enemigo; añaden alguna debilidad o fobia permanente contra la raza, la oscuridad –hay ciclo horario-, las alturas o elementos. Se pueden acumular hasta tres, cinco en dificultad alta, y a cambio de esta desventaja recibimos un beneficio extra. Es decir, ganamos un defecto a cambio de potenciar una habilidad que quizás nos interese más.
¿La sorpresa de 2019?
Por último, Obsidian ha conseguido un juego muy vistoso gracias a Unreal Engine 4. Desde la arquitectura inspirada en el Art Nouveau y la ciencia ficción clásica, o la diversidad de los planetas y aliens, The Outer Worlds nos ha llamado poderosamente la atención también en los gráficos. Parece un RPG muy profundo, que se toma en serio las interacciones con personajes y lo que nos rodea, y a la vez no pierde ese toque de humor de sus creadores ni da la sensación de ser la enésima space opera dramática en la que el futuro del Universo está en nuestra mano.
Si la desarrolladora cumple con lo prometido, sin duda estaremos ante uno de los juegos más interesantes de 2019 cuando se ponga a la venta en PC, Xbox One y PlayStation 4.